El hijo del “Mamo” Contreras las ve negra:" Creo que mi papá va a morir luego. Estoy esperando el llamado telefónico”. Dice que Piñera “es más que un traidor”
26/03/2014 |
Por Verónica Romero
El hijo del ex director de la DINA, Manuel Contreras Sepúlveda, preso en Punta Peuco por crímenes de lesa humanidad, en entrevista con Cambio21 comentó los hechos que llevaron a su padre a prisión. Manuel Contreras Valdebenito nos dijo cómo ha sido su vida desde entonces, su resquemor con Piñera y refuta dichos de su hermana Mayte sobre la situación de su padre, que está condenado a más de 300 años de cárcel.
Manuel Contreras Sepúlveda está condenado a más de 340 años de cárcel en Punta Peuco, en las afueras de Til Til, recinto creado en forma especial para los militares violadores de derechos humanos. Su hijo, Manuel Contreras Valdebenito dice que el traslado ordenado por Piñera, de los presos desde el penal Cordillera en Peñalolén a Punta Peuco, les cambió la vida a los familiares de los reclusos y a los detenidos por delitos de lesa humanidad. "Fue una mariconada" dice a Cambio21, refiriéndose a la decisión del presidente Sebastián Piñera.
Después de diversos contactos por correo electrónico, accedió a conversar en persona con nuestro diario digital. El sitio para el encuentro, elegido por él, un restaurante de comida rápida en las cercanías del Parque Arauco, en la comuna de Las Condes. Puntualmente llegó al lugar caminando solo, vistiendo deportivamente, camisa negra y lentes de sol.
De contextura gruesa, gesticulando durante las respuestas, se le nota tranquilo, salvo cuando se le tocan temas que lo descomponen, por ejemplo cuando se refiere a Sebastián Piñera. En casi una hora de conversación tocó todos los aspectos que en estos momentos forman parte de su vida presente, sin desechar ninguno.
¿Qué significa ser hijo de Manuel Contreras?
Hoy es muy difícil, porque muchas veces tengo que ocupar mi segundo nombre. Me afecta cuando me reconocen en la calle. Es muy difícil vivir en este país con este nombre por la historia de mi padre, no se lo doy a nadie.
¿Qué tipo de problemas le ha traído?
Más bien laboral, porque nadie me contrata. Tengo que conseguirme trabajos de forma particular, con amigos o hago escritos, porque soy historiador, pero cuando mando mi currículo nunca me han respondido. Amigos me han dicho que no he quedado porque soy hijo de mi padre. Empresas de gente de derecha no me contratan porque no quieren problemas con la prensa, porque me asocian mucho a mi padre y para ellos es vedado.
¿Alguna vez le preguntó a su padre por los crímenes que se le imputan?
Una vez le pregunté a principios de los 90. Le pregunté qué significaba el tema de los desaparecidos, porque tanto la Fuerza Aérea, el Ejército, la DINA, el CNI, el Comando Conjunto, todos tienen detenidos desaparecidos y no me respondió. Me dijo que era un tema en el que yo no tenía que meterme y que él no quería hablar. Me dijo que no le preguntara nunca más.
¿Cómo fue que su padre llegó a ser director de la DINA?
Mi padre trajo un organigrama desde Estados Unidos, que le mostró a Pinochet y el año 73 le pidió que lo mostrara ante la Junta de Gobierno. Mi padre dijo que para formar una organización de inteligencia nacional tenían que estar todos presentes, no podían ser sólo las Fuerzas Armadas. Había que ocupar a Carabineros, Investigaciones y Gendarmería. Todo esto debía estar a cargo de un general. En ese tiempo mi padre era sólo comandante, pero Pinochet dijo que él debería estar a cargo.
¿Cómo fue el proceso de la detención y juicio de su padre por todos los crímenes que se le atribuyen?
Yo lo esperaba venir. En los años 90, ningún militar pensó que iban a salir los juicios y las detenciones. Pinochet pensaba que era intocable, pero cuando se fue a Inglaterra y cayó preso se dio cuenta que no era así. Luego que Izurieta (ex comandante en Jefe del Ejército) entregara los nombres de toda la gente de la CNI y la DINA y de todos los que habían actuado en este tema (crímenes de derechos humanos), yo me sentí triste. Me da rabia, pena e impotencia porque la herida sigue abierta. Siento como que este país quiere que mi papá muera y después de eso lo van a dejar tranquilo.
¿Qué piensa sobre el traslado de su padre al penal Punta Peuco?
