sábado, 1 de noviembre de 2014

Caso UDI- Pentagate: La intrincada maniobra delictual

01/11/2014 |
Por Mario López Moya
Los nuevos antecedentes conocidos del caso Penta, ponen el énfasis en la línea delictual de todo el proceso de defraudación fiscal, con rasgos de asociación ilícita de empresarios y políticos. También dejan en evidencia el enorme poder comunicacional del sector.
Por supuesto, cuando los medios asociados al duopolio de la prensa escrita dan a conocer antecedentes reservados del proceso judicial, la derecha no reclama por las filtraciones, menos aún, cuando algunos de sus medios pretenden lavar la imagen de la cúpula de la organización imputada como criminal.

A tanto llega el descaro, que la nota de prensa de la Revista del Sábado de El Mercurio, relatando la azarosa vida del martillero Jorge Valdivia, busca mostrar a los controladores de Penta como blancas palomas, que detestaban a Valdivia e incluso le habrían negado el ingreso a las dependencias del grupo. Qué falacia.

¿Y usted, quién es?

Pareciera ser la pregunta asumida por los dueños del holding Penta respecto a los cómplices en los ilícitos de devoluciones ilegales de dineros. Según los antecedentes que se desprenden de las declaraciones de los imputados, tanto del SII como del martillero y del mismo Hugo Bravo, exgerente y socio de Penta, al menos Carlos Alberto Délano no podría negar los "servicios" que el martillero Valdivia le prestaba, al punto de llegar a pagar los partes que se le habían cursado a la mujer del controlador de Penta.

Tampoco pueden negar Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano que no sabían o habían sido parte del engaño, pues utilizaron -según la imputación del SII-, el mismo artificioso procedimiento defraudatorio que usaran Jorge Valdivia, Sergio Díaz (el contador), Iván Álvarez (ingeniero comercial, fiscalizador del departamento de Operación Renta) y Horacio Mayquel (parte de la red de contribuyentes), entre otros, para defraudar al Fisco en la causa en que se encuentran formalizados.

El despido de Bravo por sus contactos con el martillero Valdivia, no parece ser sino un tardío lavado de imagen del Grupo Penta y sus controladores. Valdivia hacía trámites para Délano -desde compras hasta pago de infracciones municipales-, recibía de empresas del grupo dos millones de pesos mensuales por su trabajo, era habitué de las oficinas de la Gerencia, donde trabajan Délano y Lavín, hizo ganar millones a los "Carlos" y a pesar de todo, dicen no conocer cómo se fraguó y ejecutó uno de los mayores robos tributarios de la historia.

Aún más, cómo podrían desconocer lo que se hacía si hasta mezclaron a sus propias cónyuges en el desfalco tributario, pidiendo devoluciones truchas por más de 400 millones de pesos. Ello, a pesar de que dicha cifra representa para los dueños de Penta, una minucia.

Fraude incalculable

El Servicio de Impuestos Internos (SII), hasta el momento ha hecho una estimación preliminar del perjuicio fiscal. Cerca de veinte mil millones de pesos. Pero entiéndase bien, ello es solo preliminar, pues falta aún determinar cuánto dinero lograron por concepto de devoluciones de impuestos, quienes inventando pérdidas tributarias, engañaron al Fisco... o dicho de otro modo, le sacaron a usted, estimado lector, dinero de su bolsillo que perfectamente debería ir destinado a salud, educación, seguridad o a cualquier beneficio social.

Si a eso agrega la arista política de los dineros transferidos a la UDI y descontados de gastos y con devoluciones de impuesto, bueno... quizás podríamos hablar de un fraude de varios miles de millones más. Todo dinero mal habido que ya no podrá recuperarse, a pesar de las devoluciones parciales y de cifras menores reintegradas por algunos de los que se encuentran en prisión preventiva, no por arrepentimiento, sino que para configurar la "reparación del mal causado", que es una atenuante mitigadora de la pena penal.

Por eso es valorable el testimonio final del martillero Valdivia, porque él a las alturas de su cáncer terminal, nada tenía que perder, pero tampoco que ganar. En cualquier caso, el conocimiento de los detalles que abrieron las sospechas del SII provino de otras fuentes, los contadores que, al mejor estilo del "medio pollo", replicaron el fraude por todo el país.

Negocio de delincuentes

La trama del fraude al Fondo de Utilidades Tributarias (FUT) partió como un "trabajo" de delincuentes comunes que aprovecharon contactos ocasionales para implementar una "máquina" (como se conoce en la jerga delictual), que les redituaría importantes ingresos.

