La senadora e hija de Salvador Allende afirmó hoy que, luego de zanjarse la investigación relativa al deceso de su padre, aún quedan casos de detenidos desaparecidos por resolver.
por EFE - 30/12/2011 - 15:49
La familia del fallecido Salvador Allende se declaró hoy tranquila, tras el cierre de la investigación sobre la muerte del Mandatario socialista, que concluyó, finalmente, que éste se quitó la vida en La Moneda el 11 de septiembre de 1973.
Al respecto, la senadora Isabel Allende manifestó que "estamos totalmente tranquilos, es una convicción que teníamos, pero como siempre dijimos, una cosa es nuestra convicción personal y otra cosa es que científicamente quede determinado".
El cierre de la investigación lo decidió este jueves el juez a cargo, Mario Carroza, tras haberse establecido que el presidente socialista (1970-1973) murió a causa de una herida perforante en la cabeza por proyectil de arma de fuego de alta velocidad, lo que en la medicina legal puede ser atribuible a un suicidio.
De igual modo, tras resolverse el suicidio de Allende, la parlamentaria argumentó que, si bien "se cierra un capítulo y se establece la verdad judicial", aún quedan etapas y sucesos por ser resueltos.
"Creemos que con eso debiera cerrarse ese capítulo en lo referente exclusivamente a la circunstancia de la muerte de mi padre", dijo.
Asimismo, indicó que "el capítulo de La Moneda no se cierra y por eso el ministro (juez) hace muy bien en traspasar todos los antecedentes que son conexos a lo que ocurrió en La Moneda donde hasta el día de hoy tenemos detenidos desaparecidos".
La parlamentaria se refería a varios asesores de Allende, funcionarios de su gobierno y miembros de su equipo de seguridad que fueron apresados por los golpistas el día del golpe y de los cuales nada se sabe desde entonces.
Aunque la versión de que Allende se había quitado la vida era conocida desde hace años y avalada por testigos, la investigación permitió establecer definitivamente la causa de muerte y descartar otras que también circulaban, como la participación de militares o de miembros de la seguridad presidencial en el deceso del mandatario.
FUENTE: LA TERCERA
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