jueves, 23 de agosto de 2012


¡¡Que fácil es hacer primarias cuando se saben los ganadores y los perdedores!!

Por Guillermo Arellano
Bachelet y Golborne ganarán los respectivos procesos internos en la Concertación y la Alianza y, por fuera, MEO, Parisi y Tomás Jocelyn-Holt (si consiguen reunir las firmas para oficializar su candidatura) estarán en la papeleta 2013. ¿Para eso tanto barullo con el misterio de las primarias?
Para el sector bacheletista, la encuesta publicada por el Centro de Estudios Públicos el pasado martes marcó un claro punto de inflexión: si la elección presidencial fuera elpróximo domingo, la ex mandataria Michelle Bachelet ganaría en primera vuelta.

De lejos miran el mejor ranqueado de la derecha, el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, el ex diputado Marco Enríquez-Ominami, el titular de Defensa, Andrés Allamand, y el economista Franco Parisi.

No hay que haber estudiado en Harvard para entender que si la lógica de impone nuevamente Bachelet será jefa de Estado. Más aún, se comente en el análisis político que sólo errores de marca mayor provocarían el derrumbe de la funcionaria de Naciones Unidas, porque de plano se descarta su no comparecencia.

Traducido al español: "no tiene por qué acelerar su retorno, al contrario, tiene que venir tanto más cerca de la elección primaria" de 2013, señala el diputado PPD Pepe Auth. "Si pudiera, Bachelet querría retrasar su regreso a Chile para el día mismo de la próxima elección presidencial", agrega el analista Patricio Navia.

Con los hechos consumados, esto es la ventaja que lleva la doctora PS en las encuestas, se hace fácil la realización de una primaria. Primero, no hay díscolos como el 2009, cuando MEO alegó espacios en el socialismo y se presentó por fuera contra Frei. Segundo, hay pingos dispuestos a correr una carrera que saben que van a perder (Gómez, Orrego o Rincón y Velasco) sea cual sea la modalidad. Tercero, el proceso puede servirle a los partidos para recuperar apoyo ciudadano, por ende, todos colaborarán. Y cuarto, por fin se terminará el misterio sobre Bachelet y la forma cómo responderá a las críticas de la derecha sobre lo que fue su gobierno.

También hay algunos riesgos. a) Con un resultado a todas luces previsible se puede producir un relajo que lejos de movilizar a las bases de la Concertación, la haga decaer. b) Mucho ojo con las negociaciones tras bambalinas. "Se requiere un equipo para gobernar, pero no sólo desde el punto de vista de la repartija del botín, sino que en base a un proyecto", advierte el analista Andrés Jouanett, quien destaca que "la Concertación como estructura burocrática, por llamarla de alguna forma, tuvo que haberse reestructurado hace mucho tiempo, porque para gobernar se necesita mucho más que una figura". c) Cuidado con que el debate contra Bachelet en vez de fortalecerla, la debilite. Es cierto, Rincón u Orrego, Velasco y Gómez van a hacer lo indecible para subir sus bonos, lo cual podría poner en aprietos a la ex presidenta y agudizar las críticas de la Alianza. Confrontar ideas puede terminar con interpelaciones que después puede lamentar el sector.

En la otra vereda está la derecha y sus tres almas: la del gobierno de Piñera, que apuesta por tener a sus ministros estrella hasta donde más se pueda; la de los partidos, que tienen como fecha tope marzo de 2013 para que los presidenciables dejen el gabinete; y la de los díscolos, como el alcalde de RN Manuel José Ossandón, que optan por su salida inmediata para diferenciarse de las fracasadas políticas públicas aplicadas por La Moneda.

¿Primarias? Pablo Longueira, que nunca prendió del todo como candidato, se niega a hacerlas cuando los números son tan concluyentes a favor de Golborne; Renovación Nacional se entusiasma con sacar a la calle a Andrés Allamand; el núcleo duro del piñerismo no pierde la esperanza de tener una cartita bajo la manga con rostro de mujer (puede ser Evelyn Matthei o Carolina Schmidt, se comenta en Palacio) si hay que competir con todo; y Patricio Navia, en su momento cercano a Marco Enríquez, dice que Franco Parisi terminará compitiendo contra Golborne por la supremacía de la centro-derecha. Como estrategia no se descarta llegar con tres candidatos y estrujar y dividir el padrón electoral.

Dadas así las cosas, de aprobarse la ley de primarias obligatorias en el Congreso, Bachelet y Golborne ganarán los respectivos procesos internos en la Concrtación y la Alianza y, por fuera, MEO, Parisi y Tomás Jocelyn-Holt (si consiguen reunir las firmas para oficializar su candidatura) estarán en la papeleta 2013.

¿Para eso tanto barullo con el misterio de las primarias? ¿La gente está de verdad pidiendo primarias? ¿La Concertación cree que haciendo una primaria el año entrante se borran las culpas sobre lo que pasó el 2009? ¿La derecha tiene vocación de apoyar al ganador cuando las rencillas históricas no lograron curarse incluso estando en el poder? En síntesis, Chile se mueve para seguir donde mismo.


FUENTE:CAMBIO21

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