Con un refuerzo policial insólito en las calles y bloqueos en diferentes puntos de la ciudad, Brasilia amaneció blindada para la toma de posesión de este martes del Presidente, Jair Bolsonaro, cuya investidura abre la puerta de la extrema derecha en Brasil y América Latina.
Y el mandatario, polémico por su histórico de declaraciones machistas, racistas y homófobas, parece no estar dispuesto a suavizar su estilo. De hecho, en la previa de la asunción, prometió erradicar la "basura marxista" que a su juicio se ha enquistado en la educación del país.
"Una de nuestras metas para sacar a Brasil de las peores posiciones en las clasificaciones de educación del mundo es combatir la basura marxista que se instaló en las instituciones de enseñanza", afirmó el capitán de la reserva del Ejército brasileño en un mensaje que publicó en su cuenta en Twitter, su medio de comunicación favorito.
Piñera dice presente
El cronograma de asunción de este martes contempla que Bolsonaro recibirá la banda presidencial en el palacio de Planalto, en el marco de una ceremonia en la que está prevista la presencia de 11 jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos el de Israel, Benjamín Netanyahu, con quien el futuro Presidente ha estrechado los lazos, y Sebastián Piñera, quien según trascendió, sostendrá reuniones bilaterales con Netanyahu, el mandatario portugués Marcelo Rebelo de Sousa y con el propio Bolsonaro.
Es importante destacar las buenas relaciones entre Chile y Brasil. En noviembre, ambas naciones firmaron un nuevo acuerdo de libre comercio (ALC). Además, ha trascendido que nuestro país sería uno de los primeros destinos internacionales del mandatario electo brasileño.
Previo a aterrizar en Brasilia, Piñera hará una breve escala en Asunción, capital de Paraguay, donde abordará el avión presidencial el mandatario Mario Abdo Benítez, con quien también mantendrá una reunión durante el trayecto.
Fuerte despliegue de seguridad
El temor de un nuevo atentado contra Bolsonaro, quien fue apuñalado el pasado septiembre en plena campaña electoral, ha elevado la alerta de las autoridades y obligado a desplegar un operativo de seguridad sin precedentes en la capital brasileña para hacer frente a cualquier "amenaza".
"Es un presidente que sufrió un atentado, una agresión a su propia vida, por eso, tenemos que aumentar los niveles de seguridad, los controles de acceso y precaución", anticipó este domingo el general Sérgio Etchegoyen, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, responsable por todo el procedimiento.
Por ello, un decreto presidencial permitirá a partir de la media noche que misiles antiáereos con hasta 7 kilómetros de alcance y dirigidos por láser puedan derribar aviones "hostiles" que violen el espacio delimitado como área de seguridad durante la toma de mando del nuevo presidente.
La medida también alcanza a los drones, que podrán ser "abatidos" por los francotiradores distribuidos a lo largo de la Explanada de los Ministerios, una amplia avenida que reúne todos los poderes públicos de Brasil, incluido el Congreso, donde Bolsonaro jurará la Constitución antes de asumir el poder.
La Explanada, que al igual que el resto de la ciudad fue proyectada por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer, estará cercada por alambres de púas y concertina para impedir la libre circulación del público en la ceremonia, que reunirá entre 250.000 y 500.000 personas.
Policía y miembros del Ejército revisaron hoy el área por donde mañana circulará Bolsonaro e instalaron barreras de concreto en las puertas de entrada de la vía para evitar el paso de vehículos no autorizados.
Todavía no se sabe si el ultraderechista recorrerá la Explanada en un Rolls Royce "Silver Wraith" descapotable, como marca la tradición, o lo hará en un vehículo blindado, después de que la Policía Federal reveló que investiga una amenaza terrorista prevista durante la investidura.
La decisión final recaerá en manos del propio Bolsonaro, quien mañana sucederá en la Presidencial de Brasil a Michel Temer, después de vencer las elecciones de octubre con un 55% de los votos frente al 45% obtenido por el candidato progresista Fernando Haddad, ahijado político del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La llegada al poder del capitán de la reserva del Ejército ha movilizado también a centenas de brasileños provenientes de diversas ciudades de país que se han trasladado hasta la capital brasileña para acompañar a Bolsonaro, un nostálgico de la última dictadura militar y polémico por un historial de declaraciones machistas, racistas y homofóbicas.
El ritual de Bolsonaro
El ritual de la investidura se prolongará por más de cinco horas y, a petición del futuro mandatario, contará con una ceremonia religiosa como novedad, algo que no es tradición en Brasil. El evento comenzará a las 14.30 hora local (16.30 GMT) con la llegada de Bolsonaro y de su esposa, Michelle, a la Catedral y tendrá como último acto una recepción en la sede de la Cancillería que comenzará a las 18.30 hora local (20.30 GMT) y que el gobernante ofrecerá a las delegaciones internacionales.
Entre la Catedral y la Cancillería, Bolsonaro y su vicepresidente, el general de la reserva del Ejército Hamilton Mourao, pasarán por la sede del Congreso, donde serán formalmente investidos, y por el Palacio presidencial de Planalto, donde el nuevo gobernante recibirá la banda presidencial, pronunciará un discurso ante el público, será saludado por los jefes de Estado invitados y juramentará a los miembros de su gabinete.
FUENTE: EL MOSTRADOR