sábado, 3 de febrero de 2018

Durante la mañana de este viernes el joven Brandon Hernández Huentecol junto a su madre, Ada Huentecol, y un grupo de cercanos, llegaron hasta las dependencias de Carabineros en el centro de la capital, frente a La Moneda, con el objetivo de consultar por la solicitud de baja del sargento segundo Cristián Rivera. El 18 de diciembre de 2016 el uniformado disparó 140 perdigones en la espalda de Hernández, en un incidente ocurrido en Collipulli.
Tras salir del edificio de Comunicaciones de Carabineros, Ada y Brandon conversaron con El Ciudadano respecto a la infructífera diligencia que realizaron en Santiago y sobre el escenario de violencia que enfrentan niños y adolescentes en La Araucanía, recordando el joven baleado el traumático episodio que vivió.
“Viajamos 600 kilómetros desde Collipulli hacia Santiago para exigir como víctimas, como mujer, como madre, una respuesta a la solicitud de la baja de este carabinero asesino, pero por segunda vez nos ven la cara, se siguen burlando, riendo en nuestras caras”, comenzó diciendo la madre de Brandon respecto al resultado de su gestión. Esto, porque -según relató- lo que le dijeron en Carabineros es que la carta entregada por ella el 16 de diciembre de 2016 simplemente “desapareció”. “No fue encontrada, no se saben dónde está; así actúa esta institución”, declaró Ada.
ADA Y BRANDON
“Mi molestia es por no tener respuesta, que nos digan sí o no; no hablan, no dialogan, sino que se escondieron”, apuntó luego, explicando que fueron recibidos solo por secretarias, quienes les dijeron que solo se remitían a recibir las solicitudes y luego las traspasaban a las autoridades policiales.
Cabe destacar que el sargento segundo Cristián Rivera solo pudo ser formalizado en la cuarta audiencia, luego de que en las anteriores simplemente no se presentara.
“Los altos mandos protegen a estas personas, para que la institución no sea mal vista; los trasladan al último lugar del mundo”, comentó la madre de Brandon sobre la situación actual del policía, respecto de quien no pesa la medida cautelar de prisión preventiva como esperaba la familia del joven afectado, sino que solo un arresto domiciliario.

“Es macabro lo que hicieron, frente a un niño”

Por su parte, Brandon Hernández se refirió igualmente al actuar de Carabineros, exponiendo un lapidario sentir: “La institución y el Estado de Chile me dan vergüenza. Me da pena por cómo son; se esconden, no dan la cara, no son lo suficientemente hombrecitos para tener una respuesta para nosotros”, planteó.
El joven recordó lo ocurrido el 18 de diciembre de 2016 cuando recibió la descarga de la escopetade Cristián Rivera, explicando que nunca perdió la conciencia, por lo que tiene una imagen muy nítida de lo sucedido. “Llegué donde mi hermano, Isaías, que estaba reducido (por carabineros), lo tenían de rodillas con un revolver apuntando a su cabeza, y llega este carabinero (Rivera) a enfrentarse a mí con una escopeta”, relata.
Hernández continúa señalando que les dice que suelten a su hermano, alegando que no estaban “haciendo nada malo”. “Se gana enfrente mío diciendo ‘tírate al suelo hueón, si no te disparo’, así prepotente, alterado. Yo decía: ‘este paco pensará que está en la guerra, se habrá fumado algo’… era medio loquito. Le levanté la mano, le dije que se tranquilizara, que se calmara. Me tiré al suelo, puse las manos en la espalda y él me puso el pie en la espalda. Siento que pasó bala en la escopeta y de repente siento el disparo aquí en mi cadera. Fue como un cemento que cayó, como un golpe grande, y veo que tengo un hoyo de sangre y mi hermano chico estaba viendo todo al lado”, rememora.
La madre de Brandon comparte igualmente su visión sobre el actuar de la policía en La Araucanía, sobre todo cuando se trata de menores de edad. “Hay mucha represión, humillación, especialmente hacia los niños. Fuerzas Especiales, la institución de Carabineros, llega directamente a una guerra, directamente a matar (…) muchos niños están aún con perdigones en su cuerpo”, describe.
Su hijo, Isaías, tenía solo 13 años cuando se vio envuelto en el brutal incidente con los uniformados. “Es macabro lo que hicieron, frente a un niño. Si te pones a pensar que le disparan así a alguien y lo ves desangrándose, es inhumano, no tengo nombre para eso”, reflexiona por su parte Brandon.
Te invitamos a ver la entrevista completa realizada por El Ciudadano a Ada Huentecol y Brandon Hernández.
El Ciudadano

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