Descontento ciudadano abriría camino a la tercera vía en las opciones políticas, tal como sucedió en España
15/11/2014 |
Por Francisco Castillo
La tesis se maneja en círculos de analistas y entre los que añoran el denominado Camino Propio… claro que con mucha discreción. De materializarse, Chile regresaría a los criticados tres tercios que tanto daño hicieron en el pasado.

Está revuelto el naipe, qué duda cabe. Dicen que a río revuelto, ganancia de pescadores. Está pasando en la política chilena. En el respaldo popular caen el Gobierno y las coaliciones, y en esta coyuntura aparece un nuevo referente: Fuerza Pública y Amplitud anuncian un acuerdo sobre financiamiento de la política y dan paso a las especulaciones: ¿estaremos en presencia de algo que pueda crecer?
Hasta hace un par de semanas, la amarga disputa de la DC con el PC copaba la agenda, mientras la derecha observaba divertida el desencuentro. En eso, llegó Adimark con sus malas noticias: todos caían en la consideración ciudadana; la Alianza, la Nueva Mayoría y, sorpresa, la presidenta. Ésta mostraba un 47% de desaprobación, contra un 45 de apoyo.
Según los primeros análisis, las transformaciones sociales impulsadas por Bachelet habrían generado una atmósfera de incertidumbre que se reflejó en los resultados. La agenda cambió. Sobre todo porque, simultáneamente con la publicación de la encuesta Adimark, Andrés Velasco reapareció en escena para anunciar un acuerdo con Lily Pérez, la ex niña terrible de RN, sobre modificaciones al sistema de financiamiento de la política.
Ver al líder de Fuerza Pública con los referentes de la derecha Amplitud y Red Liberal bastó para que el presidente DC, Ignacio Walker, tuiteara: "Andrés Velasco y Fuerza Pública van reconociendo domicilio político en la oposición. La DC es un partido de gobierno y Nueva Mayoría ¡Militantes tienen que elegir!... o están en Fuerza Pública o están en la DC, pero no se puede servir a dos señores".
Una Sinfónica en apuros
Se refería a la treintena de militantes DC que apoyan al movimiento de Velasco, entre ellos el exministro Hugo Lavados, Carlos Portales, Gonzalo Cubillos, Sebastián Sichel y Álvaro Clarke, pero principalmente a un referente como la exministra de Educación, Mariana Aylwin.
Esta reaccionó de inmediato: "Los partidos no son dueños de las personas ni de sus militantes, como tampoco del tipo de relaciones que se pueden establecer, por lo tanto, si no se rompen las líneas definidas, las orientaciones, cosa que no hemos hecho ninguno de nosotros, no veo cuál es el temor. La política moderna tiene que tener ciertos grados de libertad y de espacios en los cuales la gente se pueda encontrar".
Que unos 30 militantes estén con Velasco -aún con Mariana Aylwin entre ellos- ¿es preanuncio de un quiebre en la DC? Parece una sobrerreacción del timonel de la falange. Pero las pieles están sensibles, por lado y lado.
Tanto la caída de popularidad de Bachelet como la continua baja de las coaliciones políticas, junto al revuelo que produjo el acuerdo Velasco-Lily Pérez, han dado sabroso material a los analistas que debaten en TV y a los que observan con mayor certeza desde el balcón. Entre estos, un avezado en estas lides, el exministro Enrique Krauss.
"El gobierno de la Nueva Mayoría es como una Sinfónica de virtuosos maestros", dice Krauss a Cambio21, "pero donde sus músicos -léase ministros y parlamentarios- tocan cada uno para su santo. Lo que corresponde, entonces, es que la directora de la orquesta empuñe con decisión la batuta y agarre a ‘batutazos' al que siga desafinando, si es que es necesario".
Lamenta que se haya producido tanta discusión interna, que el desánimo se extienda como mancha de aceite, que incluso se hayan utilizado las redes sociales para tirar piedras y esconder la mano. "Eso la gente lo castiga", señala.
Incertidumbre
El exvocero de Bachelet, Francisco Vidal, dijo en TVN que en los números de la Adimark veía "una luz amarilla, no roja; veo, sí, con preocupación el proceso en desarrollo. Ocurre que las transformaciones que se impulsan son tan profundas y diversas que generan incertidumbre; incluso hay partidarios del gobierno a los no les gustan algunas de ellas".
Agrega Krauss: "Lanzar todos los cambios al mismo tiempo fue un error; debieron priorizarse".
