Abogada de DD.HH. y ex candidato a Fiscal Nacional entre testigos desacreditados por el tribunal que falló contra diputado
Golpiza de Rincón a ex pareja: caso llegó al Sernam en 2002 y fue secreto a voces dentro de la DC
por A. CARMONA Y C. URQUIETA 19 agosto 2016
El 22 de julio del año 2002, Ricardo Rincón estuvo en más de un lugar a la vez. O al menos eso se desprende de las declaraciones que tres testigos entregaron ante el 16º Juzgado Civil de Santiago, en el marco de la denuncia por Violencia Intrafamiliarinterpuesta por Carolina Paz Hidalgo Mandujano.
En medio de la investigación, donde la relacionadora pública y pareja del entonces ex diputado dio cuenta de una escena de violencia física –que la dejó con la nariz fracturada, dedos marcados en el antebrazo, además de marcas de puños y hematomas en la cara y el cuerpo–, tres personas vinculadas a Rincón señalaron haberlo visto, en distintas circunstancias, a la misma hora que –de acuerdo a la víctima– la estaba golpeando.
“Le resta todo valor a las declaraciones de dichos testigos quienes presentan declaraciones contradictorias entre sí sobre todo en lo que respecta a las circunstancias esenciales del denunciado”, señala la sentencia emitida el 8 de enero de 2003 sobre los testigos, entre los que se encuentran conocidos abogados.
Uno de ellos es Jaime Jansana Medina, quien entonces declaró como profesor del parlamentario. Jansana –quien actualmente trabaja en el área legal de la Tesorería General de la República– aseguró que el 22 de julio de 2002, entre las 11:30 y las 13:15 horas, Rincón “se encontraba en sus oficinas, ubicadas en calle Ahumada rindiendo una prueba”.
Jansana es un reconocido abogado, siendo incluso candidato a Fiscal Nacional en el último proceso para suceder a Sabas Chahuán. También es consultor en temas de medioambiente y defendió al ex candidato presidencial Tomás Jocelyn-Holt en el caso firmas. A pesar de que El Mostrador intentó ubicarlo para referirse a su testimonio en 2002, no fue posible.
Sin embargo, en la sentencia del tribunal, quedó estampado que su testimonio sería desestimado por entrar en contradicción con otros, como el de Paulina Maturana Vivero, quien aseguró “haber llegado al Hotel Radisson cerca de las 13:15 (del 22 de julio de 2002) y ya se encontraba el denunciado en autos (Rincón), quien se acercó a ella para saludar a su cónyuge”.
La abogada Maturana conoce hace años a Rincón. Fueron compañeros en Derecho en la Universidad de Concepción, y en ese entonces ella trabajaba en el Sernam. Si bien reconoce que han pasado muchos años desde esa declaración, señala que “sí puede decir que lo que declaró en 2002 es lo que realmente vio”. Actualmente Maturana es abogada del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).
El testimonio de la abogada Maturana iba en la misma línea que lo declarado por otro de los testigos sumados por Rincón. En el tribunal de primera instancia, Mario Andrés González Bello también declaró “haberse encontrado con el denunciado y luego haberlo acompañado a almorzar al Hotel Radisson antes de las 13:00 horas”. González Bello es un empresario inmobiliario que, en una escueta respuesta a El Mostrador, señaló que recordaba la causa, pero que no sabía muy bien de qué le hablábamos, porque nunca se enteró de que su testimonio había sido desestimado por la instancia judicial.
Quien sí recuerda a cabalidad la causa y mantiene sus dichos, es la única testigo aceptada por el tribunal, Carolina del Pilar Bustos Rubio, quien se desempeña actualmente como abogada en el Ministerio del Trabajo.
La abogada declaró en esa oportunidad que Rincón era “pacífico y calmado”. Luego de una relación que duró ocho años, Bustos apuntó más datos sobre la personalidad del denunciado: “Mantengo lo que dije, tal como declaré el 2002 ante el 16° Juzgado Civil en calidad de testigo de conducta anterior. Pero además dije que jamás durante esos 8 años, ni cuando terminamos, él tuvo una actitud agresiva o violenta hacia mí; Ricardo Rincón fue una pareja súper respetuosa y comprensiva. Agregué que tampoco lo vi exaltado con alguien, hombre o mujer, excepto en la arena del debate político, su pasión desde siempre”, comenta a El Mostrador la abogada.
Bustos también opina respecto a la denuncia que ha puesto al parlamentario en el vórtice del huracán: “Lamentablemente, en aquella época, los tribunales civiles estaban bastante complicados con los fallos sobre violencia intrafamiliar –la Ley de VIF recién se dictó el 2005– y quienes trabajamos en el Sernam en la década del 2000, sabemos que varias mujeres la usaron con fines indemnizatorios, desvirtuando su propósito original. Como persona, le creo totalmente a Ricardo, porque lo conozco de toda la vida; como abogada, solo puedo decir que no comparto la apreciación de la prueba, ni el fallo del tribunal civil”, señala.
Tal como recuerda Laura Albornoz, el 2002 Carolina Hidalgo acudió al Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), que en ese tiempo estaba liderado por la actual ministra de Educación, Adriana Delpiano. Incluso, señalan fuentes ligadas a la institución, Ricardo Rincón le habría pedido una reunión a la entonces subdirectora del organismo, Lisette García, para hablar sobre el tema. Versión que es tajantemente rechazada por ella.