Ingresos que superaron por mucho lo que habían proyectado y también superaron su ambición por obtener aún más. Así, como reguero de pólvora, el lucrativo negocio de defraudar al Fisco aumentando pérdidas de empresas y modificando información desde dentro del SII que permitía devoluciones millonarias, se fue extendiendo de boca en boca hasta llegar a transformarse en una "pirámide" en que siempre los creadores de ella obtenían una participación del negocio.

Más temprano que tarde la información llegó a oídos de grandes empresarios llenos de codicia, desbordante avaricia, que vio en las operaciones una oportunidad de llenar aún más sus ya gruesas arcas. Díaz, Álvarez, Valdivia y ahora Bravo... una cascada envenenada que urdía cada paso para birlar al Estado de fondos que servían para juerga, mujeres, comida, droga y coimas, aparte de una vida licenciosa y a la moda, según declararon en el proceso en su contra.

En el pueblo, el vocablo "roto con plata" es común, como una manera de desacreditar a aquel que ostenta más que lo que tiene o que tiene por un golpe, de suerte o de los otros. Así se armó la primera parte del culebrón que ha tenido de cabeza a la UDI, a los grupos empresariales (Penta en punta) y a todo el país, expectante del circo que se han destapado. Pero era la primera parte, aquella que usted habría leído en las páginas rojas y que luego habría dicho, más de lo mismo. Quedaba aún, lo más sabroso.

El fraude en las grandes ligas

¿Conoce el dicho estar en el lugar indebido en el momento inadecuado? Bueno, éste no es el caso de los controladores de Penta. O quizás sí. Pero no fue lo que pensó Hugo Bravo cuando le contaron el sistema utilizado para defraudar impuestos, equivalente a ganar el loto (en realidad muchos lotos) sin moverse del escritorio. Tampoco debe haber sido lo pensado por los "Carlos" cuando les dijeron... "¿quieren ganar aún más?, es fácil y seguro".

Como haya sido, la máquina delictual empezó a funcionar y a beneficiar a los empresarios. Cientos, miles de dólares, millones, para ser exactos, fueron a engrosas sus billeteras. ¡Qué fácil ganar dinero con una operación intelectual!, no es necesario "romperse el lomo" como lo hacen millones de chilenos cada día para ganar unos miserables pesos que casi no alcanzan para nada.

Délano y Lavín incorporaron a sus mujeres como parte del fraude, según la acción interpuesta por el SII. Qué fuerte debe haber sido estar frente al juez declarando como inculpados, al ser informados de las denuncias en su contra (como corresponde en derecho), aunque naturalmente no dejaron ingresar a la prensa, beneficio que un simple mortal no tiene.

La política del chorreo

Había dinero "extra" ingresado por cerca de 5 años, entonces vinieron las elecciones y los políticos de derecha comenzaron visitar a sus mecenas (según los dichos del empresario Andrés Santa Cruz, presidente de la CPC), solicitando un aporte. Bueno, sinceremos, fue más de un aporte y así completaron los topes que la ley fija como donaciones reservadas.

Como las "necesidades" de los UDI superaron los límites legales (10.000 UF por empresario a un partido), fue necesario inventar alguna fórmula que permitiera allegarles más recursos sin que supiera el Servicio Electoral (Servel). "Mira, te paso dinero pero me traes una boleta de alguien que justifique el gasto", señaló Bravo al candidato gremialista. "¿Puede ser de mi chofer?", fue la pregunta. "Dale y de la secretaria también", fue la segura respuesta.

Imagine usted... le paso 100 millones contra una boleta de un tercero, sin ejecutar actividad real alguna. El candidato se lleva los 100 millones, la empresa que los pasó los pone en gastos y eventualmente en pérdidas, con lo que descuenta importantes y millonarios impuestos y el que dio la boleta, recibe el 10%. El que sabe... sabe, el que no, vaya a buscar trabajo.

Confía, no va a pasar nada...

El tema era readecuar algunos datos en el llamado formulario 22 del SII sobre Declaración de Renta. Se aumentaban costos que iban a generar pérdidas, obviamente aparentes, pero que resultaban consistentes con ingresar a un Fondo de Utilidades Tributarias (FUT), por supuesto inexistente. De tal manera se creaba, a partir de cero, un denominado Pago Provisional por Utilidades Absorbidas (PPUA).

¿En castellano? Se trataba de obtener una devolución del Fisco al contribuyente que arreglaba, con ayuda interna en el SII, su declaración de renta, aumentando el crédito por impuesto de primera categoría. Muy poco debe haberles importado a los parlamentarios y candidatos gremialistas que recibieron los dineros. Nada de andar cuestionándose desde dónde venían los billetes. Total, a caballo regalado...

Así, la mezcla del conocimiento de los funcionarios del SII involucrados, los empresarios que supieron sacar provecho a la operación ilegal, la ambición de los mandamases de Penta, Délano y compañía, sumándola la cero ética política de quienes recibieron los dineros "pringados", hicieron el "negocio perfecto". Claro, si lo mira desde la perspectiva de la UDI, se trata hoy de la "tormenta perfecta".

La vidita...

A modo de ejemplo, el funcionario del SII, Iván Álvarez, poseía entre otros bienes un elegante departamento en Concón, que fue comprado con el "gentil auspicio" de un crédito de consumo de Penta Vida. Tenía además varios autos de lujo y gustaba regalar a su cónyuge ostentosos "presentes", entre los cuales se encuentra un BMW 116i de un valor aproximado, hace algunos años, de quince millones de pesos.

Pero para ser "hombre de mundo", usted debe viajar... sino ¿cómo podría sentirse parte del jet set criollo, o conversar con personas del nivel de los Délano o Lavín? Así que vamos sumando puntos... en realidad no era necesario, pues con los ingresos que provenían de los ilícitos, todo se paga al contado. De tal manera que las soñadas vacaciones en República Dominicana, Aruba, Cuba, Perú, entre otros destinos, no se hicieron esperar.

"En total yo saqué (creo) unos $ 140 o $ 150 millones por estos hechos. Esa plata está gastada en restoranes, ropa y estilo de vida en general. No queda ni un peso", declaró Álvarez en la causa tributaria. Debe haber sido algo así como lo vivido y lo comido, no me lo quita nadie... El martillero Valdivia, por su parte, gastaba millones en droga, mujeres, regalos varios que servían para "abrir mercados" de influencia y otros.

Nada de egoístas

Invertir en políticos gremialistas -según las denuncias-, quienes resultaban afines y funcionales, fue el nuevo emprendimiento del Grupo Penta. Total, no era dinero perdido, al fin y al cabo, los muchachos de calle Suecia se la jugaban. Baste recordar que leyes como las de Isapres, fueron resistidas por la UDI, al punto de postergar aún, sus necesarias modificaciones para terminar con el escándalo del lucro y el perjuicio a los afiliados al sistema. Banmédica es buen proveedor, según confesó el diputado UDI José Antonio Kast.

Los obsequios fueron la regla. Dádivas no solo a políticos, sobre y bajo la mesa, sino que también personajes como el martillero Valdivia gozaban de fama de "generosos". Al punto que no deja de llamar la atención una confesión, prestada judicialmente por Horacio Mayquel, uno de los directamente implicados en el fraude: "Jorge Valdivia colaboraba con la empresa Penta. No sé qué hacía, pero incluso le pagaba los partes a la esposa de Carlos Alberto Délano".

Hasta que les llegó su hora

Las investigaciones de años por parte del SII y Tribunales, en silencio al principio, dio sus frutos y de a uno fueron cayendo. Como siempre, el hilo se corta por lo más delgado y los primeros resultaron ser Sergio Díaz y Mitzi Carrasco (su mujer), quienes fueron detenidos el pasado 2 de diciembre de 2013 por el OS-9 de Carabineros. La redada siguió con Iván Álvarez y Hernán Díaz, rematando con Horacio Mayquel, Francisco Civit, Juan Carlos Prieto y Orlando Carvajal.

El martillero Valdivia, como se sabe, falleció producto de un "paro cardiorrespiratorio con falla multisistémica y coma hepático", según se consigna en su certificado de defunción, el reciente 28 de julio. Se fue, no sin antes destapar la olla que hoy tiene comprometidos a conspicuos personajes... Luego fue formalizado judicialmente Hugo Bravo y en agosto de 2014 el SII inició acción criminal en contra de Délano y Carlos Eugenio Lavín, su socio en el Grupo Penta y sus respectivas esposas.

La denuncia inicial del SII contempla los nombres de 44 personas. Se espera que los implicados (no políticos aún), llegue a más de 120 individuos, quienes estarían imputados en delitos de soborno y obtención de devoluciones de impuestos con declaraciones falsas. La arista política, aún no está totalmente determinada, aunque ya se saben los nombres de varios gremialistas, algunos de ellos parlamentarios y otros que resultaron derrotados en las pasadas elecciones. La cosa, recién comienza... aunque no se sabe cómo terminará.


FUENTE: CAMBIO 21

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