martes, 31 de julio de 2012

Sociólogo desestima algarabía del gobierno por índices de satisfacción. "Hemos llegado a ser un país de infelices", sostiene

Por Pilar González
En tanto el dirigente Carlos Hario, de la Asamblea Ciudadana de la Región de Magallanes, la que según la encuesta Casen es la región más feliz del país, afirma que la felicidad no se puede medir en el formulario de una ficha..
La última encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), mostró una nueva arista en materia de "felicidad y satisfacción" de los chilenos, que ha provocado más de un  comentario en contrario al regocijo expresado por las autoridades de la administración Piñera.

El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, fue quien dio a conocer los resultados del estudio, el cual arrojó que en una escala de 0 a 10 puntos, los chilenos promediaron 7.2, en lo que dice relación con "felicidad". Según la autoridad de gobierno, refleja un buen indicador para a futuro generar políticas públicas: "Se correlaciona la satisfacción con la vida de los chilenos en relación a múltiples variables y eso va a permitir en el futuro ver qué políticas públicas pueden impactar e ir mejorando la satisfacción con la vida de las personas", aseguró.

Estas son las cifras básicas que tanto alegraron a Lavín: de un universo cercano a los 13 millones 400 personas encuestadas, el 20 por ciento manifestó estar completamente satisfechos con su vida, en tanto sólo el 1,6 por ciento de los chilenos señaló estar insatisfechos. Los trabajadores del rubro de la minería manifiestan un índice 8 de felicidad, y las regiones de Magallanes (8,0), Aysén (7.7) y Antofagasta (7.5) son las más satisfechas con la vida que el actual sistema otorga. Mientras que las menos felices son la del Maule (6.8), Bío-Bío (6.9) y Araucanía (6.7).

¿Usted es realmente feliz?

Frente a estos indicadores bien vale preguntarse, ¿es usted realmente feliz?

Si pensamos en los usuarios del Transantiago o del Metro, en los miles de estudiantes movilizados contra el lucro, los mapuche y sus conflictos en La Araucanía, los pescadores artesanales a lo largo de todo Chile, los patagones de Aysén o lo pascuenses, sin olvidar las cifras de delincuencia, ¿estarán de acuerdo con las cifras entregadas por el gobierno?.

Cambio21 conversó con el sociólogo Pablo Hunneus quien sostuvo que "el promedio es bajísimo, eso significa que somos muy infelices, porque el 7% que se declare feliz es muy bajo. De partida la ciudad se ha vuelto desagradable y antipática, la congestión, los edificios, la contaminación, el ruido, el desapego a la naturaleza. Además, se está viviendo en casas cada vez más chicas y caras".

"La presión del sistema sobre todo después el terremoto se ha vuelto más fuerte; están cobrando más las isapres, los bancos, todo el factor económico, impositivo, las policías, la represión es cada vez más brutal y cada vez hay menos respeto por las personas y el individuo, en todo orden de cosas", reflexiona el profesional.

Para el sociólogo doctorado en la Universidad de París, "se ha ido perdiendo toda esa gran felicidad que era un campo de flores bordado, que era un país lindo. Está cada vez más feo el país, los letreros camineros, la destrucción de los bosques, la estética del país es horrible, ya no queda nada bonito. Las ciudades están cada vez horribles entonces no tendría porqué haber más felicidad. O sea hemos llegado a ser un país de infelices".

"Eso es lo que está reflejando la encuesta, que el 7% es muy poca gente que se declara feliz, lo encuentro alarmante estamos muy descontentos. La condición humana ha sido mermada", concluye Hunneus.

Críticas a las cifras

Por su parte, el presidente del Senado, Camilo Escalona (PS), aclaró que las cifras anunciadas por el gobierno no corresponden a la realidad y no miden indicadores que aporten a la igualdad social.

Escalona, señaló que "los índices del ministro Joaquín Lavín no son medibles, y menos en una sociedad de consumo", por lo que recalcó que la felicidad se concreta con una buena distribución de la riqueza y una necesaria cohesión social.

"Los índices de la felicidad tienen que ver con la cohesión social, aun cuando lo correcto sería hablar de bienestar social. Cuando hay una nación que tiene metas claras, propósitos compartidos, esos índices mejoran. En nuestro país el debilitamiento de la cohesión social afecta severamente ese índice", agregó el actual presidente del Senado.

En Magallanes no creen

Frente a ello, Carlos Haro, dirigente y vocero de la Asamblea Ciudadana de la Región de Magallanes, criticó el indicador presentado por Lavín, asegurando que los 8 puntos que promedia su región, no se condice con la satisfacción señalada por sus coterráneos.

"Basta ver la cara de felicidad que tienen los habitantes de la Región de Magallanes respecto al tratamiento que nos ha dado permanentemente el gobierno. La felicidad no se puede medir dentro de una ficha. Es una crítica real desde el punto de vista de la ciudadanía que no percibe los adelantos que el gobierno predica constantemente", sostuvo el dirigente.

FUENTE: CAMBIO21

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