Obispo de San Bernardo sale en defensa de Ezzati y desata una gran polémica: "mató" al destacado sacerdote Baldo Santi y habla de "ideología homosexual"
Por Alfredo Peña R.
El obispo de San Bernardo, Juan González, un ex capitán de Carabineros y del Opus Dei, que trabajó directamente para la dictadura, salió en defensa de monseñor Ricardo Ezzati por los ataques del Movilh y de otras organizaciones ante el crimen del joven Daniel Zamudio. Pero no sólo eso: en su defensa, el cuestionado obispo dijo que el conocido sacerdote Baldo Santi -que ha trabajado con homosexuales enfermos de Sida- había muerto. Su defensa se transformó en una gran polémica...
El obispo de San Bernardo, Juan González, un ex capitán de Carabineros y del Opus Dei, que trabajó directamente para la dictadura, salió en defensa de monseñor Ricardo Ezzati por los ataques del Movilh y de otras organizaciones ante el crimen del joven Daniel Zamudio. Pero no sólo eso: en su defensa, el cuestionado obispo dijo que el conocido sacerdote Baldo Santi -que ha trabajado con homosexuales enfermos de Sida- había muerto. Su defensa se transformó en una gran polémica...
En una carta enviada a El Mercurio este jueves santo, el Obispo de San Bernardo Juan González Errázuriz, salió en defensa "de mi hermano obispo de Santiago, Ricardo Ezzati" a propósito de los ataques de organizaciones de homosexuales contra la Iglesia por el trato diverso recibido por la muerte del joven Daniel Zamudio, mientras que se acudía a la casa de un cura acusado de pedofilia como el padre Fernando Karadima.
En el medio de comunicación, el obispo González enumera todas las acciones que ha emprendido la Iglesia para repudiar el crimen del joven homosexual en manos de unos neonazis.
El obispo González, de profesión abogado de Universidad Católica dijo que "no sólo acogemos a todas las personas, como es la experiencia de cualquiera que conozca la Iglesia, sino que en el específico caso de las que tienen tendencia homosexual, tenemos orientaciones acerca de su atención pastoral, que privilegian la acogida, ayuda, en conformidad a la verdad", dice en su carta.
En el texto, el numerario del Opus Dei, dice que rechaza los "ataques oportunistas que esos grupos han dirigido contra el obispo Ezzati. Ellos expresan la odiosidad y el aprovechamiento del dolor ajeno".
Pero el paroxismo del ex capitán de Carabineros hoy devenido en Obispo de San Bernardo llega a tal que "mató" al destacado sacerdote Baldo Santi, presidente de la obra de caridad Caritas, que trabajó incesantemente por una casa de acogida para personas con Sida en la comuna de La Florida, cuando ninguna persona lo hacia. La mayoria de esos enfermos eran homosexuales y Santi se la "jugó" por ayudar a esas personas que llegaban a esa casa de acogida, muchos de ellos enfermos terminales.
El padre Baldo Santi está absolutamente vivo y con los achaques propios de su edad, pero no está muerto, como dice el ex asesor de la Junta Militar de Gobierno, hoy Obispo de San Bernardo, Juan González. "El caso de la Clínica del Sida, fundada por el fallecido padre Baldo Santi, es un ejemplo patente de la dedicación de la Iglesia a las personas con este mal", dice en su carta publicada por el diario de Agustín Edwards.
El padre Santi -casi un santo para muchos feligreses- nació en Barga, Italia. Llegó a Chile en 1946 a trabajar con los más pobres.
En el medio de comunicación, el obispo González enumera todas las acciones que ha emprendido la Iglesia para repudiar el crimen del joven homosexual en manos de unos neonazis.
El obispo González, de profesión abogado de Universidad Católica dijo que "no sólo acogemos a todas las personas, como es la experiencia de cualquiera que conozca la Iglesia, sino que en el específico caso de las que tienen tendencia homosexual, tenemos orientaciones acerca de su atención pastoral, que privilegian la acogida, ayuda, en conformidad a la verdad", dice en su carta.
En el texto, el numerario del Opus Dei, dice que rechaza los "ataques oportunistas que esos grupos han dirigido contra el obispo Ezzati. Ellos expresan la odiosidad y el aprovechamiento del dolor ajeno".
