sábado, 15 de febrero de 2014

A un mes de la asunción del nuevo gobierno: todo comienza a tomar cuerpo

15/02/2014 |
Por Luis Casanova
Mientras la Nueva Mayoría se esfuerza por controlar el costo que han originado algunas de las designaciones de autoridades, a un mes de instalarse el nuevo gobierno, sólo resta el puntapié inicial de una gestión que antes de comenzar recibió más “fuego amigo” que de la futura oposición. Con su majestad el programa como madre nodriza, sólo resta esperar que el proceso de cambios que se prometieron en la campaña parta desde el día uno.
Con la designación de los ministros por parte de la presidenta electa, Michelle Bachelet, se dio inicio a la "brillante" instalación del gobierno de la Nueva Mayoría. Instalación que a poco andar con las otras designaciones, subsecretarios e intendentes, fue perdiendo un poco de ese brillo y sufriendo traspié que han puesto en dudas la prolijidad en los nombramientos de algunas nuevas autoridades.
 
Por ahora, los conflictos se han producido en los casos de tres subsecretarios y de un intendente entre los designados por la presidenta, donde las dudas superan las expectativas que las nuevas autoridades debieran inspirar. Ha sido en muchos de esos casos mayor el "fuego amigo" que las críticas emanadas de la derecha, la que aún no se repone de sus propias heridas.
 
A nivel ministerial, los integrantes del gabinete, pasaron la "prueba de la blancura" y más bien generaron en algunos casos sorpresas, como la designación de Rodrigo Peñailillo en Interior, Ximena Rincón en la secretaría general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre en Educación, Helia Molina en Salud, Alberto Arenas en Hacienda y José Antonio Gómez en Justicia, las que en general fueron bien recibidas.
 
No aconteció lo mismo con la designación de los subsecretarios. Apenas el futuro vocero del Palacio, Álvaro Elizalde, leyó los 32 nombres, partieron las críticas emanadas de diversos sectores. Primero recayeron en la designada subsecretaria de educación Claudia Peirano, por un presunto conflicto de interés y su aparente poco compromiso con el programa presidencial, justamente en materia de gratuidad de la educación, pilar del futuro gobierno.
 
Las críticas fueron subiendo de tono y si bien partieron entre los estudiantes y ex dirigentes estudiantiles, abarcaron luego al gremio del magisterio e incluso a "camaradas" de la cuestionada subsecretaria, que rápidamente le quitaron el piso. Al declinar su designación, lo que la misma afectada diera a conocer, si bien aquietó temporalmente los ánimos, ya la polémica ya se había instalado respecto de otros dos subsecretarios.
 
A Peirano se le enrostró la propiedad de una agencia de Asistencia Técnica Educativa (ATE) que presta asesorías externas a establecimientos con alumnos en riesgo social, siendo una de ellas la red de colegios Crecemos, que tiene como dueño a Walter Oliva, ex vicepresidente de la falange, ex candidato a diputado y ex esposo de Peirano, quien negó la cercanía personal entre ellos.
 
Al designado subsecretario de Bienes Nacionales, Miguel Moreno (PR), se le cuestiona por haber sido formalizado por "ofensas al pudor" en 2011. Aunque fuera sobreseído, quedó la mancha en sus antecedentes que abrió un nuevo flanco de críticas a la falta de prolijidad en los nombramientos.
 
Poco ha importado que la propia afectada haya declarado públicamente que no podría confirmar si fue Moreno el autor de las tocaciones impropias: ya el cuestionamiento se instaló, al parecer de manera definitiva, más allá de la inocencia o no del imputado.

Así de graves fueron también las críticas al designado subsecretario de Agricultura, Hugo Lara (DC), a quien se le enrostran una serie de acciones judiciales, civiles y penales que se han ventilado y tramitan en distintos tribunales por causas de origen económico.
 
En el caso del nombramiento del ahora solo probable futuro Intendente de Tarapacá, Mitchell Cartes (PS), las imputaciones se basan en un sumario que le afectó por presuntas irregularidades mientras desempeñaba un cargo público en la Dirección de Vialidad de Tarapacá. Su mayor detractor, y que incluso ha amenazado con querella criminal en su contra, ha sido el diputado PC Hugo Gutiérrez.