El año de la denuncia en contra de Rincón, Carolina Bustos trabajó en la Dirección General de la Corporación de Asistencia Judicial (MINJU) y en la División Jurídica del Mineduc.
Secreto a voces
Hace 14 años, la golpiza sufrida por Carolina Hidalgo a manos de Ricardo Rincón era un secreto a voces dentro de la DC.
Así lo recuerdan militantes que aseguran que fue un tema comentado entre diversos círculos y que, de hecho, llegó al Tribunal Supremo (TS). Las versiones con respecto a lo que sucedió en dicha instancia son diversas. Pero todos concuerdan en algo: a diferencia de lo que se ha dicho por estos días, el TS no lo sancionó por este tema en particular, sino por algo completamente distinto y relacionado con un tema de carácter político-electoral.
En ese tiempo, el presidente de la instancia era Eric Campaña, ya fallecido.
Al consultar sobre el tema a la actual secretaria del órgano disciplinario, Marcela Parada, señala que “actas sobre este caso y otros no hay, porque se hizo una limpieza del archivo luego del terremoto y botamos todo”.
Parada agrega que tienen un registro de los militantes suspendidos y expulsados y Rincón “no está ahí”. Pero aclara que eso no garantiza nada, ya que tras el terremoto se perdieron muchos antecedentes, debido a una inundación.
En consecuencia, no existirían documentos que permitan aclarar qué sentencia emitió el tribunal ni tampoco cómo fue abordada la situación de violencia.
Según el actual presidente del TS, Andrés Parra, la golpiza a la ex pareja de Rincón “se mencionó pero no fue parte de la sentencia, porque no hubo antecedentes que permitieran tener certeza de la acusación. No tuvimos acceso a ningún documento”.
Por su parte, el entonces miembro del Tribunal Supremo, Jorge Leiva, señala que “lo que revisó en esa época estuvo efectivamente relacionado con un tema de carácter político-electoral, ya que Rincón apoyó a un candidato que no era DC. Pero el tema de la querella no fue materia del tribunal, porque correspondía a la vida privada”.
Leiva detalla que al tribunal “se le hizo llegar una carta con antecedentes de esa causa, de carácter de violencia intrafamiliar. Se estimó que era de la vida privada, no se estimó necesario agregarlo a la causa y no nos constaba que hubiera ocurrido o no”.
Pero el caso era conocido a distintos niveles del partido.
Según recuerda un ex ministro, “era un fuerte rumor, se comentaba en los pasillos”.
En ese tiempo el presidente de la DC era Adolfo Zaldívar. “Él utilizó el tema de la violencia junto a otra denuncia más política que se vio en el Tribunal Supremo (TS) cuando Rincón intentó volver a ser candidato a diputado. Zaldívar estaba especialmente interesado en que se ventilara el tema, porque quería poner de candidato a Dupré. Lo puso y perdió con Alejandro Sule”.
Un militante DC, vinculado al Tribunal Metropolitano de disciplina, manifiesta que “no conocíamos toda la información, que era manejada muy reservadamente entre Eric Campaña y Adolfo Zaldívar. El tema se conoció pero no recuerdo específicamente dónde, en una comisión de la directiva nacional o de consejeros nacionales”.
La misma fuente reconoce que “yo he escuchado comentarios. Yo sabía de este juicio, pero no sabía el contenido. En ese tiempo no había respaldo informático: no existía la posibilidad de llegar a esta información, era complicado. No me había enterado de los detalles de la agresión hasta que se publicaron ahora. Pensé que eran más livianos”.
La ex ministra del Sernam, Laura Albornoz, señala que el tema era conocido dentro del partido.
En CNN, aseguró que "todo este tiempo ha habido un silencio cómplice, de colegas, de integrantes. Este tema fue ventilado cuando yo era vicepresidenta nacional del partido”.
Al respecto, aseguró a El Mostrador que “en el caso de Rincón era ampliamente conocido. Yo había escuchado de su caso desde que trabajaba en el Sernam: que había tenido problemas con varias parejas, pero una de ellas había presentado denuncias en el servicio. Y los rumores estaban ahí, a lo mejor nadie se preocupó de pedir antecedentes”.
La denuncia al Sernam
Tal como recuerda Laura Albornoz, el 2002 Carolina Hidalgo acudió al Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), que en ese tiempo estaba liderado por la actual ministra de Educación, Adriana Delpiano.
Incluso, señalan fuentes ligadas a la institución, Ricardo Rincón le habría pedido una reunión a la entonces subdirectora del organismo, Lisette García, para hablar sobre el tema. Versión que es tajantemente rechazada por ella.
La ex subdirectora reconoce, eso sí, que el caso ingresó al Sernam.
“En ese caso no es denuncia porque no somos un organismo legal. Ingresó como una causa. Ella solicitó orientación al Sernam de los pasos a seguir”, explica.
García señala que recuerda el caso “porque tenía cierta connotación y me fue informado en su oportunidad. Además en el tema de violencia, desde que está Sernam, se le pone atención a causas que tienen cierta gravedad, y este caso lo comentaban entre los casos importantes de ver y prestarle asesoría a la víctima”.
Consultada la ministra Delpiano sobre si sabía de esta causa, no hubo respuesta.
El Mostrador consultó, asimismo, al Sernam sobre los registros de esta denuncia, desde donde señalaron que en ese tiempo no existía ley de Violencia Intrafamiliar, por lo tanto, los antecedentes no se archivaban según el criterio actual.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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