Frente Amplio Unitario

Jean Philippe Cretton, animador: Me molesta que la derecha no reconozca que hubo tortura

05/04/2014 |

Por María Elba Troncoso

Rompiendo viejos conceptos el conductor de Mentiras Verdaderas condenó los crímenes de la dictadura. El público respondió viralizando su video con 330 mil visitas; lo escogieron para presentar informe anual del Derechos Humanos y fue elegido mejor animador. Uno no se puede quedar callado, dijo

El 11 de septiembre pasado marcó un punto de inflexión histórico en nuestro país. A 40 años del golpe militar, Chile se vio estremecido por crudas imágenes de salvajismo y muerte y por inéditos testimonios de sobrevivientes de la dictadura.
Nunca antes el tema de las violaciones a los derechos humanos había sido expuesto sin tapujos a la hora prime de la televisión abierta y el resultado de ello fue una catarsis sin precedentes. Programas especiales se tomaron el rating, políticos de todos los colores hicieron su mea culpa y quienes aun se atrevieron a negar los hechos, fueron condenados por toda la sociedad.

El programa de mayor éxito en RedTV fue Mentiras Verdaderas, que realizó un ciclo de entrevistas que marcaron hasta 10 puntos de sintonía, que removieron las heridas del pasado y ayudaron a abrir los ojos de quienes aún no dimensionaban el alcance de la política de exterminio del régimen de Augusto Pinochet. Desde el compañero de celda del general Alberto Bachelet, niñas que sobrevivieron a Villa Grimaldi, huérfanos de la operación Cóndor; hasta Manuel Contreras hijo y Jorgelino Vergara, "El Mocito", mostraron su visión de los hechos y relataron en primera persona humillaciones, apremios y torturas que antes solo se veían en películas de terror.

El impacto de estas declaraciones caló hondo en muchos chilenos y cada entrevista se convirtió en trending topic de twitter. El 10 de septiembre, el conductor del programa Jean Philippe Cretton, saliéndose de libreto y de lo establecido, hizo un improvisado discurso político que interpretó el sentir de miles de chilenos que durante todos estos años han luchado por conocer la verdad y alcanzar la justicia.

Son sólo dos minutos y 19 segundos, pero la profunda transparencia de su mirada azul y el énfasis de su voz a ratos conmovida, hacen que el ¿hasta cuando? que planteó el periodista sea una pregunta que todavía se escucha a través de las más de 330 mil visitas que el video ha tenido en las redes sociales. A más de seis meses de su emisión, este "viralizado" se mantiene entre los contenidos más vistos de Cambio21. cl y cada día más chilenos lo reproducen a través de sus redes sociales por el mundo.

La bola de nieve

-¿Esperaba esa respuesta de los televidentes?

- Yo creo que como sociedad estábamos esperando cierta catarsis y eso sucedió, sobre todo en los protagonistas de esa época que no habían hablado nunca, por el miedo evidente y las presiones. A los 40 años, muchos se atrevieron a dar sus testimonios por crudos que fueran y eso ayudó a reconocer hechos que son parte de nuestra historia y que han estado tapados por tanto tiempo.

-¿Qué sentía al estar frente a recuerdos tan fuertes?

- Personalmente me impactó mucho, porque uno puede leer muchos libros, podemos enterarnos de lo que pasó en los informes, pero cuando te lo están contando ahí, en vivo y en directo, cuando puedes ver una expresión en los ojos, cuando puedes ver lo difícil que es escarbar de nuevo en el dolor, cuando termina un programa y se acerca un hijo a abrazar a su mamá y felicitarla por la valentía de su testimonio; son otras cosas las que influyen... te das cuenta que hay una emoción y un dolor que todavía se mantiene vivo y mientras ese dolor se mantenga vivo, imposible que se logre una reconciliación, porque no hay intensión de hacerse cargo.

-El día que envió su mensaje, ¿pensó en el revuelo que provocaría?

- Es una viralización que me ha impactado harto. Eso no estaba en ningún caso preparado, sólo que ese día tuvimos dos testimonios profundamente desgarradores y esa misma tarde había hablado en TVN el "Mamo" Contreras, diciendo que en Chile nunca había habido tortura y ante ese escenario me dio una suerte de rabia o frustración porque no se pueda entender ese dolor. No tuve que planear algo, fue súper genuino e ingenuo. Nunca pensé que se iba a generar un revuelo tal, hasta que terminó el programa y el director me abrazó y felicitó por mis palabras. Ahí me empecé a dar cuenta de lo que dije podía haber tenido una implicancia mayor.

La nueva objetividad
-¿No le preocupan las críticas o la estigmatización?

-Yo creo que la opinión es la nueva objetividad. Antes se les exigía a los periodistas ser sumamente objetivos y creo que hoy se nos exige que tengamos una opinión. Soy consciente de que para la gente de izquierda soy un facho y para los de derecha soy un bolchevique.

Yo en la vida me muevo en general por sobre las polarizaciones, siempre me han reventado los fanatismos. Para mí esobvio que uno, cuando está tratando temas constantemente, debe tener una opinión y yo trato de emitirla cuando puedo, siempre con el respeto pertinente. Lo que yo hice fue una declaración política desde el concepto griego de participar de la polis y de estar interesado de lo que pasa en mi país.

