sábado, 21 de noviembre de 2015

Desarrollo Político y el Triunfo del Peronismo en Argentina

 Publicado el 21 Noviembre 2015
 ESCRITO POR FERNANDO DUQUE*
El 8 de noviembre pasado, se publicó en “El Clarín” de Chile, un artículo titulado “Falsa Conciencia: Un Peligro para Latinoamérica”. Ahí se mencionan los factores y causas que han determinado que la derecha sea aún una fuerza sumamente potente en la región latinoamericana.  Se indica además, que este fenómeno crea un enorme riesgo para las próximas elecciones en Argentina y Venezuela.



Se señala que la derecha latinoamericana es sumamente poderosa pues ella ha logrado crear un sentimiento ampliamente favorable a la ideología neoliberal tanto en las clases acomodadas como en las clases medias de la región; pero lo que es peor, también han creado este mismo sentimiento en importantes sectores populares. Una ideología que obviamente favorece a los ricos y perjudica a los pobres, no es comprendida de esta forma por sectores del proletariado y campesinado latinoamericano. A este peculiar y extraño fenómeno los filósofos y cientistas políticos lo denominan “falsa conciencia”.  Este tipo de conciencia se da por ejemplo en el esclavo que defiende a brazo partido los intereses y fortuna de su amo. También se da en las mujeres que aceptan el maltrato de sus maridos porque consideran cierto el dicho “quien te quiere te aporrea”. No cabe duda que una poderosa influencia religiosa torcida y falsificada ha sido un factor importantísimo en el desarrollo y consolidación de la falsa conciencia latinoamericana.

            El artículo del 8 de noviembre, también describía y explicaba que el poder político de la derecha en la región se debía a cuatro factores o causas importantes. Primero el uso inteligente del dinero para comprar a los intelectuales de la región; segundo, el uso del dinero para comprarse a la clase política de la región; tercero, el acaparamiento monopólico de los medios de información y comunicación social; y en cuarto lugar, la capacidad de la derecha para evitar temas políticos, socioeconómicos y culturales que la afectaban negativamente ante la sociedad. El artículo en referencia concluía en forma sumamente pesimista que América Latina estaba al inicio de un proceso que iba a terminar por destruir los avances que la región había hecho para mejorar las condiciones de vida de los pobres del continente. De esta forma, la derecha en Argentina, primero y luego en Venezuela, iban a iniciar un proceso de caída similar a las fichas de dominó y que todo esto terminaría por destruir los sueños del socialismo del siglo XXI de la región.

            No obstante, el 18 de noviembre, el diario “El País” de España, publicó un artículo que obliga a repensar el pesimismo anterior.  El artículo en referencia está escrito por Carlos E. Cué y Alejandro Rebossio y se titula “El peronismo lucha casa a casa para no perder el poder”. Aquí se señala que se está haciendo un minucioso y efectivo trabajo en los barrios y sectores populares del país. Es ahí donde se pretende conquistar para Scioli los 5.2 millones de votos que obtuvo Sergio Massa, el candidato peronista disidente del kirchnerismo. Estos observadores señalan que si la corriente principal del peronismo logra convencer a los que votaron por Massa, estos votos le darían el triunfo a Scioli. La gigantesca movilización social iniciada por el peronismo después del 8 de noviembre, es una nueva campaña sumamente importante. Todas las poblaciones pobres de Argentina, tanto en las zonas rurales como urbanas, están sistemáticamente siendo trabajadas por cientos de miles de estudiantes universitarios y de empleados del sector público que utilizan su tiempo en una sistemática destrucción  de la falsa conciencia que ha afectado a los pobres en Argentina.

