sábado, 4 de agosto de 2012

Abusiva utilización de TVN por parte del gobierno. Piñera y sus ministros-candidatos intentan con sus apariciones televisivas revertir malos resultados en encuestas

Por Alfredo Peña R.
Junto con la desmedida aparición del mandatario y de sus ministros-candidatos, se inició una sospechosa razzia de editores. Piñera ha logrado un record: en menos de 18 días ha aparecido dos veces en directo en el Buenos Días a Todos dando a conocer los bonos y regalos del Gobierno
Nunca ha sido fácil la vida al interior de TVN. Sobre todo en épocas de dictadura, cuando el pinochetismo ordenaba divulgar montajes que ocultaban violaciones a los derechos humanos. Pero también sufre de presiones en períodos democráticos, como inesperadamente se está registrando en las últimas semanas.

Un verdadero “festival de ministros” se observa día a día en sus noticieros y las guindas de la torta han sido las apariciones del propio mandatario, en dos desayunos con el “Buenos Días a Todos” en menos de 18 días durante julio, y un tercero, también en julio, en el matinal de Canal 13. Objetivo: promover los bonos solidarios que ha entregado el gobierno para revertir sus derrotas en las encuestas.

Pasa que la herramienta televisiva es codiciada. A ella se le atribuye el poder inmenso de modelar los gustos de la opinión pública en temas políticos, valóricos y comerciales. De ahí la importancia de quien la controle.

¿Del estado o del gobierno?

La televisión pública puede ser un preciado botín para gobiernos inescrupulosos. Por ello, en democracia se ha tratado de legislar cada vez con mayor rigurosidad para resguardar los intereses ciudadanos y regular la acción sobre ella, para impedir los abusos.

La norma básica es que una TV pública es del Estado en su conjunto y no de quienes lo están administrando. Lo tienen claro los británicos, los alemanes, los franceses; menos los italianos y españoles; poco y nada los venezolanos y cubanos. Los chilenos, según la característica de sus gobiernos, flotan entre medio.

El debate acerca de las presiones indebidas está presente en estos días. “Hay que cuidar TVN”, advierte un directivo de la señal estatal, que reserva su nombre, “porque es el único canal independiente del poder económico y político de la derecha empresarial”, dijo a Cambio21.

La apretada de tuercas en el canal del estado fue consecuencia de la desastrosa encuesta CEP de julio 2011, la cual otorgó a Piñera un esmirriado 26% de apoyo. El sociólogo Alberto Mayol, comentando la cifra, dijo:”Muchos chilenos sienten asco de sí mismos por haber creído en Piñera”. El analista Carlos Correa, de Imaginacción Consultores, considera que dicha afirmación no pudo haber pasado por alto en los centros donde se planifican las pautas comunicacionales del gobierno.

El mandatario, al comentar los malos resultados de la CEP, como Don Otto le echó la culpa al sofá: “No todo lo que pasa en el país es malo, como pretenden presentarlo los canales de TV”. O sea, la responsabilidad es del medio. Y por ende, tomó medidas.

La represalia partió con la principal autoridad del canal estatal: sacaron al presidente del directorio de TVN, Leonidas Montes, y lo reemplazaron por el abogado RN Carlos Zepeda. Éste, de un perfil más político, es un hombre de tanta confianza con Piñera que dispone de “teléfono rojo” con palacio, según confidenciaron en TVN a Cambio21. Las mismas fuentes dijeron que a Montes se le hizo el cargo de haber sido “demasiado académico” en el desempeño de su cargo.

Sucesión de despidos

Por cierto el de Montes no fue el único cambio. En áreas sensibles como la de Prensa, no le renovaron contrato a Alejandro Guillier, conductor de noticiarios. Se dijo que era un tema económico (sueldo muy elevado), pero “la firme” es que le desagradaba al gobierno que Guillier fuera “hasta despectivo” en el trato hacia las autoridades en sus comentarios en radio ADN. No se desconoce, tampoco, que el periodista es afín a la Concertación y ha demostrado especial cariño hacia la ex presidenta Bachelet.