Lo que me molesta sobre todo de un sector de la población militar y la derecha extrema, es que sean incapaces de reconocer que en Chile hubo tortura y que pretendan seguir viviendo como si nada hubiera pasado.

-¿Fue difícil entrevistar a defensores de la dictadura?

- Nos interesaba conocer las dos partes, tratado de enjuiciar menos y escuchando más, que es algo que le falta a la Televisión en general. Lamentablemente, hubo un tiempo en que se produjo un punto de inflexión en que la TV se transformó en algo muy frío y pendiente de los números y el rating y se fue quitando ese factor humano que es muy importante al momento de las entrevistas y eso es lo que hemos tratado de inculcar en el programa.

La verdad es que cuando hago una entrevista, trato de ser lo menos periodista posible, no me "engrupo con el rollo" del oficio de "sacar la verdad de las cosas". En mi posición de conductor he tratado de escuchar, simplemente escuchar las palabras que han estado atoradas durante 40 años... eso es lo que hace falta en la TV en general, no "dárselas tanto de capos", sino ser capaces de dejar de lado los puntos y la figuración y, con nobleza, observar humildad y respeto, y tan sólo escuchar.
El reconocimiento

-¿Como fue pasar del juvenil Calle 7 a Mentiras Verdaderas?

-La gente que me veía antes puede ver una trasformación, pero yo siempre he sido el mismo "cabro" y siempre he sido igual, ha sido una trasformación más externa que interna.

-¿Qué le parecen los premios que ha ganado?

-Sin duda el más tremendo premio fue presentar el informe anual del Instituto Nacional de Derechos Humanos. Una de las cosas más importantes y bonitas que me han pasado en mi carrera profesional fue el poder formar parte de esta ceremonia republicana, en una cuestión tan inserta en la sociedad como son los Derechos Humanos.

La verdad es que los premios que he recibido me los tomo con mucha mesura, porque en estos momentos estoy en una instancia maravillosa de mi carrera, pero después, cuando vengan los otros tiempos y las vacas estén flacas, seguramente voy a ser el peor conductor que se vendió al sistema horrible y mi carrera no va a tener sentido, entonces siento que los comentarios hay que saber filtrarlos y hay que estar tranquilo y equilibrado.

Creo que los premios que me he ganado representan una línea editorial del programa y el canal y que existe un reconocimiento ciudadano a los comunicadores que estamos sin miedo a emitir opiniones o dar a conocer nuestro parecer.

 

Hay farándula positiva

-¿Estamos frente a un nuevo estilo de hacer televisión?

- Yo siento que la sociedad en estos años ha cambiado y la televisión tiene que responder a eso. En forma paulatina la gente se va interesando en otros contenidos a medida que la televisión los vaya ofreciendo.

En un momento me frustraba mucho porque programas que yo consideraba muy buenos no tenían sintonía, pero ahora entiendo que es un proceso mucho más lento y no es fácil, pero al menos se esta haciendo. Ahora todos los canales tienen programas de conversación y eso me parece maravilloso, porque nosotros como comunicadores tenemos que también entregar algo más y yo creo que eso se está logrando y la televisión se está adecuando a lo que pide la ciudadanía.

Cada conductor tiene su estilo, algunos prefieren animadores neutros, en mi caso personal creo que uno tiene que emitir opiniones cuando son con respeto y conocimiento y si esas opiniones pueden en algo ayudar a tener una mejor sociedad, hay que manifestarlas. Hay temas en que no nos podemos quedar callados y si uno tiene una tribuna hay que aprovecharla.

-¿Cómo ve los programas de farándula?

- Yo no tengo esa mirada peyorativa, tengo reparos cuando la farándula se hace mal, cuando se cometen errores groseros que dañan, pero eso lo condeno en todo tipo de periodismo.

La farándula es el único género que es transversal y en ese sentido que un panel debata sobre casos como la detención de Ariel Mateluna o el Caco Lagos por la Ley 20 mil, o cuando se producen hechos de violencia intrafamiliar en personajes de la farándula, permite llevar estos temas tan importantes al debate social.
La carrera meteórica

Jean-Philippe Cretton se define como sureño - nació hace 29 años en la ciudad de Victoria- y a pesar de que su pasión es la música, estudió periodismo en la Universidad Andrés Bello.Se hizo conocido en TVN donde fue animador del programa juvenil Calle 7 y participó en el programa Abre los ojos del reality Pelotón. El año 2010 ganó el premio TV Grama como "Mejor animador juvenil".

Comenzó su trabajo en "Mentiras Verdaderas" el 4 de marzo de 2013. En los premios Fotech-Terra, entregados en marzo, fue distinguido como Mejor Animador, Revelación del Año y su programa Mentiras Verdaderas fue elegido Mejor Estelar, superando a "Vértigo" y a "Morandé con compañía".

En agosto pasado debutó como locutor radial en el programa "Radar Rock & Pop" que va de 6 a 8 de la tarde.

 

FUENTE: CAMBIO 21