lunes, 8 de diciembre de 2014

Discurso pronunciado por Portia Simp­son-Miller, primera ministra de Jamaica, en el acto en conmemoración del aniversario 118 de la caída en combate del Lugar­­te­nien­te General Antonio Maceo y su ayudante Fran­cisco Gómez Toro, y el aniversario 25 de la Ope­ración Tributo, en el Cacahual, La Habana, el 7 de diciembre del 2014, “Año 56 de la Re­vo­lución”
Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado
Foto: Marcelino Vázquez (AIN)
Excelentísimo señor Raúl Castro Ruz, Pre­sidente de la República de Cuba; Hono­rable señor Gaston Browne, Primer Ministro de Antigua y Barbuda y Presidente de Ca­ricom; colegas Jefes de Estado y Gobierno; Exce­len­tísimo señor y Embajador Irwin La­Rocque, Secretario General de Ca­ricom; dis­tinguidos representantes; compañeros, hermanas, hermanos, vecinos caribeños, el gran pueblo de la noble República de Cuba:
Con gran honor y profundo respeto, gratitud y humildad acepté esta invitación generosa para pronunciar estas palabras en esta ocasión histórica.
En el día de hoy rindo homenaje a los sólidos lazos de amistad que se han forjado y mantienen entre el pueblo de Jamaica y el de Cuba desde hace varios siglos.
Les traigo saludos en nombre de los dirigentes jamaicanos que en el pasado estuvieron al lado del pueblo y gobierno generosos y valientes de Cuba, del mismo modo que mis colegas de Ca­ricom y yo estamos a su lado actualmente.  Les traigo el cariño y el saludo fraternal del pueblo de Jamaica que para siempre apoyará con su amistad al pueblo de Cuba.
Reconozco el espíritu de solidaridad y cooperación que desde hace mucho tiempo Cuba muestra a Ca­ricom y a Jamaica. 
Nuestros nexos tienen raíces profundas y sólidas, marcadas por nuestro largo camino emprendido juntos durante años; ese camino ha cimentado nuestros lazos de amistad y respeto mutuo, no es por accidente que Jamaica disfruta esta relación especial con Cuba.  Además, Cuba es nuestro vecino geográfico más próximo y con ella hemos establecido relaciones institucionales, así como compartimos una misma historia, gracias al movimiento y migraciones de familias entre ambas islas.
Entre 1850 y 1930 Cuba fue uno de los destinos más importantes para los emigrantes jamaicanos, muchos de nuestros ancestros y familiares trabajaron en los cañaverales y en las vegas de tabaco de este país.
Por su parte, Jamaica también acogió a los cubanos, entre ellos los tabacaleros desde finales del siglo XIX, quienes se asentaron en nuestra isla e iniciaron allí nuestra industria tabacalera.
Damas y caballeros:
Jamaica fue también un refugio seguro para los revolucionarios que buscaban la libertad, la justicia, la hermandad y la paz.  Al igual que con Simón Bolívar, tuvimos la suerte de que dos héroes revolucionarios cubanos vivieran en Jamaica:  Martí y Maceo, ellos son parte integrante de nuestra historia.  La madre del Lugarteniente General Antonio Maceo, Ma­riana, también vivió en Jamaica, donde murió en 1893, en la ciudad de Kingston.
Presidente Castro, compañeros y amigos:
Hoy conmemoramos 118 años de la caída en combate del Lugarteniente General An­tonio Maceo y de su ayudante comprometido Panchito Gómez Toro. Hoy día también conmemoramos el XXV aniversario de la Ope­ra­ción Tributo, con el compromiso con la lucha por el derecho de Cuba a la libre determi­nación.
Estamos al lado de Cuba con un mensaje del ícono musical jamaicano, Bob Marley, cuando cantó: “Levantémonos, levantémonos por nuestro derecho, y levantémonos y nunca renunciemos a la lucha”. Esas palabras reflejan la decisión de Antonio Maceo, cuya firme posición en contra del colonialismo, el racismo y la injusticia lo convirtieron en defensor de los derechos civiles durante su lucha por la libertad y la fraternidad en su entrañable Cuba.
Los combatientes por la libertad y los de­fensores de la Revolución como Antonio Ma­ceo siguen siendo fuente de inspiración para las nuevas generaciones de cubanos y caribeños incluido hoy día.
Excelencias, damas y caballeros:
Pocos son los militares que en la historia latinoamericana se hayan distinguido más que Antonio Maceo. A Maceo lo conocían afectivamente como el Titán de Bronce, y fue uno de los grandes héroes, no solo de Cuba, sino de todo el continente americano.  He aquí un hombre que alcanzó la grandeza desde un origen humilde, su recuerdo inspira a todos los pueblos de nuestra región en la consecución de elevados objetivos, independientemente de los obstáculos que enfrentemos.  No en balde fue Maceo un combatiente astuto y decidido, pues fue su propia madre quien lo entregó a la lucha por la revolución.
