Alberto Bachelet “sin duda, habría estado con todos nosotros”: la dura crítica al CDE y C. Suprema por defender condena “por traición a la patria”
12/11/2014 |
Por Equipo Cambio21
En un hecho que causó molestia en distintos sectores, ambas instituciones del Estado deberán defender su decisión de no anular un fallo dictado por la dictadura en contra de los uniformados que se opusieron a la dictadura. Para el régimen militar, esto fue el máximo grado de traición. A pesar de varios años de procesos judiciales, los tribunales no han dado su brazo a torcer y ahora deben enfrentar a la CIDH para mantener su punto.

Sorpresa y molestia causó la noticia que surgió desde el mundo judicial. La Corte Suprema y el Consejo de Defensa del Estado, dirigido por el exministro del Gobierno de Sebastián Piñera, Juan Ignacio Piña, defenderían ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el fallo con el que el régimen militar condenó por traición a la patria a 14 oficiales y suboficiales de la Fuerza Aérea de Chile que se opusieron al golpe militar de 1973, entre quienes se cuenta al general Alberto Bachelet, padre de la Presidenta Michelle Bachelet y que falleció en la cárcel pública producto de las torturas.
Desde el gobierno aseguran que la Presidencia se ha mantenido al margen de las decisiones que esté tomando ese poder del Estado, aunque sí dijeron que el fallo es absolutamente condenable y no es defendible al ser llevado a cabo durante la dictadura, alejada del Estado de derecho.
Ya en democracia, la defensa de los uniformados condenados por traición por el régimen, recurrieron a la Corte Suprema para revocar esta sentencia, sin embargo, el tribunal rechazó anularla, aludiendo que es un fallo del Código de Justicia Militar "en tiempos de guerra", lo que le impide revisar resoluciones de tribunales castrenses en tiempos de guerra. En 2011, con nueva Constitución que permitía revisar dichos fallos, la solicitud de los oficiales y suboficiales fue rechazada.
Más allá de los tecnicismos que excusarían a los organismos, la molestia surge sobre la posición de "defender" los fallos por traición que llevaron a cabo durante la dictadura por militares. El CDE de Piña ya designó al abogado Rodrigo Quintana, mientras que la Corte Suprema llamó como testigos al ministro Hugo Dolmetsch (integrante del alto tribunal y miembro de la sala penal), y a la directora de la División de Estudios de la Corte, Constanza Collarte.
CDE otra vez
El Consejo de Defensa del Estado ha estado en la polémica desde queCambio21 denunció que su nuevo presidente fue designado "entre gallos y medianoche" por el entonces Presidente Piñera a días de que acabara su mandato. El "beneficiado" fue Juan Ignacio Piña, quien fue ministro (s) de Justicia. La disyuntiva surge cuando nuestro medio recordó que el abogado fue quien defendió a Augusto Pinochet en el caso de las cuentas Riggs.
Sobre la conducta del Consejo y la Corte Suprema, el abogado especializado en derechos humanos, Nelson Caucotto, dice sentirse "sorprendido" por la postura de la Corte Suprema, sobre todo cuando la excusa es que es un fallo "en tiempos de guerra".
"Los militares que aparecen condenados por traición a la patria son militares constitucionalistas, no son delincuentes, esos son los que dieron el golpe de Estado", dice el abogado, quien agrega que sean "tiempos de guerra o de paz, no puede desconocerse el debido proceso, de manera que es una explicación errónea de la Corte Suprema. Tienen jurisdicción sobre todos los tribunales sean tiempos de guerra o no así lo dice el derecho internacional".
"Los consejos de guerra además está conformado por gente que no es letrada, que nunca pasó por una escuela de derecho y que viene más considerada en el informe Rettig. Es una parodia de justicia. Le va a ir mal al Estado de Chile" ante el CIDH
Bachelet "estaría estado con todos nosotros"
Raúl Vergara, capitán (r) de la FACh, ex subsecretario de Aviación del gobierno anterior de Michelle Bachelet y compañero de celda de su padre, el general de la Fuerza Aérea de Chile, uno de los uniformados condenados por "traición de la patria", uno de los afectados directos por este ataque a su honor militar. Sobre el proceso y postura que tomó el tribunal máximo, dice lamentarlo, puesto que fue una instancia que "quedó ampliamente demostrado estuvieron fuera de norma jurídica normal. Fueron procesos que han sido calificados internacionalmente como una "aberración", dice.
A pesar de que dice entender la lógica del Estado de "defenderse", hace hincapié en que "desde el punto de vista real Chile no estaba en guerra", pero con esto "Uno empieza a tender dudas sobre los mecanismos que la Corte Suprema usa para escudarse y no asumir sus responsabilidad para anular procesos que efectiva y totalmente son reconocidos como ilegítimos".
El principal daño en este caso es el honor militar, algo "central para nuestra ética" dice Vergara, razón que movió a quienes iniciaron el proceso judicial que ya lleva ribetes internacionales. "Ser condenados por tribunales militares autoconvocados en tiempos de guerra como traidor a la patria, obviamente que es una ofensa gratuita, sin perjuicio que sabíamos que eran cortes y tribunales absolutamente espurios los que nos jugaban".
Ante la consulta sobre cómo habría reaccionado el general Alberto Bachelet sobre este proceso, Vergara no duda: "habría estado con todo nosotros en esta pelea jurídica para reivindicar nuestros nombres, aunque veo que esta cuestión es un tema formal, porque cualquier persona bien nacida sabe que es una acusación absolutamente inmorales e ilegitimas. Por lo mismo, ninguno de nosotros se siente traidor a la patria".
FUENTE: CAMBIO 21
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