4 de julio de 2013 - 23:46 | Por: Equipo El Dinamo | 34
/ Agencia Uno
“Igualdad no sólo ha dejado de ser una herramienta para la convergencia de las fuerzas anticapitalistas, sino que además se ha convertido en un obstáculo para dicha convergencia”, dice la carta pública dada a conocer esta noche.
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Un profundo quiebre en el Partido Igualdad, colectividad que apoya la candidatura presidencial de Roxana Miranda, se ha producido en la tarde de hoy. Un grupo importante de militantes renunció a la tienda por medio de una carta pública donde acusan que hay una “grave crisis” que compromete “de forma indisoluble” los fundamentos del proyecto político original.
Según los firmantes, “el proyecto igualitario nació como un esfuerzo de superación de la situación de dispersión y automarginalidad de buena parte de la izquierda revolucionaria chilena y de los movimientos sociales que desde hace más de una década venían dinamizando el desarrollo de la lucha anticapitalista en nuestro territorio”.
Agregan que “desde el punto de vista político, hubo dos decisiones relevantes (tras las municipales de 2012): buscar construir una convergencia en torno de una candidatura presidencial, una lista parlamentaria y un programa único de las fuerzas antineoliberales y anticapitalistas; y levantar la pre-candidatura presidencial de Roxana (Miranda), dentro de ese marco de convergencia”.
Sin embargo, señalan, ”la discusión, al no contextualizarse dentro de una apreciación correcta de los resultados de las elecciones municipales y no habiendo tampoco un avance en definiciones político-ideológicas del conjunto del partido, significó en la práctica que el partido empezó a operar con dos políticas: una, de construcción de convergencia política con otras fuerzas; otra, cuyo objetivo político fue la candidatura de Roxana más como un elemento para reforzar la identidad política de Igualdad que como expresión de un proyecto político colectivo”.
Ello habría derivado en tesis políticas diametralmente opuestas: “una, que concibe el sujeto revolucionario en forma amplia, considerando a todas y todos los oprimidos y explotados por el sistema capitalista neoliberal; otra, estrecha, que no pasa de la distinción “ricos y pobres” y que se atrinchera en un espectro reducido del campo popular”.
“Se levantó un discurso ideológicamente pobre y confuso sobre una supuesta “definición inevitable” de la conducción entre “la pequeña burguesía” y “los pobres” que representaría esta coyuntura electoral, una épica autorreferente, grandilocuente y vacía. El análisis de clase fue reemplazado así por una política hecha más desde la estratificación social definida por el MIDEPLAN que desde la tradición crítica revolucionaria, poniendo ideológicamente a Igualdad a la cola del discurso neoliberal”, se lee en el texto.
De esta manera, el partido habría retrocedido “al pantano de la marginalidad política y el sectarismo que el proyecto igualitario, en sus orígenes, se había propuesto superar”.
Las consecuencias de ello serían:
1.- Un discurso político vacío, que no es más que una suma de consignas y slogans, sin ninguna concreción táctica y estratégica, cuya mejor expresión es el basureo al que se ha sometido al término “constituyente”, que se ha convertido en una muletilla, un tic político, que contrasta con el nulo avance real en la “Vía Popular a la Constituyente”, que en la práctica ha sido abandonada.
2.- Una campaña presidencial que no solo es sectaria y de carácter testimonial sino que se asume así misma como tal al pretenderse “candidatura de los pobres”, negándose, en la práctica, a una apertura del relato que le hable a las mayorías que debemos disputar para conseguir los cambios que queremos y echando por la borda la definición de Igualdad como “Partido de los trabajadores manuales e intelectuales, de los estudiantes, de las mayorías y minorías discriminadas y excluidas”. Esta candidatura se encuentra cruzada por un discurso ultrista que se limita a hablar generalidades abstractas, no ligadas a las tareas políticas de la coyuntura, que por otro lado no es capaz de visualizar ni de explicar a las mayorías populares.
3.- Un aislamiento de las iniciativas políticas unitarias que se están desarrollando a nivel político y social, como por ejemplo la convergencia de trabajadoras y trabajadores y estudiantes que convocó al paro nacional del 26 de junio. A ello se suma el quiebre deliberado de la FENAPO por parte del MPL de Igualdad. En los hechos, no hay voluntad ni claridad de la importancia de la convergencia política; ni a nivel de estructura partidaria ni desde los movimientos sociales de base igualitaria.
Por ello, “el Partido Igualdad no está ni dispuesto ni capacitado para representar a todas y todos los explotados y oprimidos, sino sólo a un segmento muy acotado de ellos, porque su definición del sujeto revolucionario es demasiado estrecha y no es capaz de dar cuenta de la realidad de clases del capitalismo tardío periférico que caracteriza a Chile. Los dirigentes de Igualdad miran a las clases sociales desde los conceptos estrechos de la izquierda marginal, y eso ha impedido generar una política efectiva de disputa de la hegemonía en nuestro pueblo, sin la que Igualdad seguirá chocando contra un muro que, posiblemente, cada vez lo aislará más”.
“A las deficiencias y retrocesos políticos enumerados, debemos agregar, además, un funcionamiento interno deficitario, impropio de una organización revolucionaria. Fenómenos como el caudillismo, el desconocimiento por parte de los dirigentes de los acuerdos políticos del Congreso, ausencia de debate político real, actuación de patotas que buscan acallar las discrepancias, falta de estatutos y otros vicios han significado en la práctica que no hay dirección colectiva y no hay posibilidades reales de revertir las tendencias sectarias”, agrega el texto.
A raiz de lo anterior, “Igualdad no sólo ha dejado de ser una herramienta para la convergencia de las fuerzas anticapitalistas, sino que además se ha convertido en un obstáculo para dicha convergencia”.
Entre los firmantes figuran el Comunal Quilpué, el Comunal Iquique, el Comunal Estación Central, Corriente Praxis, Pueblo Libre, Carolina Guzmán, Fernando Encina, Aland Castro, Jorge Silva, Arturo Neira, Krischna Sotelo, Rodrigo Hernández y Doris González.
FUENTE: EL DINAMO
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