Para mí fue una mariconada de Piñera. Me enterado que él es un hombre obsesivo por las encuestas y pensó que le iba a ir bien si se iba en contra de los militares presos.
¿Qué piensa de las imágenes que se mostraron del traslado de su padre?
Las cámaras que filmaron no son de Gendarmería, sino de una empresa ligada a Piñera y él la mandó a grabar y se la entregó a la Corte para justificar el traslado.
¿Qué sintió cuando vio las imágenes?
Horrible. Ahí sí que me dolió porque sentí que perdí a mi padre, porque los ocho años que llevaba en el penal Cordillera, estaba en un lugar digno, que le permitía poder ir a dializarse. Ahora mi padre tiene una hernia en la tercera vértebra en la columna y los viajes tan largos para ir a realizarse su tratamiento lo tienen mal. Si llega a quedar inválido, ahí sí que Piñera va a recibir una querella.
¿Cómo ha cambiado el sistema de visitas?
Antes tenía un compromiso de verlo todos los sábados para conversar una hora solos, pero me lo quitaron, ya que ahora nos dan cinco visitas por mes y solamente un día en la semana. Piñera nos quitó un día y el día que era de semana y mi padre está en diálisis acompañado de un gendarme armado. Fue el más carajo de los Presidentes. Bachelet tenía un poco más de moral para apretar, ya que estuvo presa, su madre igual y su padre falleció y no lo hizo. Pero Piñera no.
¿A qué se refiere con eso?
A que Piñera pasó toda la época de la UP en Harvard, llegó a Chile y se hizo rico y Pinochet no lo ayudó en un banco en los ochenta porque era demócrata cristiano. Llegó a senador porque compró la senaduría en un millón de dólares a Renovación Nacional, porque la DC no le iba a dar el cupo. Después llega a Presidente con los votos de nosotros. Nos mintió en el Círculo Español. Después abrió más de 1.300 causas en el Instituto de Derechos Humanos. Es una persecución implacable.
¿Usted dijo que era Piñera un traidor?
Es más que un traidor. Porque nunca fue del lado nuestro. Los militares no somos políticos, pero sí tenemos ciertos valores culturales, pero a Piñera lo considero un tipo que es un camaleón, que es un reptil que cambia de color según donde esté, y además es vanidoso; para mí es despreciable. Además su mujer, desde que entró a la presidencia, en varias entrevistas se encargó de denigrar a mi padre, sin que le hubiéramos hecho nada. ¿Qué le hizo mi padre o el gobierno militar a Piñera? Nada.
¿Qué cree que puede pasar con su padre durante el gobierno de Bachelet?
No creo que cambie nada. Todo va a ser igual, porque las condiciones son duras y satisfacen al Partido Comunista. Yo creo que mi padre va a morir luego. Estoy esperando el llamado telefónico solamente. Está claro que no lo van a llevar a un hospital ni lo van a devolver al Penal Cordillera, no le van a cambiar las condiciones en que está. Voy a esperar que digan que murió y espero enterrarlo en forma privada si es que puedo.
En relación a la carta que su hermana envió a El Mercurio donde pide que dejen tranquilos a los militares presos. ¿Usted está de acuerdo con sus dichos?
No. La verdad es que nosotros somos muy independientes como hermanos. Eso que dijo mi hermana es como un desahogo, pero eso le encanta a la gente que nos odia. Vernos destruidos, llorando y pataleando. Yo no soy así.
¿Qué habría hecho usted?
Yo no habría hecho nada, no habría escrito la carta, la habría hecho menos llorona, un poco más dura, un poco más fuerte, no tan sentimental, porque eso hace que la gente que nos odia piense "qué bueno, los hicimos sufrir".
Y sobre la carta que envió el ex alcalde Cristián Labbé al mismo medio ¿qué opina?
No sé a qué derecho se pueda referir Cristián. Quizás hay un sentido de vejación, de humillación en cuanto a que mostraban los carnet de identidad, los sacaban uno por uno. Hay otro sentido, que no sé si podrá ser el de la honra. No veo que haya una vulneración de los derechos, pero sí veo un aprovechamiento político de una causa administrativa que estaba en un momento judicial, porque los tiempos coinciden. Sale la negación de la Corte de Apelaciones al recurso de protección y a la semana aparece este reportaje que no tenía de adonde ni para qué. Si uno lo explica históricamente, no hay motivo, pero sí lo hace políticamente. Ya con esto Piñera se respalda, Bachelet queda tranquila y el Partido Comunista se saborea.
FUENTE: CAMBIO 21
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