Arzobispado de Santiago abre investigación por denuncias en contra de cura favorito de Karadima
por Alejandra Carmona y Samuel Romo 30 agosto, 2018
El Arzobispado de Santiago iniciará una indagatoria en contra del cura favorito de Fernando Karadima y ex sacerdote de la Parroquia El Bosque, Diego Ossa, tanto por el caso de Oscar Osbén, pero además “por dos denuncias de abuso sexual y de autoridad que habrían ocurrido antes del año 2005, cuando una de las personas denunciantes declara haber sido menor de edad”, precisó la entidad eclesiástica esta tarde a través de un comunicado.
La declaración del Arzobispado de Santiago añade además que los antecedentes del caso han sido entregados a la Fiscalía y “mientras dure la nueva investigación el sacerdote ha sido apartado del oficio de vicario parroquial de la comunidad Nuestra Señora de la Paz; no puede realizar actos públicos propios del ministerio sacerdotal y se le ha fijado residencia”.
La indagatoria tendrá un plazo máximo de 60 días. Según fuentes de la institución, durante esta jornada se notificará de la apertura de la indagatoria a Ossa.
Ossa fue parte del círculo de hierro y "mano derecha" de Fernando Karadima. Desde su salida de la controvertida parroquia de El Bosque que lideraba el religioso ha sido trasladado por distintos puntos en las comunas de Pudahuel, Huechuraba, Lo Prado y como vicario parroquial Nuestra Señora de la Paz en Ñuñoa.
Abuso sexual, de poder y de conciencia
La víctima, Oscar Osbén, presentó en primer término su denuncia en las instancias del clero, pero sin éxito alguno, y el caso sólo logró ser reactivado cuando entregó los antecedentes y pidió a la Comisión Scicluna reabrir el caso. Actualmente, el denunciante vive en Talca y es miembro de la Red de Víctimas Eclesiásticas.
Respecto a esta denuncia, el Arzobispado admitió que “el señor Óscar Osbén Moscoso ha solicitado revisar su caso, sobre el cual ya se había realizado una investigación que fue enviada a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la que se pronunció el año 2014 imponiendo un remedio penal según la norma 1.339 del Código de Derecho Canónico”.
De acuerdo al testimonio de Osbén, el abuso sexual se registró en 2003. En ese entonces, Ossa estaba a cargo de la Parroquia El Señor de Renca. Osbén era su secretario personal y quería ser sacerdote.
“Diego Ossa llegó a la casa de los curas de Renca un día en que yo me quedé a dormir allí, porque él supuestamente andaba de viaje. A mitad de la noche, me pidió que me acostara a su lado y comenzó a masturbarme”, reveló en una entrevista con The Clinic en 2015.
En una reciente conversación con la prensa, el denunciante agregó otro dato de lo sucedido en ese entonces y que da cuenta del comportamiento de su abusador: “Al otro día me mandó a confesar con Karadima y después me confesó él”, contó. En ese contexto, Osbén conoció también el ambiente de la Parroquia de El Bosque: “Era lo más parecido a una corte, donde Karadima era el rey, y yo, que venía de un estrato social más bajo, la oveja recogida entre medio de puros cuicos”, contó.
Luego, la víctima hizo una “denuncia canónica que fue tomada pro el canciller Hans Kast y el Promotor de la Fe en ese entonces fue Raúl Hasbún, algo totalmente viciado porque Hasbún es muy amigo de Karadima, fue su formador en el seminario, y ustedes saben como ha sido todo lo que ha ocurrido, encubrimientos, desde (Francisco Javier) Errázuriz, criminales todo. Acá hay delitos, no sólo abuso sexual, sino también abuso de poder, de conciencia”, dijo en una reciente conversación con la prensa.
Pago de $10 millones
Ossa tuvo que declarar ante la ministra en visita Jéssica González, en el marco del caso Karadima. En ese proceso, se destapó también la entrega de $10 millones a Osbén, lo que el religioso explicó como parte de una ayuda económica que respondía a la “caridad sacerdotal de Cristo”.
Sin embargo, durante el proceso, se revelaron cartas enviadas por el cardenal Francisco Javier Errázuriz al vicario Diego Ossa y otra al propia Karadima, dando instrucciones de cómo encubrir y tapar los distintos ángulos de la investigación. Es más, en dicha carta el ex arzobispo de Santiago señalaba que recordara que “los 10 millones eran un acto de misericordia y no una acción para callar una víctima”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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