"UDI-dependencia" se toma reforma tributaria del gobierno. Oposición no apoyará cambios propuestos por La Moneda
Por Guillermo Arellano
Mientras el presidente del Senado, Camilo Escalona, acusa que el Ejecutivo "gobierna para los ricos en vez de hacerlo para todo el país", el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, le pidió a la oposición que revisen cómo votaron en la época del ex presidente Lagos. La polémica seguirá hasta nuevo aviso.
Mientras el presidente del Senado, Camilo Escalona, acusa que el Ejecutivo "gobierna para los ricos en vez de hacerlo para todo el país", el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, le pidió a la oposición que revisen cómo votaron en la época del ex presidente Lagos. La polémica seguirá hasta nuevo aviso.
Definitivamente, la reforma tributaria será un tema que seguirá dividiendo a la oposición y al gobierno, toda vez que en la jornada del pasado jueves el Ejecutivo presentó en el Congreno Nacional un nuevo proyecto de ley, sumado a dos oficios, los cuales insisten en la discusión inmediata del texto (que debe votarse antes de seis días) y anuncian el retiro de la antigua iniciativa ingresada en mayo.
Completariamente, el presidente Sebastián Piñera recalcó que la legislación debe estar lista antes de septiembre, dado que se necesitan cuanto antes los 1.200 millones de dólares para financiar el sistema de ayudas estudiantiles. "Esto se logra no con demagogia", espetó.
En los hechos, la idea del gobierno es proteger algunas de las rebajas impositivas que exigió la UDI, aunque también aceptó algunas concesiones de la oposición y RN, que solicitaron en conjunto excluir a los sectores de altos ingresos de cualquier rebaja.
Además, el nuevo tinglado legal, de acuerdo con algunos análisis contempla una menor recaudación, mantiene en el 40% el impuesto a las ganancias de los tramos más altos, no considera reducir a cero el arancel aduanero, saca los impuestos verdes del articulado y simplifica el tratamiento de los mecanismos de elusión.
Políticamente, se explicó que hubo dos razones para enviar un nuevo proyecto y desechar una indicación sustitutiva a la moción anterior: uno, si se rechazaba la indicación sustitutiva quedaba en tramitación el proyecto original -resistido por toda la oposición-, por lo que el gobierno no estaba dispuesto a correr ese riesgo; y dos, se quiso dar una señal política en el sentido de que luego de largas conversaciones con todos los sectores se ingresaría un nuevo proyecto que generaría un consenso en torno a él.
Reacciones
El Partido Socialista lideró las declaraciones de crítica en contra del proyecto del gobierno. El diputado Carlos Montes, que es el encargado de las conversaciones con La Moneda, tildó la propuesta de "insuficiente" e "insatisfactoria", pese a que el texto nuevo no contempla rebajas impositivas para los más altos ingresos que superan los 10 millones de pesos. "Es básicamente lo mismo (que el anterior)", agregó.
Desde Puerto Montt, el presidente del Senado, Camilo Escalona, señala que hay "UDI-dependencia" en La Moneda, por cuanto el Ejecutivo "gobierna para los ricos, en vez de hacerlo para todo el país".
"Nosotros no vemos que el proyecto haya mejorado lo más importante, que es evitar agrandar la brecha de la desigualdad que existe en nuestro país. Esa brecha, si le quitamos impuestos a los más ricos, naturalmente que se granda en vez de reducirse. La derrota de retirar el proyecto que había presentado y entregar uno nuevo, es una derrota que, en primer lugar, le propinaron sus propios partidarios. Nosotros hemos reclamado desde la oposición, porque el proyecto que se había presentado ayudaba a los ricos, en vez de ayudar a todo el país, disminuyendo el impuesto del sector de mayores ingresos", explicó.
"Lo que más me llama la atención -prosigue Escalona-, es que sale el presidente de la República llamando a todos los parlamentarios a que se apuren en aprobar, pero basta que salga el presidente de la UDI para que el proyecto se frene de inmediato y se entregue uno nuevo".
Contragolpe
Luego de la molestia de la oposición, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, se reunió con la directiva del Consejo Nacional de la Pequeña y la Mediana Empresa (Conapyme), donde enfatizó que el nuevo proyecto de reforma tributaria beneficiará a las empresas de menor tamaño en lo relativo a la reprogramación de deudas tributarias por un período de 36 meses, sumado a la eliminación de los retiros en exceso de utilidades.
Asimismo, el personero planteó que a futuro se va a considerar una reducción más amplia del impuesto de timbres y estampillas, que en la nueva iniciativa se reduce desde el 0,6% al 0,4% y no al 0,2% como lo estipulaba el anterior ajuste tributario.
De paso, el secretario de Estado le mandó un recado a la centro-izquierda: "Algunos de los que nos critican harían bien en revisar cómo votaron el proyecto de reducción de impuestos a las personas que planteó el presidente Lagos y que redujo del 45% al 40% sin límites el impuesto que pagan las personas con la tasa más alta. No es que tengamos una discrepancia con esto, sino que simplemente en política hay que tener consistencia en el tiempo respecto de las críticas".
La polémica continuará en el Parlamento la próxima semana, cuando se analice en detalle este ítem.
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