Rescatando al soldado Ryan
 
Planteado el conflicto, planteada la solución, pareciera ser la máxima que el futuro gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría han asumido. Por el lado del gobierno entrante, ha sido comisionado en la solución de la crisis y en aplicar estrictas reglas de calificación de nuevas autoridades el futuro subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien con un equipo de personeros cercanos al futuro ministro Peñailillo, se encuentra encargado de la revisión minuciosa de los antecedentes. Los partidos se han allanado a aplicar "lupa" en la proposición de nuevos funcionarios.
 
Es un secreto a voces que más de una carta de declinación al nombramiento ya se encuentra redactada por más de uno de los cuestionados subsecretarios, lo que acarrea el inconveniente de ir "desgranando el choclo" de a poco, lo que no está en el ánimo del futuro gobierno. Ello habría llevado a Aleuy a frenar las iniciativas individuales para darle una solución integral al conflicto.
 
Ha sido justamente este personero quien se ha hecho cargo de asumir la contención del conflicto desatado por la "poca prolijidad de los nombramientos", como lo calificara el electo senador Felipe Harboe. Por lo pronto, las nuevas designaciones de gobernadores, jefes de servicios y directores de las principales empresas estratégicas del Estado, como Codelco, se encuentran sujetas a un estricto scanner de excelencia, probidad e imagen.
 
Su majestad el programa
 
Más allá de los nombres escogidos y de los sesgos ideológicos, políticos o técnicos que involucra una nueva administración, existe un concepto que está llamado a ordenar cualquier intento de desmarque o salida de libreto: "el cumplimiento del programa".
 
La secretaria de Estado y actual directora ejecutiva de "Educación 2020", Adriana Delpiano, insistió en el tema de la "gratuidad" y la meta destinada a cumplirla en "determinados plazos de años" y que más allá de alguna suspicacia o crítica" que provoca la presencia del otrora titular de Hacienda en esta importante cartera, en los hechos "fue muy bien recibido" y "sabe de educación" al igual que la nueva subsecretaria designada, Valentina Quiroga.
 
Sugerencia número uno: "reunirse con los dirigentes universitarios y generar confianzas".
 
"Es injusta la crítica de antemano", comentó a Cambio21 la diputada y senadora electa de la DC Carolina Goic. A su juicio, "lo que hay que esperar es el desempeño de los ministros. Es infundado, porque nosotros tenemos un programa súper claro y la tarea de los secretarios de Estado es cumplirlo desde el primer día".
 
"Sólo pasados unos meses uno puede pronunciarse respecto de los objetivos, que son claros y ambiciosos en términos de modificación de reformas profundas, en particular educación", agregó.
 
El gásfiter
 
Gloria de la Fuente, analista de la Fundación Chile 21, le asignó un fuerte "peso político" al tándem de subsecretarios, sumado a la posibilidad de "generar más equilibrios partidistas. Son más cargos, por ende, está la chance de integrar a más sectores de la Nueva Mayoría".
 
La experta aseguró en estas líneas que para enfrentar las críticas previas, "hay que aplicar la máxima que dice que por sus obras los conoceréis. Se debe entregar el beneficio de la duda".
 
"Mucha gente entendió en este país que estamos en una nueva etapa, lo que implica necesariamente hacer algunos giros. Es decir, llegar al convencimiento de que la forma de actuar de la Concertación en sus primeros 20 años no tiene por qué ser la obra de las próximas dos décadas. Por ejemplo, hay personeros que pertenecen a un sector político que ha estado en contra de muchas cosas, pero que hoy son mucho más abiertos en varios temas. Otra cosa: ser economista no significa ser neoliberal", explicó.
 
Como sea, la profesional da por cierto que "acá ganó la política por sobre la técnica. No hay perfiles técnicos, son personas que están vinculadas a la política que entienden el desafío que se les viene por delante".
 
Y hablando de integración, el diputado de la Izquierda Ciudadana (ex Izquierda Cristiana) Sergio Aguiló, reiteró dos elementos: "la muerte de la Concertación y el examen acucioso respecto de la lealtad completa con el programa de gobierno".
 
