sábado, 1 de noviembre de 2014

El asesinato de comunero Mapuche y las sospechas en integrantes del GOPE

 Publicado el 01 Noviembre 2014
 ESCRITO POR ALFREDO SEGUEL (MAPUEXPRESS)

En cada siniestro y cobarde asesinato que ha ocurrido en territorio Mapuche de comuneros Mapuche, en el marco de conflictos de tierras ancestrales y que ha significado la responsabilidad directa de ciertos agentes policiales del estado, como ocurrió con el asesinato de Alex Lemun con un disparo en la frente y que involucró a un oficial de la institución que quedó impune.
Los asesinatos de Jaime Mendoza Collio y Matías Catrileo, por la espalda y que involucró a dos integrantes del GOPE (Grupo de operaciones policiales especiales de carabineros), la institucionalidad de carabineros ha tratado de encubrirlos, refiriéndose a “enfrentamientos” y dando fe a falsas coartadas señaladas por los hechores.

Asimismo, coincidentemente, principalmente desde las directrices del diario el mercurio de Agustín Edwards, un civil que sigue en la impunidad a pesar de todas sus responsabilidades en violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura militar y de los montajes, conspiraciones y cortinas informativas para menoscabar y desviar las atenciones de situaciones de fondo con respecto a las movilizaciones y protestas sociales que exigen reparaciones de tierras, situándolas Edwards como “terrorismo Mapuche” o “violencia rural”. Asimismo, ha sido activo en dar cobertura a encubrimientos de los asesinos de jóvenes Mapuche.

Este miércoles 29 de octubre de 2014,  fue asesinado a metros de la puerta de su casa el comunero mapuche Víctor Mendoza Collío  en la comunidad Requem Pillan, al interior de la localidad de Pidima, comuna de Ercilla, IX región. El comunero recibió un disparo mortal de escopeta en la clavícula. Mendoza era werken de su comunidad que se encontraba en un proceso de recuperación de tierras ancestrales. Según su familia y miembros de la comunidad esto se trató de un asesinato perpetrado por desconocidos y no por una riña o enfrentamiento entre comunidades como se ha dicho.

Por su parte, medios comerciales informativos señalaban que el hecho se habría tratado de “un conflicto entre comunidades”. El diario el Mercurio publicaba: “La policía pesquisaba esta noche un incidente ocurrido en una zona cercana a Ercilla, en la Región de La Araucanía, en el que resultó muerto un comunero mapuche”. Agrega: “La víctima fue identificada como Víctor Manuel Mendoza Collío, de 46 años de edad. Falleció en el área de la comunidad Requén Pillán”. Continúa señalando: “De acuerdo a los primeros reportes desde la zona, el hecho se relacionaría con un enfrentamiento entre comunidades indígenas”.

Cabe consignar que Rodrigo Melinao Licán, fue asesinado el 6 de agosto del 2013. Asesinato que aún sigue impune. Rodrigo fue rematado en cercanías de su casa ubicada al interior de la comunidad Rayen Mapu, en proceso de recuperación territorial, del Lof  Lolokos, en el sector de Pidima, comuna de Ercilla. Su cuerpo fue encontrado por su familia con impactos de escopeta, en el mismo lugar se encontraron los cartuchos y se estableció que le dispararon a poca distancia.

¿Qué se desprende?
Los asesinatos de jóvenes y comuneros Mapuche se han enmarcado con el propósito de instalar al interior de las comunidades estados de pavor. Asimismo, de polarizar y generar un ambiente de mayor tensión en los territorios donde se están sosteniendo procesos de recuperaciones de tierras por parte de comunidades Mapuche y que involucra los intereses de latifundistas de corte colonialistas y de empresas forestales, aliados de Agustín Edwards, dueño del Mercurio. El ambiente termina por perpetuar mayores actos represivos y mayor presencia de agentes policiales militarizados en los territorios.

Nuevamente aparecen cortinas que buscan desviar la atención sobre posibles responsabilidades. La ligereza de medios irresponsables en situar los hechos como “enfrentamiento entre comunidades indígenas”, como vocifera el Mercurio y otros medios que replican, no aparecen como actos casuales o de incompetencia periodística, sino como actos planificados.

Los hechos nuevamente ocurren en zonas donde existe una alta presencia y control policial, por parte de fuerzas represivas de carabineros y, quienes principalmente se han salido de todo protocolo y procedimiento en allanamientos o desalojos, han sido principalmente integrantes del GOPE.

Cabe consignar que para el asesinato de Jaime Mendoza Collio el 12 de agosto del 2009, quien participaba desarmado de las acciones pacíficas en los procesos de recuperación de tierras y que involucraba los intereses de empresas forestales como Mininco y Arauco, fue perseguido por varios kilómetros para luego ser asesinado con disparos por la espalda. Su asesino, Miguel Jara Muñoz, miembro del GOPE (Grupo de operaciones policiales especiales de carabineros).

El diario El mercurio dio amplia cabida a la tesis del “enfrentamiento” y al actuar del carabinero en legítima defensa. Un año más tarde, ante las comprobaciones de montaje y alterar medios de prueba, el medio de Edwards daba cabida informativa al general de carabineros de la zona: “El nuevo general jefe de la Novena Zona de Carabineros, Iván Bezmalinovic, descartó la existencia de un montaje por parte de personal del GOPE en la muerte del comunero mapuche Jaime Mendoza Collío, ocurrida en 2009 durante un enfrentamiento”, publicaba así el 24 de noviembre del 2010.

De acuerdo a las pericias e investigaciones, el GOPE había disparado su propio casco y chaleco antibalas para hacer creer que había sido un enfrentamiento. El Mercurio y el general Bezmalinovic, hoy represor en la Región de Bio Bio, insistían en que había sido un “enfrentamiento” y en “legítima defensa”.

Situación muy similar ocurrió con Matías Catrileo, asesinado por la espalda por el GOPE Walter Ramírez. El Mercurio publicaba el 4 de enero del 2008: “Comunero mapuche, Matías Catrileo, muere en enfrentamiento con Carabineros en el sector de Vilcún, en la Novena Región”.


Lo ocurrido con Rodrigo Melinao el 2013 y ahora con Víctor Mendoza Collio, se trataría de un nuevo modus operandi y que involucraría a asesinos mercenarios de alta preparación para escabullirse, actuar en la noche y matar cobardemente.

¿Qué relaciones mantienen ciertas jefaturas del GOPE y de Carabineros con Agustín Edwards dueño del Mercurio y presidente de la Fundación Paz Ciudadana?

¿Qué relación hay con unos panfletos aparecidos hace algunas semanas en la zona de Arauco (Región del Bio Bio) con el símbolo de patria y libertad, anunciando el asesinato o mutilación de “cualquier Mapuche”?

Es inconcebible que Gustavo Villalobos, actual director de la agencia nacional de inteligencia, continúa en su cargo, no solamente por incompetencia al no precisar y dirigir análisis e investigaciones al interior de ciertos poderes fácticos y mercenarios, sino a esta altura, por tantos años de complicidad, al no aportar en lo absoluto al esclarecimiento de evidentes contubernios entre ciertos sectores empresariales con agentes estatales policiales en los asesinatos de comuneros Mapuche.

Más de alguien dirá que no es prudente realizar tesis o conjeturas y polarizar aún más el ambiente, aunque sea evidente las responsabilidades, sin embargo se guarda silencio cuando ciertos agentes, sicarios y  Agustín Edwards, conspiran, mienten y acusan falsamente a integrantes del Pueblo Mapuche movilizado.

Alfredo Seguel


FUENTE: EL CLARIN

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