El año pasado, tras el accidente aéreo en que murieron tres ejecutivos de la inmobiliaria Andrés Bello y tres académicos de la Universidad San Sebastián, incluido Marcelo Ruiz Pérez, el senador de la UDI fue contactado por los hijos de Ruiz para que los representara en la junta directiva de la Casa de Estudios. Ruíz Pérez fue militante histórico de la UDI y uno de los socios de la Inmobiliaria Andrés Bello y la universidad del mismo nombre que en 2007 adquirieron la Universidad San Sebastián. Ruiz era íntimo amigo y compadre con Longueira, quien en 1991 se convirtió en socio de la Inmobiliaria Andrés Bello a través de una sociedad anónima que según Dicom continúa abierta.
El 1 de marzo de 2010 el accidente aéreo en el que murieron Marcelo Ruiz Pérez, Ignacio Fernández Doren, Luis Ernesto Videla, Juan Guillermo Molla, Pablo Desbordes y Rodolfo Becker, se convirtió en una fecha negra para los socios de la Sociedad Inmobiliaria Andrés Bello y los miembros de la plana mayor de la Universidad San Sebastián.
Los seis tripulantes de la avioneta modelo Piper que cayó al mar en las cercanías de Tomé, cuando el grupo se dirigía hacia Concepción a prestar labores de apoyo tras el terremoto, eran reconocidos personeros de la comunidad académica y ejecutiva de la casa de estudios privada, pero también algunos como Ignacio Fernández, Pablo Desbordes y Marcelo Ruiz Pérez habían sido destacados militantes de la UDI, con estrechos lazos de amistad con los discípulos más reconocidos de Jaime Guzmán.
Entre estos últimos se hallaban Andrés Chadwick, Luis Cordero y Pablo Longueira, quienes en 1986, dos años después de que Cordero y Longueira armaran el Departamento Poblacional de la UDI, conformaron la sociedad anónima COPRA junto a Ignacio Fernández y el actual miembro del Tribunal Supremo de la UDI, Andrés Serrano Gutiérrez.
A raíz de la muerte de Ruiz, según explicaron a El Mostrador en la Universidad San Sebastián, sus herederos le solicitaron a Longueira que se hiciera cargo de representarlos en la junta directiva de la Universidad San Sebastián. Con Ruiz eran íntimos amigos, compadres de bautizo y en varias ocasiones veranearon juntos en el sur. La relación entre ambos se vincula con los inicios de la UDI. Más tarde, sus destinos se entrecruzaron en el naciente mundo de las universidades privadas.
La S.A. educacional
Según registros del Observatorio Chileno de Políticas Educativas y los datos relatados en una entrevista a Luis Cordero, en 1991 la sociedad COPRA de Longueira, Chadwick, Cordero, Fernández y Serrano ingresó a la propiedad de la Sociedad Inmobiliaria Andrés Bello y la Universidad del mismo nombre. Fundada en 1988 por Víctor Saleh, accionista mayoritario con un 72% de la propiedad, Francisco Luna, con un 25%, y por Luis Cordero, Ignacio Fernández y Marcelo Ruiz Pérez, con un 3% en total, la Universidad Andrés Bello pronto incorporó nuevos socios.
Hoy el senador Longueira –quien constantemente amenaza con renunciar a la política y reitera que su única motivación es el servicio público-, así como personeros de todo el espectro político, es miembro directivo de una de las universidades privadas que funcionan al alero de inmobiliarias para triangular utilidades año a año.
Tras una crisis en 1995, Saleh decidió vender y se sumaron al negocio el ex gerente de Celco Alejandro Pérez, Jorge Selume, Juan Antonio Guzmán, Miguel Ángel Poduje, el dueño de Copesa Alvaro Saieh; y el propietario de Sonda y amigo del presidente Piñera, Andrés Navarro.
Ocho años después, en 2003, el grupo transnacional Sylvan Laureate (ahora de propiedad del fondo Kohlberg Kravis Roberts) compró el 80% de la Universidad Andrés Bello en cerca de US$ 70 millones, mientras que los socios vendedores se quedaron con el verdadero negocio: los activos inmobiliarios; asumiendo el compromiso de no vincularse con otros proyectos universitarios antes de cuatro a cinco años.
El plazo se cumplió y en mayo de 2007 la Universidad San Sebastián fue comprada por el ex gerente de LAN Luis Ernesto Videla, Alejandro Pérez, Andrés Navarro, Luis Cordero y Marcelo Ruiz, iniciando un ambicioso plan de expansión y construcción de infraestructura que como balance a fines de 2010 incluía campus en Santiago (incluida la nueva sede de Bellavista con Pío Nono y la futura sede donde estaba el Santiago College), Concepción, Valdivia, Osorno y Puerto Montt; con una matrícula total que bordea los 15 mil estudiantes, y la idea de sumar otros 10 mil antes de 2015.
En defensa del lucro
No está claro en que momento COPRA dejó de ser accionista de la Inmobiliaria Andrés Bello y bajo qué circunstancias. Tampoco si acaso los senadores Chadwick y Longueira finiquitaron su participación en la sociedad anónima y a cambio de qué (Chadwick sigue figurando como profesor de Derecho de la UNAB). Pero sí hay publicaciones de que en medio del debate sobre el lucro en la educación, Longueira se ha manifestado a favor.
En los registros de Dicom la sociedad anónima COPRA aún figura como abierta pese a no aparecer en la declaración de intereses y de patrimonio tanto de Chadwick como de Longueira. De hecho, en octubre de 2008, a raíz de una investigación sobre las acciones y sociedades omitidas por los miembros del Senado en sus declaraciones de patrimonio e intereses, Ciper relata cómo se le solicitó a Longueira y otros senadores que aclararán las diferencias entre los registros públicos y los antecedentes declarados:
“En el caso del senador Longueira, se le consultó por las sociedades Agrícola Santa Bernardita S.A.; Colegio San Isidro S.A. y Copra S.A., pues en algunos registros aparece vinculado a ellas y no se encontraron antecedentes oficiales que indicaran que finiquitó su vínculo con esas entidades o que éstas tengan término de giro. Por lo mismo, se le solicitó que confirmará si mantiene nexos con ellas”. En la ocasión Longueira no respondió. Tampoco lo hizo ahora pese a los múltiples llamados de El Mostrador y un email en el que se le preguntó directamente por esta situación.
Lo único claro es que hoy el senador Longueira –quien constantemente amenaza con renunciar a la política y reitera que su única motivación es el servicio público-, así como personeros de todo el espectro político, es miembro directivo de una de las universidades privadas que funcionan al alero de inmobiliarias para triangular utilidades año a año.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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