SALUD PUBLICA
FONASA "PLUS": el plan para competir con las Isapres y desviar la crisis hacia la privatización de la salud
“Nosotros queremos dar cumplimiento al compromiso del Presidente Piñera de hacer una cirugía mayor a la salud...homologar a Fonasa con las isapres, en cuanto a que las personas puedan cotizar una imposición superior al 7%, (hasta un 9%), con el objeto de obtener una mejor cobertura”. Con estas palabras Santelices anuncia lo que puede ser una cirugía con beneficios para el sector privado y abandono del público.
Sábado 28 de julio | 10:33
Con su programa y política de los grandes acuerdos nacionales el gobierno de la derecha convocó a una Comisión de Acuerdo Nacional por una Salud Digna y Oportuna. La cual mantiene todo el sello privatizador, convocando sólo a partidarios de la salud privada o de la complementariedad publico/privado cuestión que hoy tiene a la salud pública a las puertas de una catástrofe, con niveles de deudas históricos en junio llegó a $ 321 mil millones y los servicios de urgencias colapsados las 24 horas sin capacidad de resolver los problemas más agobiantes de la población.
Sumado a esto, el gasto de bolsillo (lo que sacamos directamente de nuestro sueldo para la salud) según cifras del Centro de Estudios Públicos, aumentó en un 50% en cuatro años. Esto contempla aquellos medicamentos no cubiertos por seguros, Isapres o Fonasa, en medio de la percepción de los chilenos donde 6 de cada 10 chilenos cree que no podría costear una urgencia.
Esta comisión, como era de esperar, plantea preliminarmente la supuesta modernización y hacer más competitivo al Fondo Nacional de Salud (Fonasa), en el marco de los cambios que se discuten para el sistema público. El próximo 13 de agosto tiene programada la entrega del informe final, con las propuestas que generaron consenso.
Nada de fortalecer la salud pública trae este "plus pack", siendo que en con FONASA se atienden aproximadamente 13 millones de personas: pero ojo! ya generaría consenso entre los comisionados por Piñera, nada menos que aumentar la cotización a Fonasa, o sea, que los pacientes paguen hasta un 2% más por su enfermedad a pesar que ya hoy, no puedan hacerlo.
“Aquí no hay ningún conflicto de interés”
Así señaló en su defensa el ministro de Salud, Emilio Santelices, al intentar aclarar por qué mantuvo acciones en empresas Sonda que a su vez tiene un contrato con Fonasa, a través de la Sociedad Médica San Gabriel Limitada lo cual, claramente, representa un conflicto de interés. Esto se suma a los antecedentes en otras polémicas como el cambio inconsulto al protocolo de aborto y la entrega de las erróneas cifras respecto al VIH.
Pero no solo el actual ministro, también la ex ministra Castillo y la subsecretaria Gisela Alarcón Rojas mantenían acciones en clínicas o isapres cuestión que se ratifica ahora con Satelices quien también fue agente de la empresa privada de seguros de salud del grupo Zúrich, acciones en las Clínica Las Condes y ahora en Sonda.
Todo lo anterior demuestra de dónde viene la naturaleza de esta nueva ofensiva por fortalecer la salud privada y alejarse de los intereses de la salud de la población.
Lo demuestra también, las insuficientes y superficiales acciones sanitarias aisladas: como la reposición de hospitales y el aumento a largo plazo de camas en los hospitales que hoy tiene un promedio nacional de 1,9 y muy por debajo de la media de 4,68 que tienen los países en la OCDE.
También son parte de este paquete privatizador la construcción o reposiciones de hospitales vía concesiones públicas y esta nueva propuesta de reforma sanitaria que en los hechos pretende promover la Mesa por el Acuerdo Nacional de la Salud, o sea, el gobierno de Piñera con la ex Nueva Mayoría y los empresarios de la salud, solo aumentarán la privatización del sistema público, con los supuestos "mayores beneficios" para los pacientes – usuarios pobres- donde se juega la posibilidad de terminar de consagrar una salud para ricos y otra para pobres. .
Este golpe que pretenden dar a la salud publica se complementara con las concesiones vía Asociación Público Privada (APP), que el ministro de Salud adelantó a pesar que aún no se define por esta vía si se entregarán 13 y 17 hospitales a la empresa privada Así, el plan de inversiones en salud del actual gobierno, se estima que demandará cerca de US$ 2.000 millones.
Como lo señalo Leonardo Daneri, presidente de Copsa, sostuvo que “las licitaciones en bloques ya se han hecho en el país, se hizo con las cárceles, que fueron en tres grandes grupos. Si licitas y construyes varios hospitales a la vez, se genera una economía en los gastos generales de construcción y en la administración. Habría oferentes, sin duda”. Aun así con el disfraz de una modalidad de concesión limitada, que solo involucra la construcción y la mantención de la infraestructura, dejando fuera servicios clínicos y de apoyo (como alimentación, aseo y lavandería, entre otros).
Como describimos, la situación es más que alarmante golpeando en la puerta una catástrofe que a 14 años de promulgarse la reforma sanitaria impulsada por el ex presidente Ricardo Lagos pretendieron terminar con las colas en los consultorios y que las principales patologías estarían cubiertas y con plazos muy lejos de lo que hoy tenemos realmente como salud pública para trabajadoras y trabajadores.
Es necesario tomarle, no sólo el pulso, sino la oposición a este nuevo golpe a la salud pública en cuanto a las trabajadoras y trabajadores de la salud estamos cada día más divididos, reflejo de la pasividad actuante y las distintas visitas a los ministerios por parte de las cabezas dirigenciales, mientras el gobierno y los empresarios preparan los golpes de gracia a la salud pública y a sus trabajadores.
Para dar estas batallas y/o impulsar una campaña por el aborto legal, libre, seguro y gratuito en el hospital es necesario poner las organizaciones de trabajadores de la salud a la cabeza, saliendo de esa siesta en la que nos tienen sumidos las dirigencias tradicionales.
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