jueves, 8 de febrero de 2018

El 2018 se inició con una nueva crisis de “marea roja” en el archipiélago de Chiloé. La contaminación de los mariscos y peces de la zona no permite su consumo y afecta seriamente la principal actividad económica de sus habitantes.
En fechas en que el turismo toma protagonismo en este territorio, las demandas ciudadanas buscan responsables y soluciones. Hay quienes apuntan a la industria salmonera y la baja regulación que esta tendría por parte del Estado. Otros asumen una situación sin retorno y esperan medidas que ayuden a los trabajadores del mar a enfrentarla cuando las condiciones permitan la proliferación de los contaminantes.
Entrevistados por El Ciudadano, dos dirigentes de la zona se refirieron a las problemáticas que la “marea roja” les causa hace ya varios años, con crisis que se repiten y no tienen eco en las políticas regulatorias de la autoridad.

Industria Salmonera

Álvaro Montaña del movimiento Defendamos Chiloé asegura que “la principal gravedad que tiene esto, es que impide cosechar, extraer y comer mariscos. Lo que significa un gran impacto en la actividad económica principal del Archipiélago, que es el cultivo y extracción de recursos bivalvos que son los que se ven principales afectados por la marea roja”.
Montaña pone especial énfasis en la industria salmonera y su funcionamiento. A la hora de buscar responsables de esta situación ” la industria salmonera, que es el principal aportante de nitrógeno (principal nutriente de las microalgas que contaminan las demás especies), no ha tenido ningún tipo de control desde el Estado en cuanto a disminuir la carga de nutrientes en el medio marino”

Y recalca que “sigue operando en los mismos niveles de irresponsabilidad y el Estado sigue sin regular a estas industrias contaminantes”.
Para Ana Vera, dirigente social de Quellón, hace un llamado para que el Estado se haga cargo de esta crisis con medidas concretas en favor de los pescadores de la zona, expresando que “el Estado no ha tomado medidas para que este fenómeno no tenga efectos nocivos en la economía y la sociedad del archipiélago de Chiloé”.
Vera agrega que “hace años se viene hablando respecto de la forma en que se ha hecho la salmonicultura. Se ha fomentado la desregularización de la industria salmonera. Se han impuesto un par de medidas pero que no han sido suficientes, el problema es que la marea roja vino para quedarse”.
Respecto al futuro, Vera agrega lo siguiente: “el primer problema grande es la Ley de Pesca, sobre la que, lamentablemente, no se pudo hacer absolutamente nada en este período y que difícilmente se va a hacer durante los cuatro años que vienen”. En segundo término agrega que “los otros problemas tienen que ver con todas las particularidades de la zona. En este territorio hay una pesca distinta al resto del país, aquí hay pescadores de mariscos, entonces un fenómeno como este les afecta enormemente”.

Desesperación ciudadana

Más allá de los responsables de la contaminación de los productos marinos de Chiloé, se encuentran las complicaciones de los habitantes de la zona. Estos manifiestan desesperaciónfrente a una situación que amenaza con repetirse año a año y afecta directamente su calidad de vida.
Ayer pescadores de la zona se movilizaron y tomaron una la planta de Los Fiordos, perteneciente al grupo Agrosuper, para protestar en contra de la salmonera.
Desde Defendamos Chiloé se refirieron a las sensaciones que experimentan los trabajadores de la zona “hay desazón, angustia e incertidumbre de parte de todos nosotros, porque creemos que esta marea roja puede seguir ampliándose en su rango de distribución hacia el norte, pudiendo afectar, eventualmente, comunas de la zona centro y norte de Chiloé y por qué no pensar que puede llegar a comunas de Puerto Montt o Maullín”.

Para Álvaro Montaña hay una suerte de abandono por parte de las autoridades que han ignorado las condiciones en que trabajan las industrias de la zona.
Claramente el gobierno ha fallado, no ha respetado los principios preventivos establecidos en la Ley General de Pesca y Acuicultura, en el sentido de que se sigue y sigue ampliando la industria salmonera sabiendo que esa industria tiene un rol activo en la exportación de nutrientes al medio marino y con la consiguiente eutrofización del medio marino, eso significa que favorece los eventos de marea roja”, afirmó.
FUENTE: EL CIUDADANO

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