Destacado columnista estuvo en la polémica durante la semana por hablar de “papanatas”
Ascanio Cavallo dice que el Gobierno estimula que agricultores de la Araucanía “se armen hasta los dientes”
“La única receta para los
crímenes como el del jueves 3”, dice el analista político, “es
inteligencia, inteligencia e inteligencia”. Aclara que “no es útil
magnificar las funciones de la inteligencia, ni menos confundirlas”,
pero que “si (el Gobierno) no los encuentra pronto (a los ejecutores),
en efecto, los agricultores se sentirán impelidos a usar sus armar y
entonces podrá morir más gente”.
En su columna “La crisis del pensamiento papanatas” publicada en La Tercera,
Cavallo denuncia que “los asesinatos” de Werner Luchsinger y Vivian
Mackay en Vilcún, son el suceso de violencia política “más grave
ocurrido en Chile desde el crimen de Jaime Guzmán”.
En esa línea, esta semana el columnista situó a “la falta de
capacidades preventivas de la Agencia Nacional de Inteligencia” (ANI)
como una conclusión inevitable en toda la extensión del conflicto de La
Araucanía. “No es útil magnificar las funciones de la inteligencia, ni
menos confundirlas: no resuelve conflictos sociales ni demandas
históricas. No produce la paz ni suplanta al diálogo”, sostuvo en el
texto de LT “La ANI en la vorágine”.
Para el analista político, el gobierno no ha actuado de acuerdo a la
experiencia mundial, ni la chilena, hasta el momento: “llenó la zona de
carabineros, envió a un general con las facultades de la Ley
Antiterrorista, aprobó un bloqueo de la ruta” y “hasta estimula que los
agricultures (…) se armen hasta los dientes”, sentenciando que “con todo
eso no encontrará a los ejecutores” y que los agricultores se verán
arrastrados a usar sus armas “hasta convertir todo en una tragedia de
alcances incalculables”.
Al paso
“Retrató La Araucanía poco menos que como un nido de terroristas y
otras alimañas que ameritan una acción decidida por parte de las
autoridades (…) esa desmesura en la reacción que reduce el problema de
la violencia en La Araucanía a un mero asunto policial, es quizás el
peor camino que se pueda tomar. Es de hecho, un camino papanatas”,
respondió el poeta y columnista Leonardo Sanhueza en su espacio en Las Últimas Noticias.
El autor del poemario Colonos (2011) hizo hincapié en que es
“una triste paradoja”, ya que “aunque se pavonean de ser ‘de izquierda’
y de estar al lado de los oprimidos, a la menor oportunidad se han
tirado de piquero en un lenguaje que se parece vivamente a la socorrería
siniestra del pinochetismo y su refranero lleno de ‘no eran blancas
palomas’, ‘algo habrán hecho’ y otras perlas por el estilo”.
La columna de Cavallo también hizo eco en esta carta abierta
publicada por el columnista Marco Antonio Coloma. “Lo que son las
cosas: usted que dirige una escuela de periodismo descalifica el empeño
por interpretar, por mirar más allá de los hechos conocidos, y acusa de
candidez a quienes buscan hilvanar un relato más amplio. ‘Estamos frente
a un enemigo poderoso’, ha dicho y repetido Andrés Chadwick para
justificar la aplicación de la Ley Antiterrorista. Dígame usted,
Ascanio, ¿no es ésa una interpretación? Pero claro, entiendo, no es lo
mismo el poder de la interpretación que… ya sabe”.
“De cualquier modo, no me parece justo ese juego retórico de poner en
los mismos párrafos los hechos de Vilcún, el terrorismo de Estado de
Pinochet y el Holocausto. Exagera usted con los parentescos. El crimen
de la familia Luchsinger, absolutamente repudiable, no es el primero en
el contexto de este conflicto (todos esperamos que sea el último) y,
aunque puedo equivocarme, nunca antes lo vi invocando tales
comparaciones. Porque fíjese que si se trata de comparar episodios, a mí
me parece que cuando un efectivo policial mata a un ciudadano por la
espalda y luego sigue en servicio activo la cosa tiene como un aire
ochentero, ¿no cree usted?”, sostuvo.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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