María Angélica Cristi y su despedida del parlamento: “Creo que Evelyn Matthei fue heroica en haber aceptado esta candidatura"
02/12/2013 |
por Lorena Venegas
A meses de abandonar la Cámara tras 6 periodos o 24 años como parlamentaria, la diputada UDI, María Angélica Cristi, nunca ha reconocido -y se niega a hacerlo- las culpabilidades que se le imputan al fallecido dictador por las constantes y graves violaciones a los derechos humanos cometidas bajo su mandato. Compartió con Pinochet, -la designó alcaldesa- a quien cree inocente de toda responsabilidad de muertes y desaparecidos. Asume la dura derrota de la derecha pero culpa al binominal de la debacle.
Una de las voces femeninas de la derecha que deja el parlamento es María Angélica Cristi, quien luego de 6 periodos representando a la UDI, decidió no ir a reelección. Conservadora y con valores católicos que defiende su partido.
Hija de un general de Carabineros, socióloga de profesión y férrea defensora del pinochetismo yobviamente de su líder Augusto Pinochet que la designó la primera alcaldesa de la comuna de Peñalolen en plena dictadura. Durante la conmemoración del cuadragésimo aniversario del golpe de Estado, valoró algunas peticiones de perdón.
Sin embargo, nunca ha reconocido -y se niega a hacerlo- las culpabilidades que se le imputan al fallecido dictador por las constantes y graves violaciones a los derechos humanos cometidas bajo su mandato.
María Angélica Cristi, deberá despedirse en marzo de su trabajo parlamentario, luego de intensos 24 años como diputada. En Cambio21, conversamos ella para conocer su visión del panorama político actual; habló sobre cómo vislumbra el futuro en el parlamento y narró sus experiencias al interior de la Cámara.
¿Por qué decidió no presentarse a reelección? ¿A qué se dedicará ahora?
Primero que nada, esta es una decisión que yo había tomado hace cuatro años, en la elección anterior. El partido me pidió que me repostulara porque era muy probable que fuéramos gobierno y que era importante que estuviera ahí. Tanto me insistieron que acepté, pero inmediatamente avisé que yo para una próxima elección no postulaba. Considerando que 5 periodos eran suficientes, más aún lo eran 6, por lo tanto, pienso que ya había cumplido mi tarea: misión cumplida. Quiero dedicarme a mí, he dejado muchas cosas pendientes. Ya era la hora. Había que dejar que se diera la renovación en nuestro partido.
¿Cómo ve el panorama en el parlamento con la llegada de jóvenes, nuevas voces femeninas y menos representación de la derecha?
En ese sentido, creo que no es bueno que disminuya la Alianza. En el último tiempo tuvimos avances importantes en el país, lo que hizo el gobierno de Sebastián Piñera, y lo que hicimos y dejamos de lado nosotros para que su administración funcionara bien. Nuestros proyectos los dejamos atrás. Evidentemente me preocupa este hecho, aunque es bueno que entre una nueva generación con más ideas y menos fríos. Viene gente preparada, que dio una buena pelea.
Por otro lado me preocupa la gente nueva de izquierda -que pueden ser muy valiosos como personas- pero no sabemos qué va a pasar en la Cámara. No me gusta cuando escucho que su objetivo es que Chile se convierta en un país como Venezuela o Cuba. Estas dictaduras que ellos llaman democracia diferente, lo único que han hecho es convencer al pueblo para luego tenerlo pasando hambre y pobreza. Hay un concepto errado de la forma en hacer que nuestro país surja. Los equilibrios son buenos, pero va a ser difícil y conflictivo. Me preocupa que fuerzas jóvenes izquierdistas pretendan instaurar una Venezuela en nuestro país”
La verdad estoy feliz de no estar ahí, no tengo arrepentimientos ni nostalgias de no seguir. Ojalá haya una Cámara en que domine el interés común por sobre los personales.
¿Cree que hubo una derrota parlamentaria de la UDI? ¿Se eligieron malos candidatos?
Bueno, sin duda cuando se pierde 9 diputados y por otra parte entran 5, es obvio. Pero yo prefiero calidad que cantidad. Una mejor bancada que una bancada numerosa. A veces los números hacen más difícil la convivencia y el orden. Acuérdese, que cuando partieron, la UDI tenía 13 miembros y éramos muy respetados. Puede que sean menos, pero espero que sean mejores. No creo que hayan sido malos candidatos, no conozco caso a caso. Pero hay personas que no llegaron al parlamento y es incomprensible. Algunos sacaron más votos que la vez anterior, pero el binominal favoreció a la Concertación y supieron aprovecharlo. Hay pérdidas, pese a los esfuerzos, en zonas difíciles que harán falta.
¿Qué piensa de la calificada crisis y declive de la Alianza? ¿Existe realmente una separación de los partidos?
