Adriana Muñoz: “Nadie pudo convencerme que no habría reemplazo en huelga”
Gonzalo Castillo | Sábado 12 de marzo 2016 11:45 hrs.
La senadora del PPD e integrante de la comisión de Trabajo, argumentó de esta manera su solitario voto en contra de la indicación sobre adecuaciones necesarias en el proyecto de Reforma Laboral. “Muchos fantasmas se instalaron en este debate”, aseguró la parlamentaria.
La Reforma Laboral continúa su camino legislativo luego que la semana pasada el Senado despachara el proyecto hacia la Cámara de Diputados a tercer trámite. El debate estuvo marcado por la aprobación de dos de las tres indicaciones más controvertidas del Gobierno, como son la titularidad sindical y las adecuaciones necesarias, siendo rechazada la norma sobre negociación interempresas.
Es justamente sobre este último punto que la senadora del PPD Adriana Muñoz, hizo énfasis en conversación con Radio Universidad de Chile calificando este rechazo como un error ya que se dejará a millones de trabajadores sin poder negociar colectivamente, aseguró la legisladora.
Además, la integrante de la Comisión del Trabajo del Senado criticó que el debate sobre esta reforma haya estado teñida de temores, ideologismos y fantasmas en relación con la actividad sindical, sensaciones que no solamente fueron expresadas desde la derecha, sino también de parte de algunos senadores de la Nueva Mayoría, especialmente de la DC y el PPD.
¿Quedó conforme con la aprobación en general de la Reforma Laboral por parte del Senado?
Creo que se avanzó muchísimo, y se logró aprobar, por cierto con la oposición de la derecha, los pilares fundamentales propuestos en el proyecto de la Presidenta Bachelet que es la titularidad sindical, la extensión de los beneficios de la negociación colectiva en forma conjunta el sindicato con el empleador, y también se aprobó la huelga como un derecho que se ejerce colectivamente por los trabajadores. Creo que eso quedó muy bien aprobado, y estamos muy contentos que las ideas matrices, fundantes del proyecto que busca recuperar y fortalecer los derechos colectivos de los trabajadores que se habían debilitado, y habían, prácticamente desaparecido del año 1979 hasta ahora, con el Plan Laboral de José Piñera, hayamos podido dar un paso, que no es un paso gigante, pero sí recupera derechos esenciales como es la titularidad del sindicato en la negociación, y también logra el reconocimiento, nítido y claro, de la huelga como un derecho de los trabajadores que se ejerce en forma colectiva.
¿Qué le parece el rechazo a la indicación sobre negociación interempresas?
Considero que ahí se cometió un error muy grande por parte de algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría, porque con esto se deja a millones de trabajadores sin poder negociar colectivamente, a través de sindicatos que siempre han ejercido la negociación en una red, pertenecientes a sindicatos intermempresas. Creo que aquí hubo mucho ideologismo, mucho temor, muchos fantasmas que han recorrido todo este debate de la Reforma Laboral, se ha quedado de manifiesto una cultura antiorganización, antisindicato que asocian el sindicato ideológicamente a fuerzas de ultra izquierda, incluso se vio, también con votos cruzados entre la derecha y sectores de la Nueva Mayoría, de la Democracia Cristiana y del Partido Por la Democracia votaron y establecieron que la huelga debe ser pacífica. Creo que hay un temor, hay una serie de fantasmas que recorren este debate, y que nos dejaron sin que el hecho de la negociación interempresas, que hoy día existe, quedara como venía propuesta desde la Cámara de Diputados, fuera obligatoria. Vale decir que todos esos trabajadores que hoy día se encuentran asociados a sindicatos interempresas pudiesen obligadamente, no a mera voluntad del empleador, haber llevado a cabo esta negociación. Aquí muchos se escudaron en la micro empresa, la pequeña empresa, pero de verdad la microempresa prácticamente no negocia colectivamente, son muy pocos representan un 1,3 por ciento en los sindicatos de las microempresas que son casi actividades económicas familiares. La pequeña empresa hoy día, se ha negociado en forma interempresas, pero con total normalidad porque no hay una irracionalidad como se ha pensado, en el sentido que aquí un sindicato interempresas que aglutina a grandes empresas, va a ir a imponer a las pequeñas el mismo pliego de negociación que a las grandes. A nadie se le va a ocurrir pedir 500 mil pesos como base de salario que se pide, por ejemplo, en una gran empresa a una pequeña empresa, eso nunca ha sucedido y es por eso que los síntomas que hubo en el debate que recorrieron toda la discusión, y que se plasmaron en un rechazo, son de verdad expresión de ideologismo, de mucho temor, de mucho fantasmas que se instalaron en medio de este debate.
Usted en febrero pasado se manifestaba defraudada de la actitud de algunos senadores de la Nueva Mayoría. Después de lo sucedido en el debate en la Sala con algunos senadores de la DC, especialmente ¿Mantiene dicha sensación?