Los libros de Historia relatan que en octubre de 1868, dos semanas después del Grito de Yara, su querida madre reunió a su esposo y a sus 13 hijos y les pidió que se pusieran de rodillas ante la imagen de Jesús y juraran batallar hasta que Cuba fuera independiente o hasta que murieran en el intento. Maceo jamás cejó en la materialización de esa promesa.  En sus propias palabras Maceo dijo:  “Mi deber con mi patria y mis propias convicciones políticas trascienden todo esfuerzo humano y, por ellos me elevaré al pedestal de la libertad o moriré peleando por la redención de esta tierra”.
En sus esfuerzos por emancipar a los cubanos, el Lugarteniente General Antonio Maceo participó en más de 500 acciones militares y recibió 26 heridas de bala durante su lucha por la independencia de Cuba. Su caída en combate en Punta Brava, el 7 de diciembre de 1896, junto a Panchito Gómez Toro, fue un día triste para Cuba, pero fue también un momento de inspiración para la lucha.
Al conmemorar este hecho importante, damas y caballeros, saludamos el aporte de estos revolucionarios y luchadores a la configuración de la historia y a la independencia de la República de Cuba. Ellos sentaron las bases para el aporte desinteresado de Cuba a países, pueblos y causas en todo el mundo hoy día.
El monumento al Lugarteniente General Antonio Maceo se encuentra en el Parque de los Héroes, en Kingston, Jamaica, entre otros monumentos de héroes nacionales de nuestro país.  Ese monumento fue un regalo del pueblo cubano al pueblo de Jamaica en 1952.  Ese monumento es también testimonio de la gran estima con que el pueblo y gobierno de Ja­maica veneran a este revolucionario cubano.  Ese monumento es un tributo de respeto a la solidaridad que Jamaica profesa por el pueblo trabajador, resistente y orgulloso de Cuba.
Cada 7 de diciembre los cubanos rinden homenaje a Maceo y los internacionalistas caídos en África. Foto:Alberto Borrego
Presidente Castro; amigos:
El General Maceo se suma a la larga lista de luchadores que sacrificaron su vida por una sociedad más justa y equitativa, para que hoy podamos disfrutar los privilegios que antes nos fueron vedados.  No tomemos por sentado nuestra libertad. En la Proclama de Kingston de 1879, Maceo señaló que al pueblo cubano se le denegaban derechos elementales y que los amos coloniales hacían promesas vacías. El ejemplo de Ma­ceo no es ya una cuestión de historia, es una lección para el futuro.
El primer Héroe Nacional de Jamaica, Marcus Garvey proclamó: “Tenemos una bella historia y en el futuro debemos forjar otra que asombre al mundo”. De hecho, nuestra historia compartida es rica y seguiremos firmes al lado de Cuba en la lucha por la paz, el progreso y el desarrollo sostenible de este pueblo y de nuestra región.
Damas y caballeros:
El sentimiento mutuo de Maceo y Garvey a favor del desarrollo sostenible se refleja hoy día en la localidad de Clarendon, en Jamaica, donde se encuentra la escuela secundaria Garvey-Maceo; esa escuela es el fruto de un regalo del gobierno y pueblo de Cuba y lleva el nombre apropiado de uno de nuestros héroes nacionales y revolucionarios, Marcus Garvey y el del revolucionario cubano An­tonio Ma­ceo.
Esa escuela es testimonio de que en estos tiempos ni el campo de batalla, ni tampoco la guerra y los conflictos son las vías para forjar nuestras nuevas relaciones, la vía es la del diálogo y la interacción constructiva y respetuosa.  Solo a través del amor, la amistad y la cooperación podremos conquistar el progreso de los pueblos de Cuba y del Caribe.
Hace muchos años José Martí utilizó el símbolo de la rosa blanca como metáfora que describió en términos proféticos la interacción constructiva cuando escribió:  
“Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo una rosa blanca”.
¡Viva el sueño de José Martí para la prosperidad de Cuba! (Exclamaciones de: ¡Viva!)
¡Viva el sueño de Antonio Maceo por una Cuba independiente! (Exclamaciones de:  ¡Viva!)
¡Vivan la solidaridad duradera y los nexos de amistad regional! (Exclamaciones de:  ¡Viva!)
Muchas gracias (Aplausos).

FUENTE: GRANMA

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