martes, 21 de febrero de 2012

Con la descentralización pendiente, se le vino marzo al gobierno. Analista: Por venir dos años de campaña, “Piñera no se hará cargo de nada”

Guillermo Arellano
“El gobierno más que pauteado por las regiones, demuestra lo que ha sido no más: que no tiene respuestas a los grandes temas y no tiene asco en prometer transformaciones. En Aysén van a hacerse anuncios, pero eso se va a diluir”, señalan en algunos sectores.
Revueltas populares en Punta Arenas, Arica, Valdivia, Aysén, Calama y las zonas afectadas por el terremoto de febrero de 2010, léase el Biobío y el Maule. La causa: el centralismo que beneficia a Santiago en desmedro de las regiones en la entrega de recursos y en las decisiones gubernamentales.

El académico Andrés Jouanett explicó en conversación con Cambio21 que "a nivel general, la Concertación tuvo que reaccionar frente a 17 años de dictadura; armó proyectos para aquello y por eso Chile se desarrolló. Sin embargo, hay una deuda pendiente de la sociedad y que dice relación con una desmejora que existe hacia las regiones versus Santiago. Y eso es objetivo. Si uno observa los puntajes de la PSU, los colegios, etc., o donde se invierte más el capital, todo es Santiago. Esa es una verdad instalada".

"No obstante -añade el analista-, creo que este gobierno pudo haber aprovechado alguna de sus oportunidades para mejorar esto. Como pasó con la propuesta de los senadores Ignacio Walker y Carlos Larraín, quienes plantearon la figura de los presidentes regionales, parlamentos regionales y alcaldes mayores. Pero nuevamente, La Moneda y una tremenda cantidad de personajes y diversos pseudo académicos empezaron a pegarle a una propuesta que era bastante interesante".

Para el profesional, "el problema acá es que el gobierno nuevamente se preocupa de la forma y no del fondo y, además, ha sido reactivo. Está lo de Punta Arenas (gas), el Plan Biobío (que tuvo muchos problemas con la intendenta de entonces, Jacqueline van Rysselberghe) y el Plan Araucanía (conflicto mapuche). Sobre este último, el Ejecutivo y Piñera se comprometieran a entregar 4.526 millones de dólares en cuatro años, que es un platal. Y la verdad, es que no se han visto esos millones por ninguna parte. Hay mucha parafernalia, muchos planes y lo más probable es que sacarán un Plan Aysén, así como pasó con Magallanes".

"En términos objetivos, en muchos de los casos, hay presupuestos que no se gastan. En el Biobío y en el Maule, donde los dineros tienen que ir a la reconstrucción, un estudio de la U. de Chile demuestra empíricamente que lo que señala el gobierno, que tiene la mitad de la reconstrucción hecha, no es así, porque sólo hay un 10%", alegó.

Para concluir, Jouanett asegura que "en las regiones ya no queda tolerancia. Todos esperaban la descentralización del país que se prometió en la campaña. Estuvo la oportunidad de modificar la elección de los Cores, que es una institución que aporta muy poco y que tiene una dudosa participación en la distribución de los fondos. La ley aún se discute en el Parlamento, pero el gobierno no le ha dado prioridad para que se avance".

"El gobierno más que pauteado por las regiones, demuestra lo que ha sido no más: que no tiene respuestas a los grandes temas y no tiene asco en prometer transformaciones. En Aysén van a hacerse anuncios, pero eso se va a diluir, porque estamos en año electoral y puede que se entreguen algunos fondillos, pero si no está en la ley de presupuestos, no hay nada. Y el 2013, estando en campaña presidencial, Piñera tampoco se hará cargo de nada. No lo hizo antes con las otras promesas, menos ahora", sentenció.

FUENTE: CAMBIO21

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