Desde aquí se los llevaron: Organizaciones buscan levantar sitio de memoria en Aeródromo Tobalaba
Un grupo de organizaciones sociales y vecinos de La Reina luchan por recordar el pasado oscuro del Aeródromo Tobalaba, un enclave estratégico del régimen desde donde desaparecieron cientos de víctimas de la dictadura militar.
Durante el pasado fin de semana, un grupo de organizaciones sociales y políticas de La Reina se reunieron frente al Aeródromo de Tobalaba para manifestar su deseo de levantar un memorial que recuerde el papel jugado por ese espacio durante la dictadura militar.
El aeródromo contiene una historia oscura e imposible de borrar, cuyos relatos fueron detallados por el periodista Jorge “Gato” Escalante, quien se especializó durante años en la investigación y denuncia de diversos episodios, asesinatos y abusos del régimen militar que quedarían consignados en sus reportajes en La Nación Domingo. A través de su pluma, por ejemplo, se conoció que los helicópteros puma despegaron desde ese lugar para iniciar la travesía de la Caravana de la Muerte, liderada por el general Arellano Stark.
Antes del golpe, el Aeródromo de Tobalaba era sede del Comando de Aviación del Ejército. Por ello se explica que el espacio haya sido utilizado para la “Caravana de la Muerte” a partir del 30 de septiembre de 19374, dejando un saldo de 26 presos ejecutados. Posteriormente, Stark y su comitiva volverían a volar desde ahí rumbo al norte de Chile, concretando 71 nuevas ejecuciones de prisioneros.
“El segundo elemento que nosotros supimos fue la operación Puerto Montt. De esto se sabe menos, pero el Aeródromo esta vinculado entre el 74 y el 78 con el enclave de la muerte que era Villa Grimaldi, el Comando de Telecomunicaciones y posteriormente Simón Bolívar, el centro de detención y tortura“, explica la académica Coral Pey.
En dichas operaciones, los agentes a cargo definían quiénes de los detenidos serían lanzados al mar, por lo que el espacio, ubicado en la comuna de La Reina, fue utilizado también para el traslado los cuerpos. La mayoría de ellos sería lanzado en Playa La Ballena, en la Bahía de Quinteros, luego de ponerles alambres y rieles en las extremidades para evitar que salieran a flote. Un caso emblemático en este sentido fue el de Marta Ugarte: el cuerpo torturado y quemado de la joven profesora chilena, militante del Partido Comunista, apareció en dicho balneario y dejó en evidencia uno de los crueles modus operandi del régimen.
VECINOS BUSCAN DECLARARLO MONUMENTO NACIONAL
Según otros datos recopilados por organizaciones de memoria de la comuna, el aeródromo seguiría funcionando como un enclave siniestro de la dictadura en la década de los ’80 y selló una de sus oscuras operaciones durante el año 87, con el secuestro y asesinato de cinco frentistas.
Hoy, el aeródromo pertenece a la Dirección General de Aeronáutica y divide su propiedad con Carabineros de Chile. Los vecinos del sector acusan, además, que existe un importante nivel de ruido en el espacio que daña y contamina el ambiente para la población aledaña. “Estos eran los mismos ruidos que escuchaban los detenidos cuando iban a ser trasladados y ejecutados. Hay un registro de terror y memoria cada vez que se escuchan los helicópteros”, sentencia Pey.
Hasta ahora, la comunidad no se explica cómo el enclave de muerte había pasado desapercibido. Lo importante, sin embargo, es que los vecinos ya se organizaron para saldar una deuda con la memoria, y enviaron la propuesta de levantar un memorial en el frontis del espacio al Concejo Municipal de la comuna, como una forma de reparación histórica.
“Partimos por el Municipio, esta carta se leyó en una de las sesiones del concejo y captamos la aceptación de la mayoría de los concejales”, advierte la académica. Por ahora, ellos tienen que entregar una respuesta formal, mientras la comunidad se vincula con gente del Instituto Nacional de Derechos Humanos para profundizar la experiencia desde la educación y la reflexión también.
Para los vecinos organizados, frente al escenario de impunidad y vigencia de pactos de silencio, la comunidad tiene información dispersa sobre las casas de tortura, los agentes y sitios vinculados a las violaciones a los Derechos Humanos.
Por lo mismo, especifican, “no basta sólo con colocar el memorial. Por su trascendencia el aeródromo debería estar consignado como monumento nacional de memoria”. Por ello, ya están agendando una reunión con el Programa de DD.HH del Ministerio del Interior y el Consejo de Monumentos Nacionales.
“Cada uno de estos lugares tiene dos historias: una historia de terror, vinculada al terrorismo de Estado, y otra de construcción social, donde la comunidad se hace parte y piensa hacia el futuro, lo que le vamos a dejar a las próximas generaciones. Nos interesa rescatar la ética que tuvieron esas personas que fueron las víctimas, que incluso se jugaron la vida. Creemos que estos ejemplos son tremendamente indicativos para relacionar el servicio público y cómo desde la ética podemos pensar en una comunidad distinta”, cerró Coral Pey.
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