lunes, 14 de abril de 2014

Sebastián Gray, presidente del Colegio de Arquitectos:

“El incendio es resultado de una completa irresponsabilidad que se ha ido acumulando con el paso de los años”

El representante del gremio que agrupa a los arquitectos explica por qué Valparaíso ardió en llamas durante horas, sin que las autoridades pudieran activar un plan para controlar el siniestro. Dice que el Estado abandonó a su suerte a los municipios, por lo que los más pobres no tienen recursos para enfrentar las catástrofes. También responsabiliza al municipio de la ciudad: “Por muchos años no previó ni tomó las acciones necesarias para prevenir y evitar la propagación de un incendio, y tampoco las condiciones para actuar de forma rápida cuando éste ya está desatado”, asegura Gray.
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Los vecinos afectados por el gigantesco incendio que afectó al menos a siete cerros de Valparaíso durante el fin de semana, acusan que muchos de los grifos del lugar no tenían agua. Mientras las llamas se expandían sin control, azuzadas por el fuerte viento sur, bomberos no podía entrar a todos los lugares. Las calles eran muy estrechas o simplemente no había calles.
El presidente de Colegio de Arquitectos, Sebastián Gray, asegura que hace más de 40 años Valparaíso creció sin control por encima del Camino Cintura. Acusa que el municipio de la ciudad no tiene planes de contingencia adecuados y que se ha dedicado a regularizar construcciones que no cuentan con un buen diseño. El ancho de las calles, y el diseño público en general, ha quedado al arbitrio de los habitantes del puerto, pariendo una geografía caótica que no aguanta a los vehículos de emergencia.
Gray asevera que, históricamente, el Estado ha aprendido de las tragedias para perfeccionar sus programas preventivos y de emergencia, y señala que es lo que debiera de ocurrir tras el desastre en Valparaíso: “Tiene que pasar una desgracia tan gigantesca como esta para que el Estado de Chile de un salto hacia el futuro y se planteen las cosas de una manera distinta de como las venía haciendo por décadas. Es parecido al efecto de un terremoto. Con cada terremoto grande en la historia de Chile, la norma se fue perfeccionando. Es posible que con este enorme desastre, se les exija a los municipios la debida previsión y se pongan a disposición de los municipios pobres los recursos necesarios para generarla”.
-Desde el punto de vista arquitectónico ¿Cómo se explican los constantes incendios en Valparaíso?
-Son varias respuestas. Una tiene que ver con las condiciones naturales de Valparaíso, de su parte alta. Otra tiene que ver con la manera como se ha ido asentando la población, que es un asentamiento informal, en el sector de Valparaíso alto. Otra respuesta tendría que ver con las previsiones que han tomado las autoridades a lo largo del tiempo para prevenir y después combatir estas emergencias. Son esos tres aspectos y dimensiones distintas de un mismo problema.
   En muchas ciudades puerto del mundo, los puertos les pagan tributo a sus ciudades por el uso que hacen de la ciudad, y por el desgaste que conllevan. El Estado deja a las ciudades a la suerte de sus municipios. Son ellos los que hacen los planes reguladores. Si el municipio no tiene capacidad logística, o capacidad ideológica cultural para hacer un buen plan regulador, este será malo. En el caso de Valparaíso es tan malo, que le siguen construyendo torres de 20 pisos. Y eso es culpa del plan regulador.
-No son sólo incendios, a Valparaíso también lo afectan aluviones, roturas de matriz de agua…
-Las catástrofes que tienen origen natural, aunque sean gatilladas por un acto del hombre, todas tienen factores en común. Cuando me hablas de aluviones, te diría que tiene que ver con el entorno de Valparaíso, con cómo se hicieron los asentamientos y con cómo la autoridad se prepara. Se ha permitido que se acumule basura combustible en las quebradas. Este incendio se propagó, según entiendo, por las quebradas entre los cerros. El asentamiento informal significa que el trazado urbano no está hecho a la medida de la seguridad de la gente que vive ahí. El ancho de las calles, las curvas, la accesibilidad de vehículos pesados, como los carros de bomberos. Lo que va a ocurrir a continuación con la remoción de escombros, todo tiene que ver con la planificación urbana. El abastecimiento de agua, para surtir grifos, también es planificación urbana. Hace tiempo Valparaíso fue precursor de los asentamientos de agua para enfrentar los incendios.
Valparaíso siempre tuvo problemas con los incendios. Muchas construcciones, las antiguas casonas de estilos inglés y alemán, son de madera. Todas las casas de los cerros son de madera. Los incendios han formado parte de su historia. Hay que recordar que el primer cuerpo de bomberos de Chile estuvo fundado en Valparaíso, son los bomberos junto con el municipio de la ciudad quienes inventan un sistema de provisión de agua para grifos que partía de un enorme estanque de almacenamiento de agua, que todavía está en la puntilla del cerro Cárcel. Este estanque acaba de ser objeto de un concurso de arquitectura. Ese fondo se va a transformar y se va a volver a ocupar, esto se hará con fondos estatales. Este sistema se inventó hace 100 años. En ese tiempo había preocupación por este tema.
