Los otros “vacunados” por Mañalich: Profesionales de la salud explican en qué se pudo ocupar la plata que llegó a la Clínica Las Condes
14/05/2014 |
Por Equipo Cambio21
20 mil millones de pesos de todos los chilenos se fueron al sector privado, cerca de un tercio llegó al recinto en que el exministro era director y accionista. Los problemas actuales del sistema público pudieron haber solucionado parte de las graves deficiencias que hoy soporta el sector.
Ya poco queda por decir sobre el escándalo que el mismo Minsal dejó al descubierto sobre lo ocurrido durante la administración anterior. El ex ministro de Salud del gobierno de Sebastián Piñera, Jaime Mañalich, destinó más de 20 mil millones de pesos para la compra de días camas en clínicas privadas, y la que recibió mayor parte del beneficio: la de Las Condes, donde él fue director y accionista.
A la última denuncia se le suma la de las fallidas construcciones de 13 hospitales públicos, cuyas obras están retrasadas o suspendidas. Emblemático es el caso del recinto asistencial de Puente Alto, el que se quedó en el papel, el edificio fue ficción y ya ni primera piedra tiene.
Un grave daño para las personas que recurren al sistema público para recibir la ayuda médica pertinente, sin duda, pero hay un tercer actor que se ha visto perjudicado y que desde hace mucho tiempo acusaba los "síntomas" de enfermedad del sistema. Son los mismos profesionales de la salud, los que también quedaron enfermos con la falta de recursos y la nula inyección de capitales para los recintos.
Según los mismos involucrados, se desarrolla un sistema perverso que beneficia a pocos. Según la Ley Auge, los recintos están obligados a prestar ciertos servicios, si esto no se logra, por ejemplo, por capacidad, se debe comprar el ítem en el sector privado. No se invierte en el sistema público para que así se pueda re destinar, explican.
No hay voluntad política
Para Esteban Maturana, presidente de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipal (Confusam), la situación es mucho más compleja, pensando en los miles de millones de pesos que, en vez de ser invertidos en la salud pública llegaron a enriquecer al sector privado.
"Desde hace mucho que estamos despilfarrando recursos públicos a las clínicas privadas cientos de miles de millones de pesos cada año. Porque ni los consultorios ni los hospitales pueden realizar las prestaciones que la ley les obliga producto de la existencia de un plan de garantías explicitas de salud, el Auge, aprobada por el presidente Lagos".
Para Maturana "a la salud pública no se les está pasando la plata porque no hay una voluntad política que les entregue los recursos que hagan falta. Pero si existe la voluntad para transferir al sistema privado recursos millonarios".
"Hay una política muy perversa que se traduce a denuncias recientes como los pagos a las clínicas privadas de la Región Metropolitana para pagar un millón 200 mil pesos por un día cama", con ese mismo dinero, en el sistema público "usted puede pagar tres días cama. Estos mismos recursos entregados al sistema privado, cuando los entrega al sector público están en condición de habilitar camas a un tercio del costo de una institución privada, de lucro, que no es de servicio", explica.
"Lamentamos tener la razón"
Opinión similar es la que presenta Yamil Asenie Bahamondes, vicepresidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), quien explica que esta política explica el golpe directo que afecta al sistema: la falta de especialistas.
Para el vicepresidente de la Fenpruss, ese dinero se pudo dirigir a la retención de profesionales, pero las políticas permiten la fuga, y de paso, favorecer a quienes negocian con la salud.
"Nosotros sentimos que, obviamente, una de las responsabilidades del Estado es retener a los profesionales médicos,(pero) en el sistema en que estamos inmersos, como chilenos, no podemos culpar a alguien que busque mejores alternativas económicas. Creemos que el Estado debe resguardar a sus profesionales y a su personal, en general, en el sistema público. No es posible que tengamos la salida de profesionales, que egresan, trabajan en el sistema público, "hacen la mano" ( y después emigran al privado", sentenció Bahamondes.
"La retención era una mejor inversión, pero se buscó el camino fácil, la ideología y se llegó a esto de las clínicas y sabemos que buena parte del dinero se lo llevó la Clínica Las Condes, donde el ministro había sido gerente", concluyó.
FUENTE: CAMBIO 21
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