También en Prensa fueron despedidos María Eugenia Sarroca, que durante cerca de dos décadas fue la productora general del exitoso programa de reportajes Informe Especial, a quien le imputaron el cobro indebido de horas extras y la dejaron incluso sin indemnización; a Rodrigo Espinoza, editor nocturno, por cierre anticipado, según sus jefes, de un informativo en una noche de sismos, la cual en realidad siguió en la señal 24 Horas del cable; y a Iván Pereira, editor de la señal de cable 24 Horas, a quien le objetaron su “falta de contactos políticos” en el parlamento, y lo reemplazaron por un periodista afín a la Alianza. Espinoza había sido dirigente sindical, elegido por la corriente socialista, y Pereira venía de radio Cooperativa, prestigiado medio independiente de La Moneda.

Al interior de TVN se creó la sensación de que se está iniciando una “razzia” que podría extenderse a medida que nos acerquemos a períodos eleccionarios. “Estoy convencido”, dijo uno de los exonerados a Cambio21, “que se han elaborado listas negras donde figuran funcionarios a los que se les supone tener simpatía con la Concertación o que, sencillamente, defienden sus posturas profesionales, su independencia y ecuanimidad política, sin permitir abusos de poder”.

Razones para intervenir

La cobertura que dio la TV en general y TVN en particular a los sucesos ciudadanos en 2011 –sobre todo los conflictos de Aysén y los estudiantiles- fue lo que sacó de quicio a la derecha. Juan Antonio Coloma, entonces timonel de la UDI, reclamaba: “He echado profundamente de menos una visión de televisión pública”.

Carlos Larraín, mandamás de RN, las emprendía contra la serie “Los archivos del Cardenal”, señalando: “Muchos se preguntan hoy si acaso TVN es factor de unidad y punto de encuentro en nuestro país, o si, a la inversa, quiere ser factor de división, o, peor todavía, de amplificación de los puntos de vista de la izquierda”.

Naturalmente, desde el punto de vista del gobierno, tal situación no se podía prolongar. Sobre todo porque las encuestas, que registraban la caída del oficialismo, mostraban simultáneamente la solidez del apoyo a la ex presidenta Michelle Bachelet.

Entonces se decidieron los cambios ya descritos y la pauta de los noticiarios empezó a cambiar. Un estudio de la Escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales entregó un resultado sorprendente: el 80 por ciento de las apariciones en pantalla de Piñera, durante junio, fueron bien evaluadas por el público

La BBC, lo único negativo

La investigación de la UDP contó con la colaboración de OeMedios.com y de News Executive Channel (NEX). Estableció que el mandatario estuvo 35 minutos en pantalla en horarios de noticiario central, con temas positivos como la entrega de bonos de alimentos, anuncios sobre el puente del Chacao y su participación como invitado en la Cumbre del G20.

La única mención negativa a Piñera fue el inusitado episodio de la interrupción de la entrevista a la BBC Mundo, cuando el reportero de la estación británica intentó preguntarle sobre el homenaje a Pinochet en el Caupolicán y una asesora cortó la entrevista poniendo la mano en el lente y un funcionario arrancara el micrófono de la cámara. Este traspié significó un 11% de menciones negativas para Piñera.

El ministro Laurence Golborne, por su parte, tuvo un singular record en ese período: logró el 25 por ciento del tiempo asignado a todos los precandidatos presidenciables de la Alianza y Concertación sumados. De su tiempo en pantalla en junio, Golborne empleó el 33% en anunciar el proyecto del puente a Chiloé.

Después del titular del MOP, que atrapa el 27% de las apariciones, le sigue Allamand con 16% y Longueira el 10%. Según fuentes de TVN, en sus noticieros figura también con buen minutaje Jaime Mañalich, de Salud, vinculado a la noticia dura.

El “último baluarte”

Este semanario trató el tema con dos personeros de TVN que aceptaron entregar antecedentes pero, debido a los cargos que ocupan, solicitaron reserva de sus nombres. Coincidieron, aunque con matices, que recientemente se acentuó la presión de los asesores del gobierno en los espacios informativos.

Considera uno de ellos que TVN es el “último baluarte” en materia de independencia informativa en la pantalla chica, por lo que pide que la sociedad en su conjunto respalde a sus profesionales que, pese a las presiones, luchan por resolver en forma ecuánime el problema que a diario enfrentan. “Sin embargo”, dice, “rara vez, por decir nunca, personeros de la Concertación o de los organismos de DDHH han hecho público algún reconocimiento hacia nosotros”.

