El show de las primarias. Alto desinterés ciudadano y desorden reinante en partidos ponen en aprietos correcta realización de elecciones
Por Luis Casanova R.
Para preocuparse, según la encuesta Adimark publicada este martes, el 69% de los entrevistados sabe de la realización de este acto cívico, pero apenas el 34% “definitivamente sí” irá a las urnas el próximo 30 de junio. Además, de todos los ciudadanos que no se identifican con ninguna coalición, solamente el 19% tiene intenciones de participar en la elección.
Se pensaba que con la decisión de los partidos de la Concertación y la Alianza de efectuar primarias para elegir a sus candidatos presidenciales y al Parlamento, una fase de autocrítica, renovación, reinvención y madurez iba a tomarse la nueva escena política nacional.
Craso error.
Las mismas colectividades, dentro del aparato institucional que se hace llamar clase política, se han complicado hasta el límite de lo indecible para sacar adelante esta idea.
De partida, la Ley de Primarias que establece elecciones internas en las coaliciones con fecha única y obligatoria (30 de junio) tiene un gran vacío legal que las entidades de la derecha y la centro-izquierda van a aprovechar: la posibilidad de hacer primarias paralelas o fuera de la ley en el ámbito parlamentario.
Si bien en el ítem presidencial está todo claro con la competencia simultánea que protagonizarán Bachelet, Orrego, Velasco y Gómez, por el arcoiris, y Allamand y Longueira, por el oficialismo, no hay que olvidar que debido al favoritismo que ostenta la ex mandataria muchos en el bloque PS-PPD se oponían a la realización de la primaria.
Es más, Andrés Velasco, carta de los independientes del conglomerado, puso en duda su participación en la primaria luego que fracasaran las negociaciones para formar una lista única que respondiera a la "nueva mayoría" de oposición que solicitó Bachelet cuando retornó al país y aceptó competir por la reelección al cargo.
Su acto de protesta -que duró unos días- fue tildado de "berrinche" por el timonel DC Ignacio Walker, pero tuvo eco en Bachelet, que exigió la realización de primarias parlamentarias al sector que apoya su precandidatura.
Qué decir en la UDI. Acá su actual candidato a La Moneda (Longueira) fue un firme defensor de suspender la primaria y llegar a primera vuelta (y eso que desde su partido fueron los promotores de la ley).
Además, en una determinación que contravino lo adoptado por su comité electoral, la plana mayor que dirige Patricio Melero optó por no hacer primarias senatoriales en tres regiones, Metropolitana Oriente, Los Ríos y Los Lagos, lo que trae consigo la opción cierta de que la misma mesa directiva, en conjunto con Longueira, decidan "a dedo" las candidaturas que aún están pendientes en esos y otros territorios.
La Concertación no puede cantar victoria, dado que internamente cunde el desorden luego de que se instaurara una nueva mesa de conversaciones que busca implantar un nuevo proceso de primarias alternativas, convencionales o como se les llame. El problema es que ya hay disputas respecto a la fecha de realización (la DC propone el 28 de julio y el PPD el 16 de junio) y el rol que tendrá Bachelet en las respectivas campañas internas.
El abanderado radical José Antonio Gómez se negó a participar en la instancia, calificándola de mala manera, lo que se suma a la seguidilla de recriminaciones cruzadas que han brotado desde las dirigencias de la DC, el PS, el PPD, el PRSD y el MAS, siendo el lugar común la culpa que se endosan unos a otros sobre cupos, plazos y la negativa a ceder más allá de lo aconsejable y de acuerdo a los intereses y cálculos de cada color político.
Osvaldo Andrade, tras esta primera reunión, informó que fue mandatado por sus pares para que realice bilaterales en los partidos, lo que debería servir para allanar el camino a la realización de las primarias parlamentarias de la oposición, tarea que debiera quedar concluida este viernes.
¿Palos de ciego?
A nivel de análisis político, la crítica se acentúa en el Parlamento, debido al montón de correcciones que tuvo que sufrir la Ley de Primarias. Y aún así, aparatados como el financiamiento y franja televisiva no quedaron del todo claros por mucho que hay montos máximos que deben ser cumplidos, pero que rara vez son acatados por los candidatos.
Por si esto fuera poco, la campaña televisiva que aplicó el gobierno para incentivar la participación en las primarias fue rechazada por la oposición y las candidaturas que no pertenecen a las dos coaliciones más grandes.
En fin, ante este desorden, de forma transversal los senadores Francisco Chahuán (RN), Fulvio Rossi (PS), Eugenio Tuma (PPD) y Ricardo Lagos Weber (PPD) presentaron un proyecto de ley que busca aplazar hasta el 20 de mayo la inscripción de los candidatos para las primarias parlamentarias legales, razón por la cual necesitan que el gobierno le ponga "discusión inmediata" a la iniciativa.
"Queremos darle una nueva oportunidad a la Concertación para los efectos que decida dar un paso y tenga primarias legales parlamentarias. Algunos han planteado la posibilidad de tener primarias convencionales para las parlamentarias después de la primaria presidencial. Creemos que eso se aleja del espíritu de la ley y, además, esas primarias convencionales que han planteado partidos como la DC no son primarias vinculantes", explicó Chahuán.
Palabras más o menos, lo concreto es que los índices de participación de cara a la primaria presidencial de la derecha y la oposición, sumado a la primaria parlamentaria que hasta el momento sólo celebrará RN en quince distritos, es más bien baja.
En primer término, según la encuesta Adimark publicada este martes, el 69% de los entrevistados sabe de la realización de este acto cívico, pero apenas el 34% "definitivamente sí" irá a las urnas el próximo 30 de junio. Además, de todos los ciudadanos que no se identifican con ninguna coalición, solamente el 19% tiene intenciones de participar en la elección.
Y como segundo elemento, la encuesta que publicó el Instituto de Ciencias Sociales (ICSO) de la Universidad Diego Portales hace poco más de un mes (y antes de la bajada de Golborne), establece que el 73% por ciento de los consultados no votaría en la primaria de la Alianza y que el 65,9% tampoco lo haría por el proceso de la Concertación.
Eso sí, el 66,1% de los sondeados dijo que sí sufragará en los comicios del 17 de noviembre, aunque la misma pregunta realizada el año pasado (que tuvo como respuesta favorable el 68,7%) presentó una alta disparidad luego de constatarse que en la elección municipal de fines de octubre de 2012 la abstención llegó al 60%.
No vaya a ser cosa que de tanto luchar por efectuar primarias, el resultado en las urnas entregue más decepciones que certezas.
FUENTE: CAMBIO 21
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