Dice que la inflación se mantiene baja gracias a la apertura de la economía
Moody’s vuelve a la carga sobre la economía chilena: “Es hora de enfriar los motores”
Alfredo Coutiño, director para
América Latina, advierte nuevamente que “la sobreexpansión económica
amenaza la estabilidad” y dice que las autoridades deben actuar pronto.
Sostiene que el desarrollo chileno ha sido el resultado del crecimiento
de la demanda interna, estimulada por políticas económicas expansivas.
El nuevo informe sobre la economía chilena de Moody’s probablemente no será del gusto del ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
El análisis de Alfredo Coutiño, director para América Latina, es que
la economía chilena está sobrecalentada, algo que el ministro rechazó
categóricamente en una entrevista con La Tercera el domingo.
Pero Moody’s lo viene advirtiendo hace ya un año: la economía chilena ha
crecido a tasas superiores a su potencial durante los últimos tres años
y esto amenaza la estabilidad macroeconómica del país.
Coutiño afirma que el exceso de demanda está abriendo rápidamente el
desequilibrio externo y “las autoridades deben actuar pronto para evitar
un ajuste más severo en el futuro”. Según él, la inflación se mantiene
baja gracias a la apertura de la economía.
“Chile es uno de los pocos países que ha reportado una fuerte
expansión después de la recesión del 2009. El crecimiento ha sido a
tasas superiores a su potencial a lo largo de los últimos tres años, a
pesar de la turbulencia financiera global y la prolongada debilidad
externa. Sin embargo, debido a que su demanda interna ha sido muy
acelerada, la economía necesita reducir el ritmo de crecimiento para
evitar que los desequilibrios pongan en riesgo la estabilidad
macroeconómica del país”, explica el economista de Moody’s.
Según Coutiño, el desarrollo chileno ha sido el resultado del
crecimiento de la demanda interna, estimulada por políticas económicas
expansivas.
“Durante la recesión de 2009, el gobierno puso en marcha medidas
fiscales y monetarias para apoyar al mercado interno y contribuir a que
la economía superara el impacto negativo del choque externo. Estas
medidas se ampliaron en 2010 para apoyar la reconstrucción de las zonas
devastadas por el terremoto que afectó al país a principios de ese año”,
señala Coutiño. Además argumenta que, si bien desde 2011 los estímulos
han ido cayendo, aún se mantienen en territorio expansivo.
El informe de Moody’s explica que este sobrecalentamiento se ha visto
reflejado en “un significativo desequilibrio externo”, pero esto tarde o
temprano obligará a las autoridades a implementar ajustes pare evitar
que el déficit de cuenta corriente se dispare fuera de control. “Una
expansión prolongada a ritmo superior al de la capacidad plena de la
economía es siempre insostenible. La expansión de los últimos tres años
ha desembocado ya en un déficit de la cuenta corriente de 7 por ciento
del PIB en el tercer trimestre de 2012”, advierte el economista de
Moody’s.
Signos de sobrecalentamiento e inflación
Coutiño enfatiza que todos los síntomas del sobrecalentamiento
—excepto inflación— ya son evidentes en la economía chilena y según él,
la inflación sólo se mantiene baja gracias a la apertura de la economía.
“Dado el grado de apertura externa de Chile, el sobrecalentamiento se
acomoda más en el crecimiento de las importaciones y menos en la
inflación. A final de cuentas, la prolongada expansión Chilena terminará
por presionar los precios al consumidor”.
Advierte que si las autoridades fiscales y monetarias no actúan
pronto, la inflación podría empezar a acelerarse antes de mediados de
2013 y tocaría un 4 % para luego ajustarse a la baja.
En su informe, el director para América Latina de Moody’s dice que
Chile tiene la capacidad para financiar un déficit externo de 4 % o 5 %
del PIB gracias a los ahorros generados por la exportaciones de cobre,
pero no es algo aconsejable. Coutiño explica que la norma internacional
para que un déficit externo se considere sostenible es de alrededor de 3
%. Pero más importante para él es que “un déficit de tal magnitud
podría indicar a los mercados que la economía está aumentando su
vulnerabilidad a los choques externos”.
Según Coutiño, “no valdría la pena que Chile pusiera en riesgo su
reputación y enviara señales que podrían interpretarse como indicios de
falta de disciplina”.
El Banco Central
El economista dice que hay esperanza que las autoridades “actúen con
prudencia y reafirmen su compromiso con la disciplina, implementando así
los ajustes de política necesarios este año”. Coutiño estima que si se
toman las medidas adecuadas, la economía se enfriaría y el PIB crecería
4,5 % este año, algo que él ve como “saludable”.
En su informe, Coutiño sostiene que el banco central tiene todas las
herramientas necesarias y tiene que tomar medidas pronto para evitar un
ajuste más serio en el futuro. Explica que “en una economía abierta con
libre movilidad del capital, la política monetaria es más efectiva y
capaz de contrarrestar el impacto expansivo de la política fiscal”.
Asimismo, el economista observa que el Banco Central no necesita
subir las tasa para controlar las presiones de precios y no enfrenta
ningún dilema entre inflación y revaluación cambiaria. “El Banco Central
tiene que usar la acumulación de reservas internacionales y la
esterilización monetaria para reducir el impacto de las entradas de
capital sobre el tipo de cambio y al mismo tiempo restringir el
circulante en la economía para reducir las presiones inflacionarias. La
política monetaria puede así hacerse restrictiva sin tener que aumentar
las tasas de interés”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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