            Estos organizados y coordinados agentes movilizadores se conocen al detalle su área de trabajo. Saben con exactitud cuántos ciudadanos mayores de 16 años viven en cada casa visitada. Estas son viviendas pobres, algunas de ellas con piso de tierra y que carecen de teléfono fijo e internet.  A estos ciudadanos se les explica con lujo de detalle, cómo el candidato de la derecha votó contra las ideas, proyectos y programas que favorecen a los pobres. También se reparte material escrito que señala con detalles la historia y trayectoria política de Macri y se le identifica como un líder despiadado, ultraderechista y reaccionario. Se le compara con el sanguinario Uribe de Colombia y con otros sátrapas que han afectado negativamente al continente. Se señala y explica cómo Macri bajará los salarios y las jubilaciones. Se discute y explica por qué el programa de Macri producirá una gigantesca depresión económica que destruirá millones de puestos de trabajo; que el candidato neoliberal ha prometido hacer una devaluación del peso argentino y si ello ocurre, los precios de los artículos y bienes de primera necesidad se irán a las nubes, pero los sueldos y salarios no subirán. El artículo también señala cómo los miles de movilizadores sociales identifican con sumo cuidado a los ciudadanos pobres que no votaron en la elección pasada. Para trabajar con estos últimos no votantes, se realizan visitas especiales para convencerlos que cumplan con su deber ciudadano en las próximas elecciones. A todos se les recuerda los trágicos tiempos de los años 80 y 90 del siglo pasado y los primeros años del siglo XXI. Fue en ese tiempo tenebroso, donde los pobres tuvieron que utilizar el trueque para intercambiar bienes básicos y así no morirse de hambre. En estas largas sesiones de discusión y convencimiento, se señala además que técnicos, profesionales y científicos tuvieron que abandonar el país para ir a lavar platos a países desarrollados. Todo este trabajo de puerta a puerta se complementa con el pintado de murallas y de casas y la colocación de carteles que le recuerdan al pueblo, los terribles días, meses y años, cuando la derecha impuso el neoliberalismo en Argentina. A los votantes jóvenes se les pide que conversen con sus padres y abuelos para así comprender la fatídica crisis que el país tuvo en las dos últimas décadas del siglo XX. A los votantes también se les recuerda que personajes importantes de la política argentina, tales como Duhalde y Solá, ex -críticos del kirchnerismo, hoy día piden votar por Scioli.  En este mensaje que se les da a los pobres, se deja muy en claro que el castigo a Scioli en la primera vuelta fue una lección necesaria, pero que ahora era vital preservar los avances que el pueblo argentino ha tenido con el peronismo en el poder. Se insiste que todo este trabajo de hormiga, naturalmente no se refleja en las encuestas de opinión que dan como seguro ganador a Macri el próximo 22 de noviembre. Si todo lo que se comenta en el artículo del diario “El País” es cierto, entonces es altamente probable que Scioli sea el próximo presidente de Argentina.

            Si Sioli triunfa el próximo domingo, ello se deberá sin duda alguna, a lo que los politólogos denominan, avanzado desarrollo político o institucionalización política. Este desarrollo se produce en un país donde un poderoso partido político se organiza tan masiva y férreamente como un muy bien preparado ejército.  El modelo que se tiene en mente es sin duda la organización del partido comunista en China. El partido peronista fue fundado y organizado hace más de 7 décadas atrás. Este partido es la institución política vigente más antigua y mejor organizada de Argentina. Tiene grupos bien estructurados en cada rincón del país y esto ha sido así por muchos años. Ningún líder político que no tenga el apoyo del partido peronista ha podido terminar bien su mandato presidencial. A pesar de que Scioli es un mal candidato y Argentina ha sufrido una gigantesca crisis económica en los últimos cuatro años, Scioli será el próximo presidente y este milagro se deberá casi exclusivamente a la férrea organización del partido peronista. Sólo una institucionalización política de calibre mayor podría explicar un triunfo electoral bajo condiciones políticas tan adversas.

            El trabajo realizado en estos últimos días por el partido peronista, es precisamente lo que el resto de los países populistas y progresistas del resto de América Latina debería hacer urgentemente y sin mayo demora. De este trabajo de institucionalización política, depende de que los pobres latinoamericanos comprendan a cabalidad que individuos y movimientos políticos son sus amigos y protectores y cuáles son sus verdaderos enemigos y torturadores. Si la falsa conciencia es efectivamente derrotada y destruida por la organización e institucionalización política, la derecha latinoamericana sería condenada a un permanente fracaso.  De esta forma la nefasta ideología neoliberal impuesta por occidente y sus esbirros locales será por fin enviada al tarro de la basura de la historia. Es de esperar que el presidente Maduro reacciones a tiempo y enfrente las próximas elecciones parlamentarias con un trabajo político similar al que se hace en Argentina. Así como en la guerra, el éxito depende de la organización y funcionamiento de un poderoso ejército; en la política, el éxito depende de la organización y funcionamiento de un poderoso partido político que pueda reaccionar con velocidad a los desafíos cambiantes del entorno y de la fortuna. Esto lo dijo Maquiavelo hace 5 siglos y Huntington lo siguió repitiendo hasta su muerte hace sólo unos pocos años atrás. [i]

               
F. Duque Ph.D.
Cientista Político
Puerto Montt, noviembre 2015
FUENTE: EL CLARIN

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