martes, 11 de diciembre de 2012

Aysén, Freirina, pescadores y otros conflictos: Falta de diálogo y desconexión con la ciudadanía hacen fracasar al gobierno frente al descontento social

Por María Kovacz
Para el diputado Guillermo Ceroni (PPD) esto "es producto claramente que el gobierno no tiene conexión con la ciudadanía y en el fondo no capta realmente lo que los chilenos desean y tampoco se pone en el lugar de ellos".
El fracaso de la administración Piñera en la solución de los conflictos sociales se origina en la forma de encarar los problemas, promesas incumplidas y la nunca bien ponderada "letra chica".

Es más, en muchos casos pareciera considerarse a los involucrados como "clientes" más que como personas. El desconocimiento de las realidades regionales es otro los hechos que han llevado a las autoridades a cometer serios errores de apreciación.

Para confirmar esto, son suficientes dos ejemplos: Aysén y el conflicto con los pescadores artesanales. En ambos las autoridades a cargo no supieron aquilatar que se trataba de personas acostumbradas al máximo rigor para sobrevivir diariamente: los patagones, con seis a ocho meses de crudo invierno cada año, no le tuvieron miedo a carros lanzaaguas o bombas lacrimógenas. A la autoridad se le olvidó en el caso de los pescadores que arriesgan la vida todos los días, que se levantan a las 4 de la mañana para su faena y que tomarse un camino o quemar un camión ni los conmueve.

Otras de las razones que llevan a la derrota del gobierno en cada problema social no solucionado, es que la gente se dio cuenta que entre ellos y las empresas, la administración Piñera va por el lado de estas últimas. El ejemplo último ocurrió con Freirina.

El 30 de noviembre pasado, la autoridad sanitaria de la Región de Atacama levantó la prohibición de funcionamiento y determinó que la planta de Agrosuper podía operar con la cantidad de cerdos con que funcionaba antes de su cierre, decretado tras considerar que el recinto era "foco de insalubridad" por su deficiente tratamiento de los desechos.

De hecho el alcalde de la zona, César Orellana, dijo que "desde hace un tiempo el gobierno le ha entregado todas las facilidades a la empresa para que se queden aquí, pero ellos no han cumplido ninguno de los acuerdos que han sostenido con el Estado y menos con la comunidad".

Falta de diálogo

Ante este escenario, el senador Jorge Pizarro (DC) indicó, antes de conocer el anuncio del cierre indefinido por parte de Agrosuper,  que "en el caso de Freirina, ha habido poca transparencia del porqué autorizaron la continuidad de la planta, a pesar que habían determinado lo contrario".

"Aunque este no es el primer caso, anteriormente ha pasado que las autoridades regionales no recomiendan desde el punto de vista ambiental su funcionamiento y luego a nivel central la corrigen, como Punta Alcalde", recalcó el parlamentario.

En conversación con Cambio21 agregó que "hay muy poca capacidad de diálogo y entendimiento de parte del gobierno".

En tanto, el diputado Guillermo Ceroni (PPD) indicó que lo que ocurre "es producto claramente que el gobierno no tiene conexión con la ciudadanía y en el fondo no capta realmente lo que los chilenos desean, y tampoco se pone en el lugar de ellos".

"Sin duda con su actuar confirma lo que es, un gobierno que representa los grandes intereses económicos, a los grandes empresarios, y desde ese punto de vista trata de ocultarlo con pequeñas medidas parches. Este es un gobierno de empresarios", indicó a Cambio21 el legislador.

Además mencionó que "no tienen capacidad de diálogo, porque no son gente que se haya gestado en el trabajo social y que sepa lo que significa, ellos se gestaron en el mundo empresarial y en los números. No tienen una mentalidad abierta".

Los fracasos sociales del gobierno

Estudiantes: Los universitarios y secundarios después de 20 años volvieron a unirse durante el 2011 para dar a conocer su malestar con el sistema educacional a través de masivas marchas, las que duraron siete meses y dejaron a miles de estudiantes repitiendo en la enseñanza media.

Sin embargo aún siguen esperando que exista alguna solución, pese a que el gobierno y en especial Sebastián Piñera durante su campaña presidencial mencionó en varias ocasiones la idea de "educación gratuita"; hoy en día son solo palabras al viento.

Aysén: Ha sido sin duda el conflicto más complejo que le ha tocado hasta ahora a la administración Piñera. Aysén simplemente se cansó de ser una de las regiones más aisladas del país, donde el diario vivir es cada vez más complicado, el dinero no alcanza y al gobierno parece no importarle. Por eso que sus habitantes decidieron manifestarse en las calles exigiendo a la autoridad respuestas a temas que, según afirman, han sido postergados por años.

Los manifestantes eran parte del denominado Movimiento Social por la Región de Aysén, que agrupaba a pescadores artesanales, vecinos de distintas localidades, en conjunto con la Anef, la CUT de Coyhaique y Patagonia sin Represas, entre otras. Pidieron que las "autoridades de gobierno dieran soluciones concretas a temas postergados por años y que afectaban directamente el bienestar tanto social como económico de los ayseninos".

Este conflicto se caracterizó tristemente por la extrema violencia vista por parte de Carabineros, donde no tuvieron reparos en maltratar a los ayseninos e incluso llevaron carros lanza agua hasta la región para "poner orden" y tratar de calmar a los manifestantes.

Mapuches: Este ha sido uno de los conflictos que más ha perdurado. Por un lado, las organizaciones en representación de las comunidades mapuches, de la región de la Araucanía y la región del Biobío, principalmente, reclaman por una serie de reivindicaciones étnicas. Sus demandas giran alrededor de tres ejes: la autonomía jurisdiccional (derecho propio), la recuperación de tierras ancestrales, beneficios económicos y el reconocimiento de la identidad cultural. Si bien la mayoría de estas organizaciones pretenden autonomía y derechos como parte de Chile, una minoría reclama la total autonomía del estado mapuche.

Sin embargo no ha existido una respuesta concreta de parte del gobierno, por el contrario la fuerza y violencia policial han sido las principales causas.

Magallanes: Recordemos que estas protestas, las cuales también se conocieron como el "Segundo Puntarenazo", fueron una serie de movilizaciones sociales provocadas por el alza en el valor del gas natural en la región.  De amplia participación ciudadana, provocaron un fuerte golpe al gobierno de Piñera, quien debió solicitar la renuncia a su ministro de Energía, Ricardo Raineri, en lo que fue su primer cambio de gabinete, además de la renuncia de la intendenta de Magallanes.

Tras una semana de protestas, el gobierno acordó rebajar el alza desde un 16,8% a sólo un 3% (equivalente a la inflación anual) y entregar amplios subsidios para las familias de menores recursos. Para resolver la situación el Ejecutivo envió incluso a la zona a su entonces "ministro estrella", Laurence Golborne, quien venía al alza luego de su participación en el rescate de los mineros en Atacama. Su intervención fue más bien pobre.

FUENTE: CAMBIO 21

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