"Yo no hablaría de equilibrios en los nombramientos de ministros, subsecretarios, intendentes, jefes de servicios, etc., sino que del principio que señala que estamos en un gobierno de coalición, al igual que en Francia, Suecia, Noruega y en cualquier parte del planeta donde se incorpora a los integrantes de un bloque. Se acabó lo monocolor, como sucede en los países en los que hay gobiernos unipartidistas, que es donde un partido único gana una elección y arrasa con todo", manifestó a este medio.
 
El ex socialista advirtió que al ser "siete organizaciones", la idea es que "haya consideraciones para todas, lo que incluye el criterio técnico... Con todo el respeto que se merece un gásfiter, no puede estar a cargo del ministerio de Salud. Tampoco es bueno que un médico se ponga a reparar las cañerías de una casa", ejemplificó.
 
No es malo
 
Mientras la expectativa crece a medida que se acerca el 11 de marzo, apareció la primera medición sobre el gabinete inicial de Bachelet.
 
El trabajo, elaborado en efectuado en conjunto por Cooperativa, Imaginaccion y la Universidad Central, trajo como resultado que el 55,7% de los chilenos creen que los futuros ministros responden a un criterio de "renovación".
 
Más indicadores: el 56,6% opinó que los nominados responden directamente a la "confianza" presidencial; el 40,1% expresó que están más "en sintonía" con las entidades de la Nueva Mayoría; el 54,7% consideró que el equipo "será capaz" de cumplir los compromisos de campaña (el 42,4% no lo ve posible) y el 76,7% estimó que "no es un problema" que el Partido Comunista entre al gobierno (con Claudia Pascual en el Servicio Nacional de la Mujer).
 
Como para pensar que se partió con el pie derecho... al menos por ahora.
 
Luna de miel aliancista
 
Primero fue la senadora ex RN (ahora de Amplitud), Lily Pérez, que en una entrevista concedida a Cambio21 anticipó que apoyará cualquier proyecto de ley que provenga de Bachelet mientras tenga un profundo contenido social.
 
Y en segundo lugar, fue el turno de la diputada de la UDI Marisol Turres (foto), que en este espacio defendió a la subsecretaria de Educación, Claudia Peirano, ante la opción que el gobierno "tenga varias visiones. De paso, destacó el arribo de Sergio Galilea a Obras Públicas y el aporte que realizaría en regiones -por su carácter de "puertomontino"- respecto a la "conectividad en los sectores rurales".
 
"En los cargos más políticos hay gente con experiencia y es bueno que así sea, porque permite un buen diálogo con el Congreso. Hay personas con las que nos entendemos mucho, tanto técnica como políticamente. Está la ministra de Salud, que no conozco personalmente, pero al ver su currículum me di cuenta que es un mujer académica y experta en el ejercicio de la profesión, lo que debiera entregar confianza en el sistema público más que en el privado", expuso.

"Aliados estratégicos"
 
Luego de una campaña electoral plagada de críticas a la candidatura de Bachelet, el Partido Progresista que lidera el ex presidenciable Marco Enríquez-Ominami (foto) optó por cambiar el switch y declararse en estado de "ayuda", por cierto, si la nueva gestión "hace una reforma tributaria para costear la educación pública y gratuita, si pone en cuestión el FUT y si es capaz de mantenerse firme en sus compromisos de palabra", como lo señaló en una entrevista.
 
¿Cómo será la colaboración si el PRO no tiene representación parlamentaria y no será parte de la administración bacheletista? Camilo Lagos, secretario general de la colectividad, se aferra a la "agenda común" ligada a los cambios y transformaciones que se esbozaron en el programa de gobierno, motivo por el cual se define como un "aliado estratégico" de la coalición.
 
Pero ojo, "si en la agenda se imponen los sectores más conservadores, que los conocemos y desconfiamos de ellos, los progresistas van a estar impulsando junto a los movimientos sociales un verdadero esquema de transformaciones. En ningún caso nos calificamos de oposición, porque no nos interesa ese calificativo".
 
Una cosa es reconocer que "hemos tenido diálogos y conversaciones no formales" con la Nueva Mayoría y otra muy distinta es dejar pasar el episodio Peirano. "Sería bueno conocer cuál es la prioridad para el equipo que encabeza el próximo gobierno en materia educacional", alegó.
 
FUENTE:  CAMBIO 21

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