viernes, 9 de mayo de 2014

La justicia tarda…a veces mucho pero llega: 75 ex agentes de la DINA condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos en 1974

09/05/2014 |
Por Nicolás Borcoski
A pesar de mostrar satisfacción por el proceso, dirigente manifiesta su pesar e insatisfacción, mientras diputado y abogado aprecian la llegada de justicia y solidarizan con el sentimiento de los familiares.
Una nueva resolución en los casos de violaciones a los Derechos Humanos se dio a conocer. 75 exagentes de la DINA fueron condenados a 13 años de presidio, sin privilegios, por el delito de secuestro calificado de Jorge Arturo Grez Aburto en 1974, uno de los casos dentro de la llamada Operación Colombo.
 
Según la investigación Grez, sindicado como militante del Partido Socialista y después del MIR, fue secuestrado cuando salía de una galería de arte ubicada en el centro de Santiago. Ahí fue interceptado por agentes de la DINA y tras pasar por los centros de torturas de Londres 38, el Estadio Chile y Cuatro Álamos. Su rastro es desconocido hasta hoy.
 
Por este caso fueron condenados, entre ellos, Manuel Contreras, Marcelo Moren Brito y Miguel Krassnoff  Martchenko, quienes ya cumplen condenas acumuladas de varias decenas de años por otros crímenes de lesa humanidad.
 
La noticia de la sentencia viene de dulce y agraz. Así lo explica la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos, Lorena Pizarro, quien, aunque considera positiva la condena, aún se vive en impunidad.
 
"Sin duda es importante condenarlos, pero aún faltan los civíles y los 70 y tantos exagentes que hoy están presos en Punta Peuco que hicieron terrorismo de Estado durante 17 años. Ahí está nuestra preocupación, efectivamente, las causas se están cerrando, pero ¿qué contundente  avance ha significado estás investigaciones?", dijo Pizarro.
 
"¿Se conoce las verdad de lo qué le pasó a este detenido desaparecido al que se le cierra el sumario, o nuevamente estamos enfrentando las presunciones de que por la época sospechamos que...? Efectivamente Krassnoff, Contreras tienen que ser condenados por todas las causas de detenidos desaparecidos en la que participó la DINA, pero qué arrojan estas condenas. Es importante, sí, pero se sigue viviendo en esta lógica de impunidad si seguimos persiguiendo a los mismos", planteo Pizarro.
 
Siempre va a ser positivo condenar a genocidas, lo que no lo es, es que por terrorismo de Estado a estos sujetos se les condene por sólo 13 años. Matar a una persona, torturarla, hacerla desaparecer ¿significa que los mandan 13 años a la cárcel? Es una trastocación  valórica inaceptable y parte de la impunidad", concluyó la dirigente.
 
"La parte llena del vaso"

Por su parte, el diputado Tucapel Jiménez (PPD), miembro de la comisión de Derechos Humanos, consideró la condena como positiva, claro, siempre viendo "el vaso medio lleno", como dice él.
 
"Siempre que avancemos en justicia y en verdad creo que es una buena señal para el país, así que en ese sentido uno podrá reparar en que las condenas son bajas, considerando la gravedad del delito, pero prefiero ver la parte llena del vaso y lo veo como un gran paso, primero para los familiares como señales para los otros juicios y que va sanando el alma de nuestro país", dijo el diputado.
 
Sobre los planteamientos de Pizarro, el parlamentario dice entender la frustración que hay detrás, pero también explica las dificultades que existen en términos legales y con la antigüedad quetiene  el proceso.
 
"Hoy viendo la condena uno claro que piensa que debiera haber sido calificado como homicidio y tener esas condenas, pero por otro lado, antes de los procesos uno entiende que los familiares y organizaciones buscan el delito pensando en la ley de amnistía que aún prevalece", explicó.
 
La política de exterminio

El abogado de Derechos Humanos, Héctor Salazar, destacó que este fue uno de los casos en que "quedaron en evidencia todos los recursos para llevar a cabo una acción de justificación de desaparición de personas que habían sido ejecutadas por la DINA (...) Es un caso de lo que significaron efectivamente las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura militar y que no fueron simples excesos si no una política de exterminio".
 
Sobre el gran número de procesados, el abogado explica que la condena "está indicando que las responsabilidades pueden ser mucho más extensa de las que se conocieron anteriormente en la sentencia podría expandirse".
 
Además, el abogado dice comprender el sentimiento de los familiares que esperarían una condena acorde con el grado del crimen, pero "desgraciadamente no está el "cuerpo del delito", como decimos lo abogados en los casos de homicidio, pero todo indica que  fue un homicidio. Nos falta determinar las causas de la muerte y cómo   se dispuso de  los restos de la víctima, entonces ahí hay un punto que queda pendiente y que tiene una difícil resolución porque se tomaron todas las providencias para, precisamente hacer desaparecer todo rastro".
 
FUENTE: CAMBIO 21

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