martes, 5 de febrero de 2013

Algunos dan por hecho que no buscará la reelección, aunque no lo ha oficializado

La decisión de Jovino y el liderazgo en la UDI

No es un senador más y por eso su eventual salida del Congreso debilitaría la articulación de la defensa del modelo económico y político heredado desde la dictadura, y diseñado por Jaime Guzmán.
Aunque Jovino Novoa Vásquez insiste en jugar al misterio con su reelección, en la UDI algunos ya dan por hecho que el senador no buscará mantenerse en el Congreso por un nuevo periodo. Las explicaciones son múltiples y en general se cruzan por las simpatías personales que puedan existir o no entre quienes las emiten y el vicepresidente del gremialismo.
De hecho, la sensación que se ha generado en estos días es que un importante sector, en la casona de calle Suecia, está empezando a hacer el luto. Quienes no perciben que exista un digno reemplazante en el corto plazo, estiman que sin el legislador liderando las huestes en el Parlamento, el trabajo del partido podría ser menos eficiente y caer en el “populismo” contra el que el dirigente ha luchado incansablemente, en especial durante la actual administración.
Con la salida del Senado de Evelyn Matthei, Pablo Longueira y Andrés Chadwick para integrarse al gabinete de Sebastián Piñera, la bancada gremialista perdió peso, no cabe duda de ello, admiten en la tienda. Y si bien el partido resintió esa pérdida, a cambio, la figura de Novoa cobró especial relevancia. Porque, empujado tal vez por las medidas económicas que el gobierno intentaba pasar a través del Congreso, fue el llamado a actuar con mano firme en defensa de los intereses de la UDI y, principalmente, del modelo económico que busca preservar. Algo que le ha costado duras recriminaciones no sólo del propio mandatario, sino también de ministros como Jaime Mañalich, quien ha decidido por iniciativa propia constituirse en uno de los escuderos de Piñera.
Para un sector del gremialismo Novoa es irreemplazable en esa tarea. Otros creen que aunque decida finalmente no repostular, “nunca se va a ir de la UDI totalmente y es muy probable que siga influyendo desde otra instancia”.
Lo cierto es que, si el senador se va, la bancada quedará a la deriva sin un liderazgo fuerte que determine la línea a seguir. Huérfana de una mano firme que se la juegue por preservar el legado de Jaime Guzmán Errázuriz.
Efectivamente, existe la sensación de que, particularmente, estos últimos tres años ha sido Novoa, desde su escaño en el Senado, quien ha “mantenido relativamente ordenado el partido y frenado a quienes están dispuestos a apoyar medidas populistas que nos desperfilan totalmente”, sostiene un parlamentario.
El analista de la Universidad Central, Marco Moreno, resume lo que uno de los líderes más duros de la UDI significa para el partido: “Novoa representa el principal dique de contención de cambios, que algunos parlamentarios han tratado de impulsar, en la UDI, en sintonía con lo que el gobierno ha hecho, en la línea de continuar con algunas políticas públicas de la Concertación”, explica el experto. A su juicio, el senador gremialista “tiene el legado histórico de Jaime Guzmán, eso es lo que representa en la UDI, porque estuvo en la formación del partido junto a él. Eso le da un liderazgo especial sobre quienes actúan como islas al interior del partido, ordenándolos detrás de la postura que se supone deben tener. Lo que será particularmente importante este año, ya que será eminentemente electoral y los que van a la reelección se van a debatir entre responder al partido y a su electorado para asegurar la reelección. Jovino Novoa es quien mejor expresa y representa el legado de Guzmán, dado que, ya como senador y ahora como ministro, (Pablo) Longueira ha cuestionado el modelo. Novoa es uno de los pocos liderazgos históricos que van quedando en la UDI, en la defensa del legado original”.
Lo que coincide con el hecho de que fue justamente Novoa quien lideró los debates en estas materias. Uno de los más significativos fue el ajuste tributario promovido por el gobierno y que fue mucho más moderado de lo que el Ejecutivo propuso en primera instancia. A pesar de que había parlamentarios gremialistas dispuestos a avanzar mucho más.