Creo que Evelyn Matthei fue heroica en haber aceptado esta candidatura con muy poco tiempo y luego de la situación compleja que vivimos con Pablo Longueira. Ella ha hecho todos los esfuerzos para hacer una buena campaña. Siempre la he admirado, desde antes de que fuera diputada. Pero desgraciadamente siempre hay rivalidades -en todos los sectores- envidias, egoísmos y frivolidades. Por aparecer en la prensa, algunos para hablar y decir barbaridades son capaces de cualquier cosa. Son cosas pocas, pero los medios los presentan felices. Somos una bancada muy unida, igual que RN. Estamos todos ayudando. Son solo cosas típicas de las relaciones humanas.
A su juicio, ¿debe haber un cambio en la directiva de la UDI?
Creo que nosotros tenemos en abril las elecciones. Vienen cambios, de todas maneras. En RN también, y los dos partidos vamos a tener una nueva dirección. Hace tiempo que RN viene diciendo que debería haber nuevas elecciones para cambiar presidente, esto no es de ahora. Pero sí, yo creo que debe pasar. Y espero que trabajen bien, que peleen por la unidad, porque la unión hace la fuerza.
¿Qué opina respecto a los temas valóricos que han estado tan presentes en la agenda?
Escuché a Evleyn Matthei, aunque yo no conozco el programa de Bachelet. Ella leyó textualmente -a propósito de una intervención que realizó en una iglesia evangélica donde manifestó su posición frente a la biblia, donde muchos lo hicieron algo jocoso- que Bachelet iba a mantener la importancia del laicismo dentro del Estado y terminar con todas aquellas intervenciones que hicieran referencia a credos religiosos. Eso yo lo encontré gravísimo. Me imagino que nunca más en la Cámara se va a poder decir: "Se abre la sesión en nombre de Dios y la Patria". Creo que eso no le va a gustar a mucha gente. Tampoco los colegios públicos que se puedan llamar "Niñito Jesús". Tampoco más Te Deum. Entonces, no sé qué quiere decir con esto, pero yo lo encontré tremendamente peligroso que el Estado intervenga en las tradiciones de un país que siempre se han respetado. Son cosas de muy alto riesgo.
Respecto a los temas valóricos (matrimonio gay, aborto), tengo la misma opinión de la Evelyn y nuestro partido. No tenemos ninguna apertura respecto a este tema y nunca lo vamos a tener. Los que siguen ahí lo van a defender.
Usted fue cercana a Augusto Pinochet, ¿qué recuerdos tiene de él -alguna frase-? ¿Cree que fue un dictador?
Mira, yo lo que más recuerdo es que él no era muy conversador. Tampoco tuve la oportunidad de tener una cita privada ni muy cercana con él. Pero si recuerdo, que un par de veces que lo fuimos a visitar, me llevó a su biblioteca y la mostraba con mucho orgullo, amante de sus libros. Quizás esa es la situación de mayor confianza.
A mí me cuesta mucho creer, porque además no me consta por ninguna forma, que las cosas que pasaron en el pasado él hubiera estado detrás de todo esto. Me cuesta mucho creerlo. A estas alturas uno tiene muchas dudas, pero no quiero creer eso.
En su trabajo parlamentario, ¿cuál fue su peor y mejor experiencia?
Mi peor experiencia fue un viaje al congreso mundial de mujeres en China, porque trajo consecuencias de larga data. Fuimos con la ministra Josefina Bilbao, que convidó a 60 mujeres en un avión de la Fuerza Area. Yo tuve un encuentro muy fuerte con ella. Porque nosotros preparamos un documento muy bonito que mostraba nuestra postura respecto a los temas que se tocaban en la conferencia, como lo hacen todos. Esta señora, se indignó y llegó a mi pieza un día, que yo pensé que me iba a pegar poco menos, me dijo que quería mandarme de vuelta, un escándalo atroz. Fue desagradable y eso duró hasta Santiago. Lo más divertido es que los temas que se discutieron ahí, son los mismas que presentamos hoy, o sea nada ha cambiado, nosotros seguimos igual.
Me cuesta elegir la mejor, porque han sido muchísimas cosas. Momentos muy gratos. Tener la confianza de tantas personas que hasta hoy me siguen demostrando su cariño. Eso es el mejor capital que uno tiene, la confianza y la muestra de aprecio. Yo pienso que algo he hecho, pero que en realidad a veces uno no merece tanto cariño.
¿Cómo le gustaría que la recordaran?
Que recuerden justamente mi trabajo, como una buena persona. De hecho el otro día, para mi recuerdo, me saque fotos con toda la gente que trabaja en la Cámara, los mozos, carabineros, secretarias. Es bonito, yo sé que me quieren mucho y eso me gusta, que te recuerden por cosas buenas y no por frivolidades.
FUENTE: CAMBIO 21
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