En cuanto a los poderes fácticos, dice: “Nos acusan de tener una cultura anti-empresarial; el tema es difícil, pues los mismos que son los dueños de los canales con los que competimos son los principales avisadores en el medio”. ¿Se justifican los cargos? La crítica patronal apunta a las telenovelas “Pobre rico”, “Dama y obrero” y “Reserva de familia”, donde, efectivamente, los “malos” son gente de plata y los “buenos” personas C3, D. “Pero esa repartición de roles no es de ahora, es de siempre”, arguyen en TVN.

“¿Cuál es el sueño de la derecha?, sacarnos del medio”, dice tajante el personero. “Les molesta profundamente la cultura democrática interna del canal, gestada durante la Concertación. Ese sentimiento lo expresan tanto el gobierno como los partidos que lo sustentan y el empresariado”.

Como ejemplo pone los programas “Informe Especial” y “Esto no tiene nombre”, que denuncia las irregularidades de grandes empresas, en cambio Canal 13 desenmascara síquicas o falsos mendigos. “La derecha se mata de la risa con tales denuncias”, alega.

“La campaña se endurecerá, a medida que nos acerquemos a las municipales”, sostiene. “En los noticieros ya hay un festival de ministros”, reconoce.

TVN tiene un directorio en el que hay representantes de todas las sensibilidades políticas, aunque el gobierno siempre gana 4 a 3. Lo conforman 3 representantes de oposición, 3 de gobierno, el presidente del directorio, también de gobierno, y un delegado de los trabajadores, con derecho a voz solamente. “Al interior del directorio todos estos temas se debaten, por cierto se manifiestan las diferencias políticas y culturales; y tratamos de llegar a acuerdos, pero a veces es difícil”, señala.

La visión de Prensa

Un funcionario de carrera, “mando medio” vinculado a Prensa, relata que la derecha llegó en 2010 “pateando la cristalería”, pero tras algunas semanas de fuertes tensiones, “se rayó la cancha y vamos marchando mejor”.

Hay una visión interesante de los periodistas de TVN respecto de los partidos y parlamentarios de oposición. “Nos parece que no están bien organizados. Hay muchas divisiones internas, van cada uno por su lado, no generan pautas informativas coherentes”. Aunque esto de las descoordinaciones también corre para los que pautean desde el gobierno: “En ellos tampoco hay un orden centralizado; entorpecen la gestión, ignoran que las cámaras son limitadas y pautean actividades al mismo tiempo, por lo que la cobertura es imposible”.

Los asesores se dejan llevar por el entusiasmo, como cuando Golborne cerró hace un par de semanas una de las autopistas de Santiago para un show mediático de hora y media. “Claramente, se fueron ‘al chancho’, al punto que en los dos días siguientes Golborne bajó su demanda”, dicen en Prensa, pero fue una ausencia breve la del ministro, ya que retornó presentándose en la alta cordillera vigilando las reservas de agua para la capital. Tenía en pauta, además, un viaje a China, con séquito de prensa, lo que al cierre de este semanario estaba por confirmarse.

Estas “noticias” que protagoniza Golborne les recordó a los reporteros el estilo “Lavín alcalde”, que bombardeaba nubes para hacer llover y creaba una playa artificial en el Mapocho para que “veranearan” los vecinos. “¿Estará Jorge Romo detrás de aquello?”, se preguntaban recordando al ex bailarín de Música Libre que asesoró en esa época al hoy ministro de Desarrollo Social.

En cuanto a la crítica –entre otros, del diputado Carlos Montes- del abuso de las autoridades y parlamentarios de la Alianza en regiones, donde prácticamente se han apoderado de los noticiarios locales, en TVN reconocen que esto es cierto. “Es natural que haya mucha información generada por intendentes, seremis y gobernadores; además en pueblo chico se conocen todos y es más fácil presionar. Pero siempre intentamos dar espacio a la oposición, pero deben generar una pauta atractiva, y esa es responsabilidad de ellos, no nuestra”.

FUENTE:CAMBIO21

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