Siguiendo los pasos de Guzmán

Si bien hay quienes reconocen que la única manera de “darle tiraje a la chimenea” en el partido es que figuras como Novoa den un paso al costado en el aspecto parlamentario, ya que existe “un tremendo cuello de botella, porque muchos diputados esperan hace años poder llegar al Senado”. Aún así, tienen la convicción de que el senador por Santiago Poniente no es quien debería dejar la Cámara Alta. Esto, debido a que existe la sensación de que estos últimos tres años ha sido Novoa, desde su escaño en el Senado, quien ha “mantenido relativamente ordenado el partido y frenado a quienes están dispuestos a apoyar medidas populistas que nos desperfilan totalmente”, sostiene un parlamentario.
En todo caso, uno de los rumores que corre por los pasillos de la casona de calle Suecia es que el senador se habría negado a ir a la reelección debido a que no la tendría asegurada. Sin embargo, un diputado lo descarta rápidamente y recuerda que “en la primera candidatura de Novoa todos decían que iba a perder por paliza y ganó. Además siempre ha sacado la votación justa que necesita para ser electo. A Novoa no le asusta enfrentar situaciones difíciles, así es que ese argumento no tiene ninguna base”. De hecho, en este plano, un parlamentario compara el carácter de Novoa con el de Guzmán, porque remontándose más atrás que el anterior, evoca que cuando “dando el ejemplo de que era necesario, para llegar al Congreso, que quienes aspirábamos a eso fuéramos a lugares donde era muy difícil ganar. Así lo hizo él postulando en Santiago Poniente, donde esa vez le ganó a Ricardo Lagos”, aunque lo cierto es que Guzmán también resultó electo gracias a su obra magistral: el sistema binominal. Y si él resultó electo y no Lagos, en la práctica no fue que le ganara al segundo que obtuvo un 30,62 por ciento, frente al 17,19 por ciento del fundador de la UDI.
Hay quienes plantean que si el senador decide no repostular, eso tiene más que ver con temas personales que políticos, que el partido tiene que respetar, pese a que en esta elección arriesga mucho, por lo que se requiere de las cartas más fuertes que la UDI pueda mostrar. Asimismo, analizando el escenario a raíz de que el senador sigue dilatando su decisión oficial, un parlamentario tiene la convicción de que aun cuando Novoa decida no intentar conservar su escaño, “siempre va a estar en la UDI, aunque no sea en la primera fila. En algún cargo en la directiva, guiando y trabajando con las generaciones que van a comenzar a asumir responsabilidades de la primera fila. Estos son procesos normales de transición que permiten que una organización siga trabajando por el ideario de siempre. No significa que si Novoa no está, se acabó la defensa del modelo”. Y añade que “Novoa está siendo un pilar fundamental, pero la vida demuestra que nadie es imprescindible”.
Para otro parlamentario, en cambio, “sin Novoa, claramente, la UDI se vuelve más populista”, en el plano económico. Pero a la vez le critica que “no ha mostrado el mismo interés con que defiende el modelo en defender las posturas valóricas del partido”. Y añade que el senador “es la derecha económica representada en la UDI, de los que defienden sólo la parte económica”. Y mientras unos especulan que sus sucesores en la Cámara Alta podrían ser el actual secretario general del gremialismo, que aspira a llegar al Senado por la Región de Los Lagos, José Antonio Kast y la senadora Ena von Baer, siempre que conserve el escaño que ocupó en reemplazo de Longueira. Para otros, la dupla natural para proteger el legado de Guzmán en ausencia de Novoa podrían ser Ena von Baer y el diputado Ernesto Silva Méndez. Pero sólo si Novoa se va.
 
FUENTE: EL MOSTRADOR

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