martes, 12 de marzo de 2013

Estrategia de campaña en la derecha: muchos indios ningún cacique. Ataques a Bachelet y fin de la primaria Golborne-Allamand encienden las alarmas

Por Equipo Cambio21
Analista señaló que “es evidente que la presencia de Bachelet va a obligar a que la Alianza tome algunas decisiones que hasta el momento no se han tomado, como podría ser coordinar mejor a sus candidatos y derivar el conflicto hacia sus rivales reales”. Al parecer, el ministro Longueira le hizo caso.
El "Día Internacional de la Mujer" del pasado 8 de marzo, lejos de ser una jornada de celebración para el gobierno, se transformó en el inicio de una agresiva campaña de la derecha en contra de la ex presidenta Michelle Bachelet, que en su calidad de directora ejecutiva de la ONU-Mujeres desarrolló una intensa agenda de actividades y la transformó en figura estelar debido a la investidura del cargo.

De hecho, junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, encabezó en Nueva York el foro denominado: "Una promesa es una promesa: tiempo de acción para erradicar la violencia contra las mujeres", donde reafirmó la idea de avanzar en políticas ligadas a igualdad de género.

En respuesta a tanta felicitación, la ministra del Sernam, Carolina Schmidt, señaló que "desgraciadamente, el hecho de haber tenido una presidenta mujer no aumentó la participación política de las mujeres y en las últimas elecciones a alcalde. Los partidos políticos incluso presentaron menos mujeres en sus listas".

Se festejaba la "Semana de la Mujer" y se pretendía opacar la figura de Bachelet ad portas de su desembarco en Chile, programado para fines de marzo o inicios de abril.

Craso error, porque la respuesta de la Concertación fue igual de dura de parte grupo de ex ministras bacheletistas, que hablaron de "oportunismo político en función de las próximas elecciones presidenciales".

Durante el fin de semana fue el turno de Camilo Escalona, presidente de la Cámara Alta, quien acusó en su columna semanal de la página del Senado que el Ejecutivo creó una "funesta" campaña de desprestigio "sin decoro alguno".

"El impulso hacia la equidad de género que significo la presidencia de Bachelet se ha detenido". En cambio, "esta administración no registra nuevos avances, pero no por ello se debe dejar llevar por la ofuscación y caer sin decoro alguno en una funesta campaña de desprestigio hacia una personalidad que es patrimonio de chilenas y chilenos", agregó.

Desde la Alianza siguieron los dardos. El senador y timonel de RN Carlos Larraín dijo en Tolerancia Cero de Chilevisión, ante el eventual arribo de Bachelet para asumir una candidatura presidencial, que espera que "salga de su posición de fantasma de castillo escocés".

"Con ella es muy difícil, porque o está ausente, o si está presente te dicen que estás preparando un femicidio. Entonces, aquí todo el que critica a Bachelet está afilando un cuchillo especial para matar mujeres", ironizó.

En su opinión, si la ex mandataria gana la elección "va a haber una desilusión calamórrica".

"¿Quién va a ser su Canciller? ¿Hugo Gutiérrez, que recibió a los conscriptos comunistas? ¿Guillermo Teillier va a ser su ministro de Defensa, que tiene mucha experiencia por la internación de armas en Carrizal Bajo?", preguntó.

Andrés Allamand, candidato de RN, siguió la corriente. "Cuando Bachelet asuma candidatura de la Concertación encontrará un Chile mucho mejor que el que ella dejó hace tres años atrás", escribió en Twitter.

"Con Bachelet no tuvimos crecimiento y terminamos con desempleo muy alto", sostuvo el ministro del Interior, Andrés Chadwick.

Incluso hay analistas que se sumaron a las críticas. Por ejemplo, el académico y ex integrante del comando presidencial de Marco Enríquez-Ominami, Max Colodro, tituló una columna: "Bachelet: una fantasía colectiva alimentada por un largo y cómodo silencio".

Por la misma red social de los 140 caracteres, el ex panelista de Tolerancia Cero, Sergio Melnick redacto: "Bachelet siempre ha creído que los discursos solucionan los problemas. Es lo que ha hecho en la ONU... puro discurso nada concreto".

¿Cómo siguió la dinámica? Con el timonel PS Osvaldo Andrade indicando "¿quién ataca a Bachelet? La señora vocera, la señora ministra del Sernam. Ellas se encargan de la tarea sucia. La campaña es desde La Moneda y desde La Moneda se maneja la billetera fiscal. Por eso cuidado, porque vamos a tener ofertones, ventas nocturnas, liquidaciones, vamos a tener un sinfín de instrumentos".

"Yo sé que a La Moneda no le da lo mismo quién gane, pero que se involucre tan activamente en la campaña no parece ser una medida sana para nadie", arguyó.

Todos juntos

Ante esta tensa coyuntura que apareció junto a marzo en el firmamento político, el analista y académico Alejando Olivares señaló a Cambio21 que si la derecha quiere terminar dignamente su campaña presidencial, "deben disminuir sus conflictos internos y dedicarse a enfrentar al que va ganando en las encuestas".

A su juicio, "es evidente que la presencia de Bachelet va a obligar a que la Alianza tome algunas decisiones que hasta el momento no se han tomado, como podría ser coordinar mejor a sus candidatos y derivar el conflicto hacia sus rivales reales".

Sin querer queriendo, como diría el popular "Chavo del 8", el ministro de Economía y líder de la UDI, Pablo Longueira, puso en duda la realización de la primaria Golborne-Allamand, debido a los pocos efectos prácticos que este proceso está teniendo en términos de apoyo popular.

Su idea es que ambos se presenten a la primera vuelta del 17 de noviembre, tesis que presentó a fines de 2012 y que fue rechazada por las directivas de la UDI y RN. En su lectura, hay que evitar "perder tres o cuatro meses en los que estaremos hablándole a un grupo pequeño y perdiendo sintonía ciudadana".

"Lo más importante es que los candidatos y la Alianza definan la estrategia presidencial de manera muy vinculada a lo que ocurra en la Concertación. Si finalmente la candidata es la ex presidenta Bachelet, tenemos que evaluar que los dos candidatos vayan a la primera vuelta y no hacer primarias", declaró al diario El Sur de Concepción.

"Tenemos un compromiso con una primaria, pero si la Concertación no tiene una real y competitiva, quizás nos conviene que tanto el candidato de RN como el de la UDI comiencen a hablarle a Chile y no sólo a un sector, pensando en que ambos llegarán a la elección de noviembre", agregó.

En relación a la discusión de los debates que exige el comando de Allamand, Longueira fue claro: "Soy partidario, aunque suene obvio, de lo que más me conviene. Si nos conviene hacer debates, hay que hacerlos, pero mi temor es que estemos buscando la conflictividad y marcar una diferencia para que el electorado propio, chico, nuestro, decida por uno. Hay que ver cuál es el escenario en que Allamand y Golborne ganan".

Lo curioso es que el domingo en la noche, el presidente Piñera ofreció una cena en su casa en la que se exigió "unidad" en el sector y un discurso único en la derecha, por eso la sorpresa que gatillaron las palabras del ex senador gremialista.

¿Qué dijeron los aludidos?

Allamand: "Las primarias tienen más ventajas que esa alternativa, porque son una instancia para agrupar al sector y garantizan la unidad de la centroderecha de cara a la elección presidencial".

Golborne: "Soy un firme partidario de que hagamos primarias, que lleguemos al final con ellas y logremos a través de ese proceso generar la unidad necesaria para enfrentar la elección presidencial".

FUENTE: CAMBIO 21

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