Pero el paroxismo del ex capitán de Carabineros hoy devenido en Obispo de San Bernardo llega a tal que "mató" al destacado sacerdote Baldo Santi, presidente de la obra de caridad Caritas, que trabajó incesantemente por una casa de acogida para personas con Sida en la comuna de La Florida, cuando ninguna persona lo hacia. La mayoria de esos enfermos eran homosexuales y Santi se la "jugó" por ayudar a esas personas que llegaban a esa casa de acogida, muchos de ellos enfermos terminales.
El padre Baldo Santi está absolutamente vivo y con los achaques propios de su edad, pero no está muerto, como dice el ex asesor de la Junta Militar de Gobierno, hoy Obispo de San Bernardo, Juan González. "El caso de la Clínica del Sida, fundada por el fallecido padre Baldo Santi, es un ejemplo patente de la dedicación de la Iglesia a las personas con este mal", dice en su carta publicada por el diario de Agustín Edwards.
El padre Santi -casi un santo para muchos feligreses- nació en Barga, Italia. Llegó a Chile en 1946 a trabajar con los más pobres.
Fue destinado a Rancagua, donde estuvo un año. De regreso a Santiago, fue párroco de algunas poblaciones de Santigo.
En 1956 ingreso a Caritas Chile donde trabajó cerca de 50 años. También trabajó con los perseguidos políticos de la dictadura.
En 1989 trabajó en una fundación para la prevención y cuidado de enfermos de VIH, y responder a las necesidades de las personas pobres, que se ven afectadas por la enfermedad.
Por este hecho, Baldo Santi recibió amenazas por su propios feligreses: "También me ofendían y empujaban. Eran otros tiempos cuando existía mucho desconocimiento y temor respecto a la enfermedad", dijo alguna vez.
En 1989 trabajó en una fundación para la prevención y cuidado de enfermos de VIH, y responder a las necesidades de las personas pobres, que se ven afectadas por la enfermedad.
Por este hecho, Baldo Santi recibió amenazas por su propios feligreses: "También me ofendían y empujaban. Eran otros tiempos cuando existía mucho desconocimiento y temor respecto a la enfermedad", dijo alguna vez.
El año 1994, bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, se le brindó la nacionalidad chilena por gracia.
Volvamos al Obispo González. La larga carta entrega una opinión más tajante, que obviamente traerá polémica en semana santa: dice que la homosexualidad es una ideología. Si tal cual como lo lee.
El obispo González señala en la parte final de su carta que "Pido a los que defienden la ideología homosexual respeto y tolerancia por quienes no pensamos como ellos. Pido saber medir sus palabras de condena aprovechando hechos desgraciados y que todos rechazamos. Pido honestidad en sus palabras y declaraciones." Así de textual.
¿Quién es Juan Ignacio González Errázuriz?
La trayectoria de Juan Ignacio González Errázuriz, sucesor del obispo de San Bernardo, Orozimbo Fuenzalida es más que polémica. Ex capitán de Carabineros, sacerdote numerario del Opus Dei y conocido por su admiración al general Pinochet, desde su época de universidad, donde se tituló de abogado en la Universidad Católica.
Con una tendencia obsesiva de reducir la fe cristiana solo a cuestiones de moral sexual, es un ejemplo de cómo los sacerdotes de José María Escrivá de Balaguer siguen ampliando su presencia y poder en la Iglesia católica chilena.
Este abogado, experto en Derecho Canónico es afín al mundo militar. Y, desde luego, es un apasionado de los asuntos valóricos (moral sexual) y familiares (no a la comunión de los divorciados) en los que defiende sus puntos de vista con la convicción de un cruzado, tal como lo hacía Escrivá de Balaguer.
Según diversas informaciones entregadas a Cambio21, como los numerarios del Opus Dei tienen la obligación de seguir una "profesión civil", González estudio derecho. Por contactos, llegó a Carabineros como procurador y después ingresó a la dirección de personal de la institución en la que llegó a tener el grado de capitán.
Partidario del general Pinochet, Juan Ignacio González Errázuriz, estuvo en "comisión de servicio" en La Moneda a fines de la dictadura. Participó en la oficina que dirigía Andrés Rillón, que era nexo entre la Iglesia de la época que dirigía el cardenal Silva Henríquez y los militares. También asesoró en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), cuyo ministro era un militar, el general (R) Jorge Ballerino. En esa época, el obispo de San Bernardo también fue miembro del directorio de la empresa La Nación.
A este obispo, nunca se le ha escuchado hablar de los detenidos desaparecidos, de los exiliados, de las miles de violaciones a los derechos humanos ocurridas en el gobierno, donde el mismo participó en forma tan entusiasta.
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