Carmen Hertz, abogada de derechos humanos: miniserie Ecos del Desierto obligó la intervención del Consejo de Defensa del Estado
02/03/2014 |
Por Oscar Reyes P.
La profesional, que desde hace 40 años es una de las caras más visibles de la búsqueda de justicia para las violaciones de los derechos humanos, critica al Consejo de Defensa del Estado por dilatar innecesariamente el cierre del sumario en el episodio Calama de la Caravana de la Muerte. Fue ahí murió su marido, Carlos Berger, cuyos restos recién fueron identificados en enero pasado.
El 11 de septiembre de 1973 la abogada Carmen Hertz tenía 26 años y vivía en Calama junto con su marido, Carlos Berger -también abogado, periodista, director de la radio El Loa de Chuquicamata y militante comunista desde su juventud-, y el hijo de ambos, Germán, de diez meses.
Las palabras no bastan para describir lo que significaron el golpe militar y la temeraria acción del esposo, de no interrumpir las emisiones una vez que los militares dieron esa orden tras tomar el poder, que le valieron unas horas de prisión ese mismo día, el allanamiento de su casa en busca de armas y la condena a 60 días de arresto que dictó la corte marcial en su contra. Lo peor estaba por venir. El horror.
A días de salir en libertad por conmutación de la pena que le quedaba, Berger fue uno de los cinco ejecutados el 19 de octubre de 1973 en Calama, en el marco de la Caravana de la Muerte que encabezó el general Sergio Arellano Stark, comitiva del Ejército de Chile que tuvo la misión de recorrer el país para revisar la situación de los procesos de los detenidos después del 11 de septiembre de 1973. Su misión era "agilizar" el desenlace.
Más de 40 años después, en enero pasado, sus restos fueron individualizados tras hallarlos inhumados en una fosa ilegal camino a San Pedro de Atacama.
"Fueron los restos de los restos, de los restos que se les cayeron a estos encubridores cuando fueron removidos de la fosa clandestina. La sensación que se tiene es por cierto de una profunda tristeza y también de una rabia, si se pudiera decir así. Porque todavía no alcanzamos la justicia. Estamos en un tránsito por la justicia, que ha sido una senda llena de obstáculos, de dificultades que le hacen mal al país", dijo Hertz a CNN.
La abogada ha dedicado incansablemente las cuatro últimas décadas a buscar el cuerpo de su esposo y justicia para él y para las miles de víctimas de los derechos humanos durante la dictadura.
"Lo que se abrió con estos crímenes hace 40 años fue la destrucción de muchas vidas, de muchas personas, entre ellas la de mi marido, que recién había cumplido 30 años, y de una familia, de sueños y de un futuro y eso no tiene una reparación ni un fin. Va a seguir a lo largo de la vida de mi hijo, la vida mía, de sus hermanos y sus padres (...) las etapas se van a cerrar cuando haya justicia", agregó.
Para Carmen Hertz, que se haya dado con parte del cuerpo de su esposo, no cierra un ciclo. Comienza uno en que la abogada busca que la verdad se conozca.
-¿Cuáles son los siguientes pasos que se tomarán?
-El episodio "Calama" del proceso por los crímenes de la Caravana de la Muerte es el más atrasado en términos de Justicia, no obstante ser la causa que acumula la mayor parte de la investigación. Este proceso lo instruyó el fallecido Ministro Víctor Montiglio en forma muy rigurosa y completa. Procesó a los perpetradores, cómplices y encubridores de la masacre.
-¿Por qué cree usted que no se ha podido cerrar el sumario en el "episodio Calama" de la Caravana del a Muerte?
-Desde el fallecimiento del ministro Montiglio, ocurrida en marzo de 2011, la causa ha pasado de mano en mano, cambiando de ministro instructor que no tenían dedicación exclusiva, factores que unidos a la negligencia inexcusable de los últimos ministros instructores, ha derivado en una denegación de justicia escandalosa, un proceso que lleva 16 años abierto. La causa la lleva actualmente y desde hace casi dos años la Ministra Patricia González.
-¿El Consejo de Defensa del Estado ha participado para acelerar el proceso?
