sábado, 25 de agosto de 2018

¡Atención argentinos, súbanse a los botes salvavidas!

 Publicado el 25 Agosto 2018
 ESCRITO POR RAFAEL LUIS GUMUCIO RIVAS (EL VIEJO)
Argentina, al igual que el constructor del Titanic, disponía de muy pocos botes, pues estaba seguro de que jamás se hundiría; el gobierno de Macri, y al igual que el capitán del Titanic, le resta importancia al hecho de que la “sala de máquinas” ya esté anegada, sólo que Argentina se hunde, de todas maneras, mucho antes de que su “capitán” Macri se vea forzado a huir en su helicóptero.


Veamos el escenario: para salvar a Argentina es necesario 55 mil millones de dólares y solamente va recibir como préstamo de FMI 21  mil millones de dólares, si cumple las condiciones acordadas entre las dos partes, pero en lo que va corrido del año,  ya faltó a su compromiso. Christine Largarde  le dirá, de acuerdo  (pero prestas a tu “hermanito” para abusar de él ).
Los 55 mil millones de dólares ya están gastados, de los cuales 25 mil millones en la fuga de capitales, 10 mil millones, en comercio, 10 mil millones en viajes turísticos y 10 mil millones en el pago de la deuda externa.
Cuarenta mil ricos argentinos cambian pesos argentinos por la cantidad de dos millones de dólares cada semana. (Nadie le haría caso a Macri si hiciera la petición de Erdogan de cambiar sus dólares por pesos argentinos, por ejemplo). Hoy, el valor del peso argentino se acerca, cada vez más, al del bolívar venezolano.
Cuando sube el dólar, el poder de compra con los sueldos baja, y los alimentos básicos se van a las nubes. Argentina ya tiene una inflación del 32%, sumado a un riesgo país de 740 – Chile no tiene más de 150 -. Argentina crece menos del 1%, y con la recesión, perfectamente puede llegar a menos 3%. Brasil y Argentina son los dos países que podrían tener de dos a tres años de recesión.
Un jubilado o jubilada recibía, en 2015, $4.299, y el costo de la canasta básica era de $8.300; hoy esta suma alcanza a $7.600, y el costo de la canasta ha subido a $21.000; la jubilación sólo alcanza para solventar el 46% de la alimentación y medicamentos.
El número de pobres ha aumentado a un 40%, y la inflación la misma cifra, mientras que el aumento de salarios sólo alcanza al 10%. El poder de compra de los argentinos que tienen trabajo ha perdido un poder de compra del 30%.
Argentina, igual que Turquía, tiene un alto déficit en la balanza comercial y de pagos, y la deferencia con Turquía es que este país tiene amigos, (Rusia y China), pero Argentina sólo depende del FMI, cuya codicia es conocida y ha hundido a varios gobiernos..
Como en el Titanic, en el “barco” argentino hay tres clases: en la primera están los millonarios, amigos de Macri y él mismo y su familia, quienes usarán los botes salvavidas dejando a mujeres y niños a la deriva; la segunda clase, los pocos mediocritos que van quedando, intentarán salvarse gracias “a su astucia”; los de la tercera clase se ahogarán sin remedio. Hay que ser muy insensato para creer que los “sin moneda” puedan tener dólares guardados bajo el colchón, y la excepción podría ser el chofer Centeno y su amigo Bacigalupo.
Las soluciones de Macri eran buenas para los adinerados: bastaba con subir un 1.000% las tarifas, bajar los impuestos para los más ricos y gastarse las reservas del país para mantener a raya el precio del dólar. Esta política monetaria sólo sirvió para que el “barco” ya esté por hundirse.
Con una tasa de interés del 45% hay que ser muy imbécil para pedir un crédito para invertirlo en la producción. El “barco argentino está encallado y los porfiados maestros de la orquesta siguen tocando, magistralmente, el himno de Cambiemos, y el ridículo de Macri, que se cree Zorba el Griego, seguirá bailando al son del canto “no hagan ola”.
Los economistas que, en su ignorancia, pretenden pronosticar el porvenir, anuncian sólo estulticias. Calcular el precio del dólar es casi imposible debido a múltiples variables que determinan la economía; en abril del presente año aseguraban que si llegaba a 30 pesos el dólar, Argentina estaría en el default; hoy está en 31,50 pesos y, perfectamente puede llegar, al finalizar este 2018, a 50 – ¿y por qué no a 100? -.
¿Qué le resta a Macri antes de hundirse su barco? Pienso que va a tomar el camino de permitir que el dólar suba ilimitadamente, y dedicarse sólo a gastar lo que le queda de los 50 mil millones que completaría el FMI para reducir la deuda e intentar no declarar la cesación de pagos.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
25/08/2018   
FUENTE: EL CLARIN

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