Quedó de manifiesto que tenemos severas diferencias en materia laboral, en materia de sindicalismo, en materia de huelga tenemos serias diferencias y hay que respetarlas. Somos una coalición, no tenemos por qué estar uniformados, pero sin embargo mi decepción viene del hecho que nosotros hicimos una campaña, con un programa que establecía una Reforma Laboral para recuperar y fortalecer los derechos colectivos de los trabajadores, fundamentalmente fortaleciendo el sindicato, y también la huelga, haciendo que la huelga sea efectiva. Entonces, cuando nosotros le hablamos al país desde esos dos planteamientos, de la recuperación de sus derechos para que la vida de los trabajadores de nuestro país sea mejor, que exista redistribución de riqueza, que exista más justicia, abandonar las enormes brechas salariales que existen en nuestro país. Creo que estamos teniendo visiones distintas y por cierto hay que seguir conversando y dialogando, de ninguna manera esto va a quebrar una coalición, sin embargo, mi opinión en esa época fue que había que sincerar el debate, abierto y público como es el hemiciclo del Senado, en nuestras distintas visiones sobre este tema y creo que eso se dio bien, porque se vio en muchas materias que se abrió debate, se expresaron esas distintas visiones, particularmente en lo que yo al final voté en contra que fue este tema de las adecuaciones necesarias, para garantizar que los trabajadores que no están en huelga sigan trabajando, esto a través de ajustes que va a hacer el empleador en sus contratos, en sus funciones, los turnos y horarios, tema que yo siempre planteé que, en mi opinión, abre la puerta al reemplazo interno.
Precisamente llamó la atención que el único voto en contra de la indicación sobre adecuaciones necesarias fuera el suyo.
Yo le planteé al Gobierno y a mi bancada y al resto de las bancadas de la Nueva Mayoría, y que nadie, hasta ahora, me había logrado convencer que aquello no habría la puerta al reemplazo interno, a tal punto yo tengo razón que la derecha se convenció, lo dijeron en sus intervenciones, el senador (Andrés) Allamand, el senador (Juan Antonio) Coloma, que mi posición, que yo iba a votar en contra porque entiendo, en una norma que estaba redactada en una forma bastante compleja, que no daba certezas ni a las visiones en contra ni a las favor, ni a las abstenciones, no daba una visión muy concreta de lo que va a suceder en el momento en que se desate la huelga y el empleador requiera que los que no están en huelga ejerzan sus funciones, a tal punto fue el planteamiento que la derecha dijo aquí de verdad se está abriendo la puerta. Ellos mismos votaron a favor, porque está la convicción de que ahí hay una puerta, hay un forado a la huelga, y va a permitir el reemplazo interno. A mí nadie me logró convencer de lo contrario por eso lo mantuve, se lo dije a mis colegas, se lo dije al Gobierno, a los ministros y mi decisión si el artículo no recibía una modificación, iba a permanecer en contra.
¿Cuál es su evaluación del rol del Gobierno en la tramitación de este proyecto a más de un año de haber sido ingresado al Parlamento?
Yo tengo la mejor opinión de todos los ministros, particularmente de la ministra Ximena Rincón que ha hecho un trabajo de verdad minucioso, riguroso, sistemático, responsable de mucha buena acogida de cada uno de nosotros los parlamentarios, de reuniones, de buscar acuerdos, de discusión, de conversación. Yo tengo la mejor opinión de cómo ella, como ministra, llevó este proyecto de suyo complejo, y que definitivamente, creo que el resultado del proyecto el día jueves, salvo el tema de la negociación de los sindicatos interempresas, fue un gran resultado para el Gobierno y para el propósito de la Presidenta de recuperar y fortalecer derechos colectivos de los trabajadores con la titularidad, la extensión y la huelga. Creo que fue un gran resultado, solamente que hay visiones distintas en algunos temas que buscaremos, seguramente, en la Cámara de Diputados, en la comisión mixta, una solución para que esto, definitivamente, se haga un proyecto en mejores condiciones. Tengo la mejor de las opiniones del esfuerzo que hizo la ministra, y también el ministro Rodrigo Valdés y Nicolás Eyzaguirre, que acompañaron bastante la tramitación.
¿Qué espera de la comisión mixta en la Cámara, que es la instancia más probable que deba sortear la Reforma Laboral antes de su promulgación?
Nosotros buscamos reponer el artículo que establece la negociación interempresas, y también buscar en materia del famoso tema de las adecuaciones, de las facultades que tiene el empleador para encomendar funciones a sus trabajadores que no están en huelga, deje claramente establecido cuál va a ser la modalidad que va a poder implementar en la búsqueda de esas funciones. Ahí va a haber un punto que pondré especial atención y esperemos resolverlo y saliendo con una redacción por lo menos más nítida, más clara de la que hoy día tenemos.
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