-Durante años no ha hecho nada en la causa, a pesar de ser parte, a raíz de la visibilidad social de estos crímenes. Se apersonó solicitando una diligencia totalmente inútil, el certificado de defunción del médico Luis Rojas, quien era el director del Hospital de Calama al momento de la masacre, quien murió en Mendoza. La ministra, atendiendo que hemos pedido el cierre del sumario en múltiples ocasiones , no dio lugar a esa diligencia y el CDE apeló, lo que significa que el proceso puede estar meses en la Corte, sin posibilidades de cerrar el sumario. La chambonería del CDE es grotesca, se meten ahora y sólo para dilatar. De persistir esta vergonzosa situación, los abogados querellantes demandaremos al Estado de Chile por denegación de justicia e incumplimiento de sus obligaciones internacionales.
-¿Usted cree que el CDE lo está dilatando innecesariamente?
- El CDE, parte en esta causa, no ha realizado actividad alguna en los últimos años. Después de septiembre último, a raíz del impacto de la conmemoración de los 40 años del golpe y en particular, del remezón social que significó "Ecos del Desierto", al dar a conocer los crímenes de la Caravana de la Muerte, se vieron obligados a hacer algo. Es tal la falta de pulcritud y acusiocidad, que la abogado encargada pidió cualquier cosa, esa diligencia totalmente irrelevante, que sin embargo ha significado tener paralizada la causa.
-¿Qué tanto podría demorar esto las cosas?
-La causa está en tabla en la Corte de Apelaciones y ahí podría demorar varios meses más. Esto demuestra la nula importancia que le dan al proceso, la frivolidad extrema con que actúan y la falta de respeto con las víctimas de crímenes de lesa humanidad.
Verdad y justicia
-¿Cree que con la identificación de los restos de su marido se cierra un ciclo?
-La identificación no cierra etapa alguna. Como consecuencia de la investigación criminal, amén de la que hemos realizado los familiares, se han podido determinar las circunstancias de la masacre, quiénes participaron, cómo los arrojaron a una fosa clandestina, ubicada en 1990 por los familiares camino a San Pedro de Atacama, y cómo los removieron a fines de 1974 para arrojarlos al mar. En ese operativo de encubrimiento bárbaro participaron altos oficiales de los regimientos de Antofagasta y Calama. La identificación actual se realizó sobre los restos óseos que se les cayeron a los encubridores.
-¿Espera que la Justicia logre atrapar a los responsables directos de la tragedia?
-Está identificación sólo da cuenta de la naturaleza perversa, brutal y cobarde de los métodos de exterminio de la dictadura. La Caravana de la Muerte comandada por el general Arellano Stark fue ordenada por Pinochet y estos crímenes le significaron el primer desafuero y posterior procesamiento a su traída desde Londres. Después eludió la acción de la justicia invocando una supuesta demencia senil, camino que siguió Arellano, quién está "diagnosticado" con Alzheimer y alcoholismo crónico, por tanto, inimputable. Sólo la verdad, la justicia y la memoria permitirán a esta sociedad reconstruirse de manera decente, ya que el exterminio no sólo afectó a las víctimas que lo padecieron, no sólo a sus familiares, sino que ofendió a la sociedad en su conjunto y a la conciencia civilizada de la humanidad, por eso se regulan como crímenes contra la humanidad.
"Fue como si resucitara un poco"
La miniserie "Ecos del desierto", de Andrés Wood, fue emitida los días 9, 10 y 11 de septiembre del año pasado en el contexto de diversos programas que se realizaron para conmemorar los 40 años del golpe militar. Es un relato de la vida de Carmen Hertz.
"De alguna forma, fue como rescatar algo de vida, en el caso mío y de Carlos... fue como que él resucitara un poco. No es fácil describir mi sensación, pero fue muy emotivo, por cierto", dijo entonces la abogada.
Una parte del programa está centrado en su juventud, en los años 70, donde es interpretada por María Gracia Omegna y se muestra el golpe militar y el paso de la Caravana de la Muerte, que recorrió el país a finales de 1973 y que terminó con 97 personas asesinadas.
La otra parte está ambientada entre los años 1985 y 2000, con la actriz Aline Kuppenheim, y se enfoca principalmente en su trabajo como abogada de derechos humanos y las continuas amenazas que recibió por parte de la policía secreta de la dictadura.
FUENTE: CAMBIO 21
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