A menos de una semana de la entrega del primer informe de los observadores de DD.HH, se expuso un segundo documento que suma nuevos casos de violencia policial al registro. El ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, dos diputados y otras figuras de las agrupaciones de trabajadores han viajado a la zona para intervenir. Pero al caer la noche Aysén se vuelve a convertir en un campo minado.
Un nuevo informe entregaron esta mañana los observadores de DD.HH. de Coyhaique y Puerto Aysén, quienes durante las últimas semanas han estado monitoreando en la región las denuncias de excesivo uso de fuerza de parte de Carabineros hacia los manifestantes. Este documento incluye los polémicos casos de los dos jóvenes atropellados por un zorrillo la noche del lunes, así como de otros heridos que han resultado de la batalla campal que se libra. Mientras los dirigentes del movimiento esperan la respuesta del gobierno a sus peticiones, la cual sería entregada por el ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, en una reunión con los líderes durante el día.
Junto con el arribo de las autoridades del gobierno a la zona, han llegado también otras figuras para apoyar las demandas de los trabajadores aiseninos, como Raúl de la Puente, presidente de la Asociación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), y Jaime Gajardo, Secretario General de la CUT, quienes trajeron consigo alimentos y medicamentos. Ambos se sumaron a las movilizaciones como forma de apoyo a los trabajadores de la zona y De la Puente se reunió el día de ayer con otros cinco dirigentes. Los sindicalistas pondrán a disposición del movimiento su sede regional como punto operativo las 24 horas.
La violencia nocturna en Coyhaique
En Coyhaique, la ANEF regional se organizó para funcionar como centro asistencial ante los episodios de violencia y fuerza excesiva de parte de Carabineros. Esta es la misma agrupación que la semana pasada se tomó la Comisaría de Coyhaique para pedir explicación por la represión. A una cuadra del hospital de la ciudad, Julio López, líder regional de la asociación de trabajadores, junto a otros trabajadores se han establecido en el Centro de Coordinación y Operación de la Solidaridad, donde asisten por turnos a los llamados telefónicos y denuncias.
“En función de la brutal represión que hay de parte de Carabineros, la ambulancia no da abasto. Los propios ciudadanos hemos estado saliendo a recoger heridos”, cuenta López, quien explica además en qué se diferencian de los observadores de DD.HH que están cooperando en la zona: “Ellos son imparciales, nosotros estamos con el pueblo”. De a poco se han ido sumando voluntarios médicos y enfermeras a la iniciativa y levantarán un hospital de campaña en la capilla Cristo Obrero donde se recibirán heridos de menor gravedad.
“Hay algunas lógicas que se repiten de la dictadura, para provocar un clima de stress social: el helicóptero que pasaba repetitivamente sobre el pueblo, la llegada del Hércules, los rumores que van sembrando, etc. Son estrategias que se utilizan para eso”, cuenta el observador de DD.HH. Rodrigo Triviño.
La noche del lunes, cerca de la media noche, voluntarios de turno en la sede temporal de la ANEF recibieron el llamado de un habitante de la población Bernardo O’Higgins, en el sector alto de Coyhaique, denunciando que uno de los “zorrillos” de Carabineros había atropellado a dos jóvenes que se encontraban en una barricada. Varios testigos relataron después el primero en ser embestido y que resultó con lesiones más graves, fue Camilo Pallapán, de 22 años, a quien los policías se bajaron a golpear posteriormente con un fierro. El otro joven herido habría intervenido para defender a su amigo.
Para cuando López y los demás arribaron al lugar, se acababan de llevar a las víctimas al hospital. Carabineros, sin embargo, permanecía allí. A los pocos minutos los voluntarios recibieron un nuevo llamado proveniente de la toma del sector Galpón Municipal donde una menor de edad de 15 años y embarazada presentaba síntomas de pérdida a causa de los gases lacrimógenos. “La barricada que había estaba a 300 metros. Ellos no estaban ni cerca. Es la segunda noche que Carabineros echa gases en las casas”, cuenta el presidente regional de la ANEF. Videos de testigos muestran a los oficiales insultando y provocando a los habitantes de la población.
Otras de las técnicas que está utilizando la ANEF regional para enfrentar los casos de abuso policial es posicionar un grupo de voluntarios a las afueras del Hospital de Coyhaique para fotografiar y registrar a los detenidos escoltados por Carabineros y las patentes de los autos policiales. “Ese control ha permitido parar la represión porque cuando no hemos podido estar, ha habido maltrato y atropello de los DD.HH. de los detenidos”, asegura Julio López. Tras ser advertidos por los voluntarios de la ANEF, algunos observadores de DD.HH. asisten a las afueras de las comisarías para resguardar los tratos a los detenidos y certificar que no hayan sido víctimas de abusos.
El monitoreo de los observadores de DD.HH.
Pese a los enfrentamientos que se toman las calles de Coyhaique, en Puerto Aysén reina la calma. El coordinador de los observadores de DD.HH. de la zona, Rodrigo Triviño, asegura que “desde que se fueron las Fuerzas Especiales y los manifestantes se quedaron con el control del puente (Presidente Ibañez), no se ha reportado ningún tipo de desorden”.
Triviño, quien hoy encabezó la entrega del segundo informe de DD. HH. desde el inicio del conflicto en la región y que atestigua en los casos de abuso de las fuerzas policiales ha monitoreado las calles de Coyhaique durante las últimas dos noches, en compañía del obispo de Aysén, Luis Infanti.
El observador de DD.HH. cuenta que la noche del domingo la violencia era tal que junto a Infanti recorrieron las calles de la ciudad en un intento por hacer contacto con Fuerzas Especiales. En el intertanto, pidieron a la radio del vicariato que diera aviso públicamente de las rondas del obispo. “Sospechosamente empezó a bajar la intensidad con que estaba actuando Carabineros”, cuenta Triviño. El día martes, sin embargo, la violencia volvió a aumentar al punto de que el fiscalizador debió a llamar a Iván Fuentes, dirigente del movimiento, para que éste se contactara con la intendenta regional y le pidiera que tranquilizara a Carabineros.
Triviño cuenta que una de las prácticas de las Fuerzas Especiales en la zona y que los vecinos han denunciado durante los últimos días, es que éstos encienden los alto parlantes de los coches policiales para insultar a los pobladores. “Hay algunas lógicas que se repiten de la dictadura, para provocar un clima de stress social: el helicóptero que pasaba repetitivamente sobre el pueblo, la llegada del Hércules, los rumores que van sembrando, etc. Son estrategias que se utilizan para eso”, cuenta el observador de DD.HH.
La versión de Carabineros
Para fiscalizar las denuncias, los diputados de la Comisión de Derechos Humanos, Sergio Aguiló y Fidel Espinoza viajaron ayer a Coyhaique. Allí se reunieron con el Jefe de la XI Zona de Carabineros de Aysén, el general Ricardo Cartagena, a quien hicieron ver la gravedad de la represión en la zona. Por su parte, Cartagena le manifestó a los diputados que actualmente se están investigando a los autores de los hechos de violencia de la semana pasada y que los responsables quedarán a la disposición de la justicia. “No hay una negativa, sino que un reconocimiento de que hubo un proceso altamente contrario a las órdenes de la jefatura”, explica Aguiló. “Sin embargo, si se confirma que, no obstante la visión autocrítica del general respecto de las balaceras de la semana pasada, aún sigue la violencia, significa que los organismos policiales no tienen ninguna voluntad. Significa que el ministerio del interior está bajando instrucciones de reprimir sin sujeción a la ley”, añade el diputado.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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