El sociólogo Alberto Mayol contribuye al debate señalando que, en su apreciación, existe una "sensación de confusión" en la ciudadanía. "Las reformas producen incertidumbre; la gente ve alterada su cotidianeidad, se siente incómoda", dijo en TVN.
Y continúa: "La elite política no tiene capacidad de análisis, de diagnóstico de lo que está pasando. No comprende y está desconectada del proceso social. Es lo mismo que pasó en España, con el fenómeno de los Indignados, que terminó por generar un nuevo partido de izquierda, el Podemos, hoy tercera fuerza en ese país".
Los tres tercios
En efecto, hace menos de una semana en Madrid se dio a conocer la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, CIS, que registró la dramática caída del 44,6% del gobernante Partido Popular al 27,5, mientras el Podemos marcaba un sorprendente 22,5%. Los socialistas del PSOE mantenían su 23,9.
Pero lo más llamativo fue constatar la intención de voto a futuro. Aquí, el Podemos se alzó en el primer lugar con 17,6%, seguido por el PSOE con 14,3 mientras el gobernante PP quedaba en 11,7.
¿Qué pasó en España? Que en 3 años cambió paisaje político español. "Esto, debido al conflicto de los ciudadanos con el aparato financiero en su país. Se trata de una realidad que aquí no se lee", dice Mayol. "También en Chile hay un problema de mensaje. No basta con que la presidenta diga ‘apoyo a mi ministro'; hay un asunto de liderazgo que asumir. A ella le corresponde decir ‘esta reforma existe por esto y lo otro' y reconocer de cara a la gente que se trata de metas difíciles de cumplir".
Krauss retoma el hilo: "Tenemos acá muchos profetas; pero nos faltan apóstoles", dice con humor, aunque concede que en este revuelto panorama en que aparecen más y más opciones, la de Andrés Velasco se perfila con posibilidades. "Él al parecer logró recuperarse del episodio con Penta; tuvo el coraje de reconocer sus relaciones con el holding y dio las explicaciones que se le pedían. Salió magullado, pero salió. Hay que reconocer que él atrae a personas ‘de lado y lado', lo cual es positivo para él".
Hace 8 meses, en España, el profesor universitario Pablo Iglesias (36, politólogo de la Complutense), lanzó el Podemos. Hoy tiene de cabeza a las poderosas corrientes encarnadas por el Partido Popular y los socialistas. Del "duopolio" en España, pasaron a "los tres tercios", en menos de un año.
¿Será posible que esto vuelva a suceder en Chile, como lo fue en los años previos a la dictadura de Pinochet, si llegara a crecer la dupla Velasco-Pérez, o recupera posiciones ‘el camino propio' que se murmura al interior de la DC? ¿Todas las anteriores? Noticia en desarrollo...
Andrés Velasco: "Ni buenos ni malos"
El economista Andrés Velasco, exministro de Hacienda de Bachelet, junto a la senadora Lily Pérez, líder Amplitud, grupo escindido de RN, presentaron un documento en el que proponen "mejorar el financiamiento de las campañas políticas y los estándares de transparencia en los partidos".
La idea es poner fin a los cuestionados aportes reservados, establecer un tope a las donaciones, un fondo basal que se reparta entre las colectividades, además de medidas pro transparencia y facilidades para formar un partido.
Entre los firmantes están Fuerza Pública, Amplitud y Red Liberal.
El acto se llevó a cabo en el exCongreso Nacional, donde la prensa interrogó a Velasco sobre si esta propuesta conjunta significaba un quiebre con el bloque oficialista. "Tú me haces la pregunta por tercera vez y la voy a responder de la misma manera", le dijo Velasco a un reportero. "Estás definiendo la política como se definía en los ochenta, una política del siglo XX. Nosotros queremos una política del siglo XXI, en que no hay amigos y enemigos, no están los buenos y los malos. Los que nos ordena y acompaña es la voluntad de mejorar la política, la voluntad de defender la libertad", explicó.
"Nosotros queremos acuerdos para una buena democracia y para una buena democracia se necesitan mayorías, hemos trabajado y vamos a trabajar con las personas que estén disponibles para empujar las ideas de la libertad, de la transparencia, de la buena política, de los acuerdos", agregó.
La propuesta, como está dicho, propone terminar con los aportes reservados, poner límites a las donaciones, establecer un aporte basal de 50 mil UF anuales a los partidos que se repartan entre los que han sacado como mínimo un 2% de la votación, transparentar los balances y los vínculos de los partidos con otras organizaciones, además de normas que flexibilizan la formación de un partido y mejoran las facultades del Servel.
FUENTE: CAMBIO 21
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