-¿Qué pasó con el paso de los años?
-Ha escapado del control de las autoridades. La ciudad creció por muchos años, 40 o 50 años, sin orden aparente hacia arriba del camino cintura, de manera improvisada. Mucho de lo que se quemó ahora fue en su origen tomas de terrenos, tomas que después fueron regularizadas. En estos 40 años, la ciudad, además de formalizar los títulos de dominio de la tierra, no ha hecho mucho más. No ha mejorado la calidad y el ancho de los caminos y mucho menos del espacio público. No ha tomado medidas para evitar que la gente construya en zonas de riesgo, como las quebradas y sus bordes, y tampoco zonas de provisión de agua. Pero más allá de eso, Valparaíso no tiene preparado un plan de contingencia. No tenía a todos los bomberos preparados para entrar en esos cerros, para desenvolverse. No sabían por dónde circular ni por dónde sacar el agua. Nada de eso se había pensado de antemano. Tal y como pasó con el terremoto del 2010, en Valparaíso no se ha hecho una planificación. Lo del fin de semana es resultado de una completa irresponsabilidad que se ha ido acumulando con el paso de los años. No sólo el municipio es pobre materialmente, sino también a nivel de planificación.
-¿Se cumple con la norma en la construcción de casas en Valparaíso?
-Las casas están regularizadas; el problema no es con la calidad de la construcción. Uno mira las imágenes y aunque hayan sido construidas por sus propios propietarios, no son malas casas, al contrario. Lo que se perdió es bastante valioso, viviendas bien hechas, buenos cimientos, buenos techos. Pero un incendio pasa por encima de todo, da lo mismo que la casa este bien hecha. El problema es con el diseño urbano, el trazado de las calles, su tamaño, las veredas, las vías de escape, el espacio público, los grifos, la luminaria.
-¿Se puede hablar de abandono del Estado?
-Desde hace mucho tiempo el Estado ha jugado un rol secundario en el desarrollo de las comunas. Ellas han sido dejadas a su propia suerte. Las más ricas tienen mejor suerte, y las más pobres tienen peor suerte. Valparaíso ha sido pobre hace mucho tiempo, por razones históricas y por razones de administración pública. Es una vergüenza que la empresa portuaria de Valparaíso no le aporte, por medio de impuestos, ni un solo céntimo a la ciudad. En muchas ciudades puerto del mundo, los puertos les pagan tributo a sus ciudades por el uso que hacen de la ciudad, y por el desgaste que conllevan. El Estado deja a las ciudades a la suerte de sus municipios. Son ellos los que hacen los planes reguladores. Si el municipio no tiene capacidad logística, o capacidad ideológica cultural para hacer un buen plan regulador, este será malo. En el caso de Valparaíso es tan malo, que le siguen construyendo torres de 20 pisos. Y eso es culpa del plan regulador.
-¿Podría tener consecuencias esta tragedia en la denominación de patrimonio de la humanidad que la Unesco hizo de una parte de la ciudad?
-Mucha gente se debe estar haciendo esa pregunta. Unesco es un organismo con altura de miras. Yo estoy seguro que Unesco espera que Valparaíso logre sus metas, estos accidentes, estas desgracias, ponen en evidencia la debilidad institucional del país; pero, por otra parte, se entiende que las ciudades y los países necesitan plazos largos para lograr sus metas. Yo creo que va a quedar como un dato el hecho de que la ciudad se incendió y la autoridad no estaba debidamente preparada para afrontar un desastre de esta magnitud. Pero no sé si eso se traducirá en un castigo a Valparaíso. Aunque sólo una parte de él es patrimonio de la humanidad, se dijo que es el concepto tras la ciudad lo importante.
-Pensando en la tragedia, ¿de quién es la responsabilidad?
-Hay dos responsables, uno ante la ley que es el autor del incendio: eso es un hecho de la causa. El segundo responsable, y a ese sí que hay que perseguirlo con mayor inteligencia, es el municipio, por las razones que ya expliqué. Porque por muchos años no previó ni tomó las acciones necesarias para prevenir y evitar la propagación de un incendio, y tampoco las condiciones para actuar de forma rápida cuando este ya está desatado.
-En el último tiempo ha surgido una serie de proyectos inmobiliarios que instalan grandes edificios en los cerro,  ¿hay claridad de si esas construcciones cuentan con el debido resguardo frente a estos accidentes?
-Los edificios de gran magnitud no son construcciones informales y responden a una normativa chilena que es bastante buena comparada con los estándares internacionales. Podemos presumir que los edificios en sí mismos cumplen con toda la normativa. Distinto es la relación de esas torres con el resto de la ciudad, respecto de las vías de acceso. Es posible que algunos de estos edificios, si bien no fueran vulnerables a un incendio, sí es probable que sus habitantes tuvieran dificultades para escapar de ahí, tal como le pasó al resto de los porteños.
 
FUENTE: